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Blog del Sindicato Unitario de Andalucía

Por Secretaría Federal Colegiada 14 de noviembre de 2024
El 4 de diciembre de 1977 más de 2 millones de andaluzas y andaluces salieron a las calles de Andalucía tiñéndolas de blanquiverde, enarbolando arbonaidas reclamando libertad y autogobierno para Andalucía, como medios para resolver nuestros graves y seculares problemas en todos los órdenes. Un año después, el 4 de diciembre de 1978, se firmaba el Pacto de Antequera en la localidad de su nombre por todas las fuerzas políticas desde la derecha reformista españolista hasta la extrema izquierda revolucionaria. En él todas se comprometían a contener las reivindicaciones del pueblo andaluz expresadas en las manifestaciones del 4 D de 1977 con el dique de la Constitución española, reformando las instituciones del Estado español franquista. 47 años después de las manifestaciones del 4 D y 97 años después de la publicación por Blas Infante de La verdad sobre el Complot de Tablada… -donde analizaba y denunciaba nuestros “dolores”: de esclavitud económica, de servidumbre caciquil, de esclavitud de pensamiento, de servidumbre cultural, etc.- los problemas de Andalucía, siguen en lo fundamental sin resolver. Más bien se han agudizado y ello a pesar del desarrollo científico, tecnológico y de los medios productivos. La socialdemocracia y el reformismo se han fundamentado en la idea fuerza de que mediante y desde las instituciones vigentes del actual Estado, con el régimen político de la democracia liberal burguesa, se pueden ir haciendo progresivamente reformas desde los gobiernos y poderes políticos que vayan resolviendo los graves problemas de injusticia, desigualdad, falta de libertad, opresión y explotación sobre los pueblos y la clase obrera, en particular sobre el pueblo trabajador andaluz, pero siempre sin cuestionar en sus fundamentos al sistema capitalista. Hoy, más de un siglo después, podemos comprobar en la práctica por sus resultados el fracaso y la bancarrota del reformismo, de la socialdemocracia, la vieja y la nueva, la teñida de rojo, de verde, de violeta o de verdiblanco. No sólo no han solucionadao ninguno de los problemas que pretendían sino que han sido y son los mejores gestores de los intereses del capital, de las oligarquías en el poder y del imperialismo. Como venía a decir Lenin, la socialdemocracia promete falsos derechos y democracia al pueblo para venderlos a la burguesía a cambio de privilegios y prebendas para ellos. Y además, como consecuencia del engaño sistemático al pueblo después de haber sido elegidos en democracia, eso sí, liberal burguesa, van sembrando la conciencia de que esta democracia, pero por extensión cualquier forma democrática, no sirve para nada al pueblo, y hacen germinar en las conciencias, el autoritarismo y del neofascismo. En definitiva, además la socialdemocracia es la antesala del fascismo, como dijo Stalin. El estado del bienestar, la propuesta estrella de la socialdemocracia, está en proceso de desmantelamiento. Baste referir un sistema educativo que en cuarenta años ha producido mano de obra escasamente cualificada, alienada y sumisa al empresario y el poder y un incremento de potenciales votantes de la ultraderecha entre la juventud. Un sistema sanitario en el que hay que esperar meses para una cita médica e incluso años para una intervención médica. Un sistema de protección social en que hay que esperar años a recibir prestaciones o derechos. Unas pensiones recortadas, amenazadas en riesgo sistémico mientras los políticos sistémicos son incapaces de ponerse de acuerdo para blindarlas constitucionalmente. Y en general todos los servicios públicos en una deriva de privatización justificada en su progresiva degradación. Y esta tendencia al desmantelamiento no es reversible en la actual situación económica y política internacional. Las burguesías monopolistas europeas no se pueden permitir ya el gasto social del estado del bienestar, que en Europa representa ya la mitad del gasto social mundial. Ello lastra su competitividad en los mercados mundiales con otras potencias económicas en auge y disputa por la hegemonía mundial como la China, o los E.E.U.U. que no tienen gasto social por estado del bienestar. A nivel político el estado del bienestar era la propuesta de las burguesías europeas y el imperialismo yanqui tras la segunda guerra mundial para la clase obrera y los pueblos de europeos como alternativa ideológica, política y dique de contención frente al comunismo concretado en la URSS, para garantizar su propia existencia como clase dominante ante los fuertes movimientos obreros y partidos comunistas en los países europeos y la tendencia revolucionarias a nivel internacional en la época de postguerra. Pero la crisis y bancarrota de la socialdemocracia y por ende de la democracia liberal burguesa de la cual son los principales actores y gestores, no es solo política y económica sino también ideológica, de valores y principios, de humanidad. Se le ha caído la careta definitivamente ante los pueblos y aparece en su verdadera naturaleza ante el apoyo, colaboración y complicidad en el genocidio – exterminio del pueblo palestino o ante la doble moral o vara de medir con la guerra contra Rusia en Ucrania. Los estados modernos, y el estado español entre ellos, son una herramienta al servicio e intereses de la acumulación de capital por sus burguesías monopolistas y las imperialistas. Los estados modernos garantizan un marco general de acumulación al capital. Por todo ello, entendemos que la contradicción principal en el campo del pensamiento de liberación ha pasado desde reforma o revolución a principios del siglo XX a involución o revolución a principios del siglo XXI. Por eso estamos en un fin de época, en el fin del orden mundial de hegemonía capitalista del imperialismo yanqui, de su oligarquía y sus vasallos anglosajones y europeos, al que se resisten mediante la guerra. Estamos en unas condiciones objetivas que abren una vía más favorable para la construcción de un proyecto revolucionario de transformación radical y profunda en todos los órdenes del actual sistema capitalista mediante la lucha de clases en sentido más amplio más allá de la mera lucha política o parlamentaria, hacia un orden y sistema relativamente democrático e igualitario que se fundamente en la libertad, la vida y “la independencia económica de todos” tal y como aspiraba la Constitución Andaluza. Esto es, un ideal, en palabras de Infante, un Ideal Andaluz, una utopía que nos sirve como referencia, como norte hacia donde caminar. Un ideal andaluz para elevar la vista, la conciencia desde nuestras luchas y reivindicaciones inmediatas del momento, para imbuirlas de una perspectiva hacia un horizonte de esperanza y liberación para el pueblo trabajador andaluz. Pero en esta lucha como pueblo no empezamos ni tenemos que pensar su orientación y fundamentos desde el principio. Contamos en nuestra historia de luchas por la liberación del pueblo andaluz con el legado ancestral de los que nos precedieron materializado en la Constitución andaluza de 1883. Una constitución que es a la vez una guía y representa un proyecto de liberación nacional y de clase para Andalucía y la humanidad, un proyecto de República Andaluza de Trabajadoras que establece la soberanía para Andalucía y el socialismo. Una constitución que viene a ser la piedra angular que conecta las luchas por la liberación andaluza desde las rebeliones medievales, pasando por la revolución democrática de septiembre de 1868 y la revolución cantonal frente a la traición a la revolución de la primera república española con la declaración de independencia Andalucía por los federales andaluces en Despeñaperros, con el andalucismo revolucionario de Blas Infante y sus propuestas para Andalucía hasta nuestros días, donde un pequeño grupo de organizaciones y colectivos seguimos empeñados en continuar, concretar y desarrollar esa propuesta de liberación que representa el andalucismo revolucionario de Blas Infante y la constitución andaluza de 1883. El pueblo y la clase obrera andaluza colonizados, oprimidos y explotados necesitamos seguir levantando, fortaleciendo y ampliando este proyecto revolucionario y liberador en cada lucha que participemos social, política, sindical, antiimperialista contra el genocidio, etc. en calles, centros de trabajo, estudio, etc. mediante propuestas y actividades que debiliten y denuncien a los gobiernos y clases enemigos del pueblo trabajador andaluz, que rompan y denuncien sus instituciones y constituciones vigentes, sus valores y visión del mundo y se orienten en este camino liberador. Y así participar en la construcción de instituciones, órganos de revolucionarios de poder popular de una verdadera democracia socialista. Es por todo ello, por lo que frente a quienes sostienen nuestro sometimiento y opresión como pueblo trabajador, nos manifestaremos el próximo 4 de diciembre por las calles de Málaga. En recuerdo de Manuel José García Caparrós y de todas aquellas y aquellos que lucharon por romper las cadenas de la explotación capitalista en nuestro país, de quienes dieron su vida por la independencia del Pueblo Trabajador Andaluz. ¡4 de diciembre, día nacional de Andalucía! ¡Por la independencia del Pueblo Trabajador Andaluz! Secretariado Permanente de la C.N. de Nación Andaluza Secretaría Federal Colegiada del Sindicato Unitario de Andalucía. Andalucía, 9 de noviembre de 2024.
Por Antonio Olivares 30 de octubre de 2024
Los llamados sindicatos mayoritarios llevan desde hace ya demasiado tiempo haciendo dejación de sus funciones, que no deberían ser otras que ser herramientas en manos de la clase obrera en la defensa de sus derechos. Como dejación de funciones podemos poner de ejemplo la aceptación sin más de incrementar la edad de jubilación, dando por buena que esta pasase de los 65 a los 67 años. ¿A quién preguntasteis si estaban de acuerdo? Porque a la clase obrera no le preguntasteis nada, ni siquiera una consulta entre vuestra afiliación, solo obedecisteis el mandato de con quién os reunís en hoteles de cinco estrellas y menús de cien euros. O cuando se aprobó la última reforma laboral. En lugar de defender los intereses de la clase obrera exigiendo su derogación, aceptasteis sin rechistar la propuesta de reforma de la ministra de trabajo del “gobierno más progresista de la democracia” con la que se mantienen las reformas anteriores de Zapatero y Rajoy que fueron y son un atentado en su línea de flotación del Estado del Bienestar. Ya, ni vergüenza os da que ahora a los eventuales a quien la reforma de la actual ministra han convertido en fijos discontinuos, ahora se convierten en propiedad exclusiva del empresario para estar a la espera de su llamada, camuflando la precariedad bajo el título de contratos indefinidos.Cosas de mejorar las estadísticas y echar tierrecita encima de la mierda para que no huela. Otro ejemplo lo encontramos con la subida del Salario Mínimo Interprofesional por parte de la ministra de izquierda. En lugar de exigir que la cantidad resultante debe ser la de un salario que permita, al menos a quienes trabajan, no ser pobres, acatáis la cantidad que le cuadre a la ministra tras consultar con la de economía y las organizaciones empresariales. Podríamos seguir hasta el infinito y más allá como dijo el gran filósofo Buzz LightYear, pero, como recoge el enunciado, CCOO y UGT se reúnen con todos menos con los trabajadores. El pasado día 7 de octubre estos sindicatos convocan una huelga en el sector de transportes por carretera, tanto de viajeros como de mercancías. Unos días antes de este anuncio, desde la Coordinadora de Sindicatos del Transporte (CST) a la que pertenece el Sindicato Unitario de Huelva, se le solicitó una reunión para que se nos informara sobre lo que se solicitaba y si podíamos intervenir si no en la mesa de negociación propiamente dicha, si al menos que nos mantuvieran al tanto y permitiesen nuestras aportaciones, ya que la CST tenemos implantación en todo el Estado español, representando a miles de conductores y conductoras y llevamos en solitario desde el 2010 esa misma lucha a la que se incorporan recentemente CCOO y UGT.Nos citan para el lunes día 7 a las 18.30 horas y ese mismo día a las 12.00 anuncian las jornadas de paro, con lo que la reunión prevista con nosotros se queda en un estos es lo que hay. A pesar de todo, nos adherimos a la huelga, por no ser un lastre en una lucha que, aunque la llevábamos haciendo desde hace años, éramos conscientes que CCOO y UGT eran los que iban a ponerle la guinda, de hecho estuvimos en la concentración que convocaron en el mes de junio frente al ministerio de la seguridad social. En esas dejaciones de funciones, en lugar de hablar con los y las trabajadoras, deciden llevar al sector a una huelga de la que la mayoría de trabajadores estaban ajenos. No se han dignado a explicar qué son los coeficientes reductores y por qué tenemos condiciones para poder solicitarlo; no explican porque se tienen que poner primero de acuerdo con las patronales para después solicitarlo entre ambas partes al gobierno; y no explican por qué convocan una huelga para que patronal y sindicatos lo soliciten al gobierno cuando ¡ya esta solicitado! Es más, en ese intercambio de favores y de charlas entre CCOO, UGT y las patronales, entre medias y según vamos leyendo en la prensa, las patronales aprovechan para rascar asuntos a su favor como “solicitar a los ministerios de Trabajo y de Seguridad Social el establecimiento de un sistema de reducción de las cotizaciones por contingencias profesionales a las empresas de transporte de mercancías por carretera que hayan disminuido de manera considerable la siniestralidad laboral, o cuyos conductores profesionales no hayan resultado responsables de ningún accidente grave en el último año” o “la facultad de las empresas de transporte de mercancías por carretera de realizar controles aleatorios de consumo de alcohol y drogas a sus conductores”, sabiendo el uso que hacen de este tipo de cuestiones las empresas y poniendo en cuestión a miles de profesionales a los que autorizan a que se nos persiga como presuntos delincuentes. Podíamos exigir lo mismo a empresarios y políticos y sindicalistas, ya que algunas decisiones si que parece que las toman bajos los efectos de dichas sustancias. Para eso están los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y elementos electrónicos que impiden arrancar el vehículo en caso de haber consumido. En esa cualidad que tienen para hablar con todos menos con los trabajadores también están abiertos a solicitar, conjuntamente con las patronales, la categoría de profesión de difícil cobertura para que se pueda importar mano de obra de forma temporal. Aquí en Huelva tenemos la experiencia de la contratación en origen para los frutos rojos o como debería llamarse: venir aquí a currar cuando me haga falta porque no nos da la gana de hacer un convenio digno en condiciones laborales y de salario, porque los andaluces son muy flojos y no quieren trabajar. Lo mismo que os pasa con los convenios que firmáis sin hablar con los profesionales de la hostelería, de la limpieza, de la ayuda a domicilio… No es que no haya profesionales, es que ya solo cubren esos puestos los que no tienen otra cosa, porque se habéis encargado de quitarle la dignidad a las profesiones y eso pretendéis ahora también, que como los profesionales del volante no estamos dispuestos a salir de casa y no volver hasta pasado quince días por 1600 euros al mes en el mejor de los casos ¡pues importemos necesitados de otras latitudes que veras como lo hacen! Ante este panorama y por ir terminando, que sería interminable porque hay mucho más, desde el Sindicato Unitario de Huelva, en la Empresa Municipal de Transportes Urbanos S.A. (EMTUSA), no vamos a participar de la convocatoria de huelga del día 28 que han hecho CCOO y UGT, por hartazgo y por los siguientes motivos: Nadie de los convocantes nos han comunicado nada de manera oficial, a pesar de tener la mayoría en el comité de Empresa.Pensamos que el dejar fuera a los compañeros de tranvía y de metro es traicionarlos, cuando sus condiciones son similares. El tener que volver a solicitar la aplicación de los coeficientes reductores, cuando están más que solicitados según llevaban diciendo desde hace años y haber llevado una lucha que podía haber sido efectiva con una sola voz para todos conductores profesionales, en lugar de debilitarla negociando por separado mercancías, viajeros, trasporte sanitario y grúas automotrices. Dejar al transporte de viajeros como única convocatoria, nos hace pensar que ha influido más no dejar desabastecido al Corte Ingles o al Mercadona que preocuparse por los problemas de movilidad de las clases populares y su necesidad del uso del transporte colectivo. Si es el gobierno quien tiene que aprobar los coeficientes reductores, es con quien teníamos que haber centrado la lucha, no de la mano de la patronal y encima cediéndoles derechos. La huelga del día 28 en Huelva se concretará en una concentración en las puertas de la estación de autobuses desde las 10 a las 11 horas, lo que bien siendo el tiempo de hacerse la foto y atender a los medios y encima por separado ya que UGT se concentró en la FOE, algo que nos parece tomar el pelo a quienes hagan huelga y pierdan el salario de ese día, con el único fin de servir de attrezzo para la foto. Motivos para la lucha hay muchos y ahí estaremos el Sindicato Unitario de Huelva, convoque quien convoque.Motivos para hacer de figurantes de quienes hablan con todos menos con los trabajadores, nos parece que no hay. Huelva a 25 de octubre de 2024. Antonio M. Olivares Espinosa Secretario de representación del Sindicato Unitario de Huelva
Por Secretaría Federal Colegiada 25 de septiembre de 2024
3.Alternativas de Infante La tendencia de las relaciones laborales y la situación de la clase obrera que venimos analizando, expresada en incremento permanente de precariedad, flexibilidad, pérdida de derechos, bajos salarios, etc. se agudiza especialmente en Andalucía. Fundamentalmente por su economía dependiente y extractiva basada en la explotación y colonización de nuestras riquezas naturales y de nuestro trabajo por los grandes capitales internacionales, junto a su subordinación política al marco de acumulación de capital que representan el Estado español y la Unión Europea. En cada escalón del proceso desregulador de nuestras condiciones laborales hemos ofrecido el máximo de resistencia posible desde los sindicatos de clase y desde los propios trabajadores de forma independiente de los sindicatos. Pero con la mayoría de compañeros y compañeras conducidos por los interlocutores válidos hacia la claudicación, ya sea por engaño o por amenazas, chantajes, extorsión, sanciones e incluso despidos. Blas Infante viene a aportar a la lucha obrera renovadas esperanzas de victoria en nuestras luchas y es por eso que, a lucha constante y diaria en defensa de los intereses de la clase obrera en cada despido, ERE, negociación colectiva... desde el Sindicato Unitario de Andalucía aspiramos a guiarnos por el espíritu de las propuestas de Infante para la clase obrera andaluza y para los sindicatos andaluces por su carácter humano, andaluz, anti capitalistas, revolucionarias y comunistas. Y luchamos por incorporarlas en la dirección de las luchas obreras en las que participamos con el objetivo de aportar nuestra lucha para revertir la tendencia de entrega de nuestros derechos que venimos sufriendo y abrir un camino de liberación para el pueblo trabajador andaluz. Humano pues, para Infante, el ser humano es la Vida cuando en su desarrollo evolutivo alcanza la conciencia. La Vida es la base sobre la que se asienta la existencia de todos los seres vivos y, por lo tanto, la de la propia Humanidad, única patria común de todos los seres humanos. Desde este punto de vista cualquier tipo de propuesta política, económica, social... debe estar basada en la protección, defensa y expansión de la Vida. Por lo que cualquier propuesta política, económica, social... que no defienda este Fin común a todo ser viviente no podemos considerarla apta para la convivencia humana. Y por eso, toda propuesta política, económica, social... que no busque la satisfacción de todas las necesidades vitales de la humanidad son contrarias a la Vida y a la propia humanidad. Por otro lado, que unos organismos alcancen en su desarrollo conciencia de su existencia supone la base para su libertad con respecto a los otros seres vivientes y al tiempo supone la base de la responsabilidad que tiene la humanidad de usar sus conocimientos para la mejora y el desarrollo vital de todos los seres. Cuantos más conocimientos acerca del funcionamiento de la naturaleza, más libertad para superar sus obstáculos para la vida. Así nos hemos convertido en los únicos seres vivos capaces de vivir en todos los climas, en todas las latitudes del planeta. Y la única especie que puede llegar a protegerse y sobrevivir de forma consciente de todo tipo de inclemencias o desastres naturales. La defensa y protección de la Vida es el primer criterio político y el primer criterio económico para determinar lo que es bueno y lo que es malo, lo que nos hace avanzar a toda la humanidad y lo que hace que una pequeña parte de la humanidad avance a costa de la vida de la mayoría y de la Vida misma. Algo que nunca tuvieron en cuenta los gobiernos del PSOE en la Junta de Andalucía en relación al trato dispensado a la atención sanitaria con su paulatina privatización de la Sanidad Pública, tanto gobernando en solitario como con el apoyo de PA o el de IU. Todo un camino allanado para que ahora el PP y VOX liquiden el proceso, ejecutando la política sanitaria del Estado español en Andalucía acorde con las instrucciones europeas. Ni la tienen en cuenta ni la tuvieron con la atención a los seres humanos que huyen de la pobreza, del hambre o de la guerra que Occidente provoca en sus pueblos. Ni la tienen ni la han tenido para luchar contra la lacra de las muertes en accidentes laborales con los que Andalucía contribuye con el sacrificio de dos seres humanos a la semana para el crecimiento económico de la Oligarquía española... Legislar por la Vida es lo contrario a legislar para el crecimiento económico de la Oligarquía, o lo que es lo mismo, legislar para el crecimiento económico de la Oligarquía es legislar para la muerte del pueblo andaluz, de todos los pueblos sometidos por los psicópatas oligarcas españoles. Andaluz pues, para Infante, es la manera que tenemos andaluces y andaluzas de expresar nuestra humanidad. No existe humanidad si esta no se constituye en sociedades en la que se organiza la Vida, es decir, se organiza la producción de los medios de existencia y la continuación de la especie. Comunidades diversas, con sus diversas formas de existir, produciendo gran variedad de culturas, evitando la endogamia en el pensamiento y, de esta forma, asegurar la continuación de la evolución de la conciencia humana, en un camino infinito hacia la Libertad. Sociedades libres y relacionadas entre sí en lucha constante por la Vida y por su evolución a los mayores estados de felicidad y bienestar posibles en cada época. Los pueblos, al igual que los individuos, para darse a los demás, para ofrecer el producto de sus esfuerzos y avances en la larga marcha de la Vida, han de estar formados, han de adquirir la cualidad de ser pueblo por sí mismo, con sus propias fuerzas, han de hacerse adultos y responsables de sus actos. Pero los productos de los esfuerzos de la clase obrera andaluza no tienen como destinatario al pueblo trabajador andaluz, sino que nos son robados por capitales ajenos. La realidad de los pueblos conquistados y dominados por la fuerza bélica de otros es la incapacidad para obrar por sí mismos, sin el permiso de las autoridades externas dominadoras, el capital europeo. Infante compara la situación del pueblo andaluz en su tiempo con los tiempos en que fuimos libres, capacitados para vivir por nosotros mismos y para contribuir a la Humanidad. Desde la producción y distribución del modelo del vaso campaniforme pasando por la civilización tartésica o la de Al Ándalus con la que el pueblo, que más tarde será reconocido como andaluz, no sólo gobernó en casi la totalidad de la península Ibérica, sino que fue espacio creador y difusor de ciencia, tecnología, filosofía... y bienestar de la población en tiempos de paz. El pueblo andaluz estaba en letargo en el tiempo de Infante y continúa ese letargo en nuestros tiempos, sin poder volver a contribuir al desarrollo humano, impregnando nuestra peculiar forma de vida y de existencia a la evolución. Ahora, la comunidad política andaluza sufre de amnesia, provocada tras siglos de ocupación y dominación política, económica y espiritual de nuestro pueblo, desde la conquista de los capitales europeos y vaticanos que financiaron a su brazo armado contra nuestro pueblo, saqueadores de nuestras riquezas, la corona de Castilla en manos de la dinastía bastarda de los Trastámara, quienes terminarán entregando todo el reino a dinastías europeas. Tiempo de derrotas y de resistencias, desde las rebeliones moriscas hasta la revolución cantonalista, desde el andalucismo revolucionario de Infante hasta nuestros días en los que también, desde las entrañas del sistema, sigue trabajando por su liberación la aún pequeña parte de la comunidad hecha pueblo. Infante nos propone estudiar todos los sustratos humanos que nos han precedido en nuestro suelo y que han ido configurando los rasgos peculiares de nuestro pueblo. Conocer que los motivos de nuestro atraso actual no dependen de nuestro clima o geografía, sino que son motivos impuestos por la fuerza y que, por lo tanto, con fuerza también se pueden superar. Nos transmitió la necesidad de configurar en nuestras mentes la Andalucía que soñamos, un ideal de una Andalucía libre y señala los impedimentos que habremos de resolver para alcanzar ese Ideal: “una dirección espiritual, una orientación política, un remedio económico, un plan de cultura y una fuerza que apostolice y salve”. Anti-capitalista pues, para Infante, no puede producirse la liberación de Andalucía sin la liberación de la explotación de su clase obrera que constituye la base del pueblo andaluz. La liberación de Andalucía está ligada o depende del proceso de conversión del jornalero en agricultor, es decir, de explotado a propietario del fruto de su trabajo. La única propiedad privada legítima, la que es producto del propio trabajo. Aunque Infante se refiera específicamente a la clase obrera agrícola, todas las propuestas económicas que irá desgranando en todos sus escritos las hace extensibles al sector industrial y de servicios. Pues bien, la Tierra no puede estar en manos privadas, su único propietario legítimo es el pueblo. Y en tanto que la Tierra constituye el medio principal con el que una sociedad agrícola como la andaluza, a principios del siglo XX, se procura sus medios de subsistencia, esta no puede estar en manos del capital privado. La explotación de mares, tierras y subsuelo andaluz deberá estar realizada siempre por capital público, nunca por capitales privados. Y por los propios trabajadores que con sus sindicatos y organizados en cooperativas dirijan y gestionen la producción. El proceso que propone Infante para la abolición del trabajo asalariado y la propiedad privada sobre los medios de producción, encabeza sus propuestas de remedios económicos para Andalucía. Tenemos que advertir que este proceso no puede desarrollarse sin que a la vez se vayan desarrollando las soluciones para las otras necesidades andaluzas (espiritual, política, cultural y apostolado y salvación). En el presente trabajo intentamos por todos los medios no salirnos del campo económico de las propuestas de Infante. Toda la economía no relacionada con la explotación de los bienes sociales puede desarrollarse por el capital privado. Pero desde las Instituciones se ha de legislar para que Capital y Trabajo tengan la misma consideración en tanto que, para Infante, el Capital no es más que Trabajo acumulado. Por lo tanto, siguiendo a Infante, trabajadores y accionistas han de estar representados en los consejos de administración de las empresas privadas al 50% Revolucionario porque, para Infante, el gobierno de nuestras vidas está en manos de incapacitados y/o delincuentes, usurpando la voluntad popular que entregan a los grandes capitales a cambio de suculentas prebendas, puertas giratorias... El pueblo consciente debe dotarse de un mando revolucionario que, construyendo bases de poder revolucionario en multitud de municipios andaluces, pueda legislar en el sentido descrito en los puntos anteriores y poder decretar la expropiación de la propiedad privada de los medios de producción relacionados con las riquezas sociales y de las infraestructuras que les son necesarias. Proteger la actividad sindical pero sin intervención en sus asuntos internos, en la consideración del papel protagónico que ha de adquirir el movimiento obrero para el que la lucha por la liberación del pueblo andaluz y la lucha por la liberación de la clase obrera de la explotación capitalista son dos caras de la misma moneda. Sin la concurrencia de pueblo y proletariado no existe revolución posible para el pensamiento de Infante. Una dirección revolucionaria formada por quienes se someten al sufrimiento y a la disciplina que provoca la lucha por la conquista del Ideal Andaluz antes que a cualquier otra disciplina ya esta sea política, sindical, social... organizadas según el código militar y para la que hace un llamamiento a la clase obrera para que participe y someta todo su potencial revolucionario en la conquista de ese Ideal de Libertad. Comunista porque, para Infante, el Ideal Andaluz sólo puede mostrar todo su esplendor en una sociedad comunista. Tras la conquista o la construcción de los órganos de poder por el pueblo, procede un poder revolucionario que transite hacia la sociedad comunista imponiendo una constitución que contenga los principios antes mencionados sobre medios de producción y fuerza de trabajo, convertidos en preceptos constitucionales. Legislar y ejecutar las leyes encaminadas a este proyecto de liberación del trabajo asalariado y a lo mencionado también anteriormente en relación a los capitales privados. Al tiempo que ejerce la más severa dictadura que conduzca la mentalidad, espíritu lo llama Infante, de esclavitud de toda la comunidad política colonizada de aceptación de su condición indigna para cualquier ser humano, a una mentalidad de mujeres y hombres libres de un pueblo libre o comunista. Una obra que sólo puede estar en manos de quienes aspiren a ser comunistas pero despejando el campo, denunciando a los que se autoproclaman comunistas pero no actúan como tales. Para Infante hay dos tipos de comunistas, los que aportan sus esfuerzos y sacrificios personales para la conquista de la felicidad de todos y los que se aprovechan de los esfuerzos y sacrificios de otros para obtener los beneficios de la sociedad comunista. Infante se proclama a aspirante a ser comunista del primer tipo ya que piensa que es tanto el honor de ser comunista de este tipo que le viene grande a él mismo que ofreció su propio cuerpo como trinchera de los explotados y oprimidos, como trinchera del pueblo andaluz consciente y organizado que, aún siendo insignificante en número, trabaja incesablemente en las entrañas del sistema capitalista royendo sus cimientos, poco a poco pero sin descanso. Todo este pensamiento humano, andaluz, anticapitalista, revolucionario y comunista del pensamiento de Infante, él mismo lo concreta en cada momento que pretende usar el mecanismo electoralero del Estado para avanzar y afianzar la lucha de liberación. Así, por ejemplo, en las elecciones a Cortes Constituyentes de la II República, Infante organiza una candidatura andaluza, republicana, federal, democrática y revolucionaria que contiene las siguientes propuestas concretas: España como unidad política: federación o desintegración. Ley electoral en la que los candidatos no sean elegidos en los entornos cerrados de los partidos. Libertad de expresión y manifestación del pensamiento individual y colectivo. Que ninguna manifestación pública encuentre a su paso a las fuerzas del orden. Intervención exclusiva en los casos en los que se atente contra el derecho ajeno. En economía elaboración de un plan que reestructure la economía del nuevo régimen en la industria y el comercio, opuesto al ocio y al privilegio. Por parte del Gobierno que revele la voluntad del Estado de abolir la consideración del trabajo como mercancía y fundir su consideración con la del capital, considerando a este como trabajo acumulado. Y, por ello, ocupar el 50% en los consejos de administración. Considerar a los sindicatos como las instituciones con las que el Estado cumpla sus fines en estas nuevas consideraciones económicas. En el terreno agrícola, expropiación de los latifundios y sindicatos erigidos en cooperativas para la explotación agrícola. En Justicia, gratuita y arbitral. Enseñanza gratuita en todos los grados. En religión, respeto a todos los credos y prohibición del uso político de estos credos religiosos. Blas Infante fue declarado el 14 de abril de 1983 padre de la patria andaluza, declaración recogida en el preámbulo de la Ley Orgánica del Estado español donde se regula la constitución de Andalucía como comunidad autónoma del Estado. Y año tras año, en diferentes momentos como el presente, en el aniversario de su asesinato el 11 de agosto de 1936, se organizan homenajes a su figura en diferentes rincones de Andalucía. En muchos de ellos con la presencia de los herederos de sus asesinos que aún siguen sin condenar los crímenes del franquismo y, en todos ellos, resaltando su figura, sus hechos, su vida y muchos aspectos no tan hirientes para los poderes centrales dada la dificultad de comprensión de sus escritos al no ser abordada su obra en los centros de estudios andaluces. En el homenaje que participamos el Sindicato Unitario de Andalucía, homenaje minoritario, aislado y excluido del debate social, lo que ponemos de relieve es su mensaje revolucionario y libertador, en la consideración de continuar la lucha por la que su mensaje revolucionario cale en los corazones de cada vez más andaluces y andaluzas. Y para clarificar el campo entre los que aspiran a ser comunistas del primer tipo y los oportunistas que usan nuestra bandera de lucha por la liberación para sus fines electoraleros de secuestrar la voluntad popular para medrar en las instituciones y ocupar un puesto de diputado o de asesor de diputados para gestionar las políticas de un Estado explotador y opresor y, por lo tanto, ajenos a la lucha por la liberación de nuestro pueblo y de la esclavitud capitalista y enemigos de quienes pretenden gestionar los intereses históricos y actuales del pueblo trabajador andaluz. 4.Conclusiones. Que hacemos y vamos a seguir haciendo. El marco de la democracia liberal burguesa y del estado del bienestar está totalmente desbordado como alternativa de mejora de las condiciones de vida y libertad de la clase obrera y el pueblo . Caída la careta, ha demostrado su inutilidad para ese objetivo por las condiciones actuales de la economía y la lucha de clases y las posiciones de las clases dominantes del imperialismo y el occidente colectivo. El estado de bienestar no se puede seguir manteniendo desde el punto de vista del capital y de las clases dominantes capitalistas porque lastra la competitividad de las economías europeas y occidentales frente a la pujanza de la economía socialista de China. El estado de bienestar europeo no se puede mantener porque surgió como dique de contención ideológico en la Europa de postguerra para que sus oligarquías capitalistas “convencieran” y “sobornaran” a la clase obrera europea de que podían tener una mejora continua en sus condiciones de vida superior a la que tenían los trabajadores en los países socialistas y así evitar que esa clase obrera dirigida por los partidos comunistas europeos virara hacia la revolución y el comunismo con el apoyo de la URSS. Pero actualmente no existe esa amenaza socialista-comunista para las oligarquías capitalistas occidentales y, por tanto, van prescindiendo de ese gasto para ellas ahora superfluo e injustificado. Además esos estados del bienestar son sólo para una minoría de la humanidad de países europeos y se sostienen gracias a siglos de colonialismo, imperialismo, saqueo y expolio de los países del sur global, que actualmente en buena parte ya no están dispuestos a que siga esa dinámica colonial-imperial de explotación de sus países y pueblos porque tienen otros socios distintos a los países imperialistas que les ofrecen unas relaciones de colaboración y beneficio mutuo con posibilidades de salir de su situación actual neocolonial de postración y subdesarrollo provocada y al servicio del imperialismo occidental. Las actuales luchas políticas, sindicales, sociales… en ese marco de la democracia liberal burguesa por mantener derechos y en definitiva por mantener y reclamar el estado del bienestar y por la paz a nivel internacional, previsiblemente conducirán a la frustración, la impotencia, el desencanto, la desmovilización y el fracaso cuando no directamente sirven para la legitimación de las instituciones de poder nacionales de los estados capitalistas e internacionales del imperialismo vigentes a las cuales se les pide, desde fuerzas de izquierdas supuestamente transformadoras, que cambien sus políticas a favor del capital y del imperio en favor del pueblo, la paz y la clase obrera, como si eso fuera posible, como si esas instituciones representaran al pueblo y la clase obrera, sin partir de que son instituciones al servicio de las oligarquías capitalistas del occidente colectivo, sin partir por ello de un análisis de clase y de una orientación y objetivos verdaderamente revolucionarios y anticapitalistas en esas luchas. Tras más de 40 años en que cambió la tendencia de la lucha de clases en España y la oligarquía capitalista y la patronal pasaron y siguen a la ofensiva y la clase obrera pasó y sigue a la defensiva con los resultados obtenidos y analizados de desorganización y pérdida progresiva de derechos y condiciones de vida de la clase obrera y el pueblo. Ya es hora de que si queremos obtener resultados distintos, hagamos cosas distintas. La ultraderecha radicaliza sus posiciones, se organiza internacionalmente y da la batalla cultural creciendo y recabando especialmente más apoyo entre sectores populares, presentándose engañosamente como anti-sistema, cuando en realidad son pro-sistema, pro-capitalistas y pro-imperialistas. Su definición de anti-sistema es, en realidad, contra el sistema que supone la democracia liberal burguesa, cuya crisis pretenden resolver transformándolo en un régimen autoritario cuando no dictatorial sobre la clase obrera y los pueblos para seguir manteniendo la dominación del capital con el redoblamiento su explotación y expolio. Pero lo más peligroso son las posiciones socialdemócratas y andalucistas que pretenden hacernos cómplices de las políticas que favorecen la acumulación de capital, la sobre explotación de la clase obrera, el control de las luchas populares y la aceptación del un único camino para solucionar nuestros problemas, el camino que induce a pensar que mientras al amo le vaya bien le irá bien a sus vasallos en lugar de reconducir las luchas y los discursos en favor de la construcción del poder popular y democrático con los que se antepongan la defensa de la Vida y la Humanidad a la acumulación privada de capital. Vivimos momentos convulsos, con analogías a las del primer cuarto del siglo XX en la época en que Infante empezó a desarrollar su obra y su pensamiento. En aquellos momentos se desencadenaba la I guerra mundial. Hoy estamos al borde de la III guerra mundial, en un proceso que tiende hacia ella. Guerra mundial que es la alternativa y respuesta del imperialismo anglo-euro-norteamericano a la pérdida de su hegemonía y poder global frente al socialismo de China y el mundo multipolar en ascenso. Las propuestas de Infante comentadas y presentadas son una extracción de su pensamiento en los remedios económicos para Andalucía. Sin embargo, para entenderlas y que cobren todo su sentido hay que adentrarse y considerar integralmente toda la obra y todo el pensamiento de Infante, del Infante filosofo, historiador, dramaturgo, teólogo, sociólogo… El legado de Infante es la materialización del Ideal Andaluz consistente en dotar a Andalucía de un alma, de un espíritu comunista tal y como desarrolla en su obra especialmente en “La Dictadura Pedagógica”. Y tal y como dice en el comienzo de su obra “Ideal Andaluz” que Andalucía necesita una dirección espiritual, (y lo pone en primer lugar) además de una orientación política, un remedio económico, un plan cultural y una fuerza que apostolice y salve. Sin embargo, desde el actual andalucismo sus propuestas para el pueblo andaluz y la clase obrera se alejan de sus necesidades históricas y del pensamiento y legado de Infante. Se presentan envueltos en la bandera andalucista pero ignoran, ocultan la posición anticapitalista y comunista de Infante a favor de la clase obrera y la revolución, amputan su pensamiento, que no deja de ser una manera de “fusilarlo” nuevamente en el pensamiento, en las ideas. Infante ya dejó dicho en la dictadura pedagógica que cuando el profeta se pone por delante del mensaje, este mensaje se oscurece y no es asumido por el pueblo. Desde el Sindicato Unitario de Andalucía estamos por la unidad en la lucha contra todas las reformas laborales pero también y además contra sus causas, el sistema capitalista, un estado y su régimen que mantiene y se mantienen de la explotación de la clase obrera y de las naciones y pueblos oprimidos y sometidos. Así, estamos por participar en toda batalla política, social, económica que persiga esos objetivos. Y así nos va, solos, aislados del debate social, estigmatizados como innecesarios, como Infante en su momento pero creciendo con la incorporación de cada vez más afiliados y afiliadas, con nuestra participación en nuevos sectores, en nuevas luchas, en nuevos territorios, poco a poco, aspirando a alcanzar el corazón de toda la clase obrera andaluza. Luchando por continuar el legado de Infante. De esta manera, como primer objetivo cercano nos planteamos revertir el analizado proceso de desregulación laboral que venimos sufriendo por más de 40 años. Frente al cambio de la tendencia ocurrido con la llamada Transición en que la clase y el movimiento obrero pasaron de estar a la ofensiva a la defensiva en la que continuamos en la actualidad, mientras la oligarquía pasó de la defensiva en el tardofranquismo a la ofensiva que igualmente se mantiene en la actualidad, proponemos y nos proponemos en nuestra práctica, como objetivo, tomar la iniciativa en centros de trabajo donde estamos con el objetivo de invertir la mencionada tendencia y hacer pasar a los trabajadores y clase obrera a la ofensiva en la lucha por sus derechos respecto a sus patrones. Ofensiva, que además de fundamentarse en ofrecer propuestas viables, que favorezcan la vida y la felicidad de la clase obrera, sigan el legado de Infante y supongan un fortalecimiento del alma de la sociedad comunista. La clase obrera andaluza, como parte fundamental del pueblo andaluz, no puede liberarse de la explotación capitalista si al mismo tiempo no se libera todo nuestro pueblo de la conquista, la colonización y la explotación de los grandes capitales internacionales con el Estado español actuando como su proxeneta. Para ello consideramos necesario construir nuestro propio marco democrático de relaciones laborales que fundamente una sociedad verdaderamente democrática, de libertad e igualdad, donde la clase obrera a través de los sindicatos participe en la organización y dirección de la economía, de la producción y del estado, decidiendo a dónde va el fruto de su trabajo. No nos vale el el marco de relaciones laborales impuesto por la Constitución española y el Régimen del 78 que venimos analizando, pues no ha hecho más que empobrecernos y debilitarnos mientras que esos grandes capitales sorben nuestros jugos vitales, los de nuestros cuerpos y los de nuestro pueblo. Un marco andaluz y democrático de relaciones laborales caracterizado por la mencionada propuesta de Infante de que capital y trabajo tengan la misma consideración, necesita de una Andalucía libre y soberana. Una Andalucía donde esta acumulación de vida vaya destinada a toda la comunidad trabajadora, al pueblo trabajador andaluz. Salud
Por Secretaría Federal Colegiada 22 de agosto de 2024
Las propuestas que hizo Blas Infante a la clase obrera andaluza ¿son válidas para la lucha contra la explotación capitalista actual? ¿Son utópicas, idealistas o imposibles? ¿Fueron válidas para su tiempo pero erróneas para los momentos actuales? A la luz de los programas electorales y de la actuación política de las organizaciones de derecha y de las organizaciones socialdemócratas, incluso de las que se consideran revolucionarias o anticapitalistas españolas o andaluzas, parece ser que no son válidas. No las tienen en consideración. A lo largo de la lucha por la constitución y organización del pueblo andaluz, Blas Infante va desgranando todo un programa económico repleto de remedios para nuestros dolores, a la vez que fija las tareas de la clase obrera andaluza, tanto a la hora de su participación en la lucha por la soberanía de nuestro pueblo como a la hora de ejercer el poder revolucionario del pueblo andaluz. Sus propuestas de liberación las va exponiendo en unos momentos muy convulsos: en el Ideal Andaluz durante los momentos iniciales de la I Guerra Mundial, momentos anteriores a la revolución bolchevique y en plena crisis del régimen de la Restauración de la monarquía borbónica; en Cuentos de Animales, Motamid, el último rey de Sevilla y La Dictadura Pedagógica durante la dictadura de Primo de Rivera; o en La Verdad sobre el complot de Tablada y el Estado Libre de Andalucía en los momentos iniciales de la II República española... Y en todas los escritos siguientes (durante la república, gobierno del Frente Popular, golpe de Estado y guerra civil), hasta su fusilamiento por el fascismo español. Nuestros momentos no dejan de ser también algo convulsos. El Occidente político y cultural sucumbe al tiempo que sucumbe el sistema capitalista e imperialista que lo sustenta. Los avances de la República Popular China, guiada por el Partido Comunista, ha llevado al país a los primeros puestos del ranking mundial en desarrollo científico, tecnológico y humano bajo el principio de servir al pueblo, al bien común y al desarrollo de la humanidad, desplazando a todo ese Occidente capitaneado por la clase dominante y terrorista de los EEUU de Norteamérica que, al estar gobernado por inútiles y/o delincuentes, no encuentra otra respuesta que la guerra global, en un último intento de interrumpir el crecimiento económico de los países competidores, principalmente China, y la sobre explotación de la clase obrera europea mediante la paulatina eliminación del Estado del Bienestar. Antes de entrar en la breve relación de propuestas de Infante al movimiento obrero andaluz, en esta primera parte del artículo repasaremos el proceso seguido por el Estado español para la eliminación paulatina del Estado del Bienestar, las posiciones que se han defendido sobre este proceso desde la derecha, la socialdemocracia y el andalucismo. Y en la segunda parte expondremos una síntesis de las propuestas y objetivos que nos propone Blas Infante para la lucha económica, finalizanado con las conclusiones que de todo esto extraemos desde el Sindicato Unitario de Andalucía. Análisis de la tendencia de relaciones laborales en el Estado español Dicen que la reforma laboral de Yolanda Díaz ha tenido como resultado la creación de más empleos y con más derechos ¿La damos por buena? ¿Os parecen bien las subidas del SMI de este gobierno de coalición progresista? ¿Qué os parece la propuesta de reducción de la jornada laboral con el mismo salario? ¿Son estas medidas favorables para la clase obrera andaluza? Para respondernos con fundamento a estas preguntas, antes deberíamos echar la mirada atrás y analizar las tendencias de las relaciones laborales entre el Estado español y el pueblo trabajador andaluz. ¿Cuál es la dirección de esa tendencia? ¿Trabajamos más horas o menos que hace cuarenta años? ¿Tenemos más tiempo de ocio, mayores salarios, poder de decisión sobre el producto de nuestro trabajo…? Proponemos echar la vista atrás para poder observar el curso de la referida tendencia de las relaciones laborales en el Estado español poniendo el punto de arranque en la derrota de la II República española y, con ella, la derrota de la lucha de la clase obrera de los pueblos que conforman el Estado español contra la explotación capitalista y la consiguiente victoria de la Oligarquía española con el apoyo de todas las clases dominantes de las principales potencias (de Italia, Alemania, Francia, Reino Unido y los Estados Unidos). Y, a partir de ahí, repasar brevemente los momentos más significativos en los que esa tendencia se ha materializado en leyes, normas, acuerdos, salarios y nuestras condiciones de vida y trabajo. Tras el baño de realidad que sufrió el franquismo de posguerra, pues aunque cierto que derrotó al movimiento obrero consciente, organizado y revolucionario de los pueblos de España con el apoyo de la comunidad internacional, no encontró ningún tipo de ayuda internacional para derrotar al liberalismo, el otro supuesto enemigo de la Oligarquía española. La autarquía no era posible en un mundo anticomunista, el mundo occidental.ñ N no era posible sin combatir a ese mismo mundo occidental para lo que el franquismo era totalmente incompetente. Así las cosas, a partir de los años 50 del siglo XX, la Oligarquía española, a través de Franco como su brazo ejecutor, desplaza a la Falange de las tareas de gobierno e incorpora a tecnócratas (del Opus Dei), reforma los fueros del Movimiento y del Trabajo, se dota de una Ley de Sucesión, se busca y se obtiene sucesor en la figura de Juan Carlos de Borbón, apadrinado por los EEUU, quien avala la posición que ocupará el Estado español en el mundo a partir de entonces, entregando suelo patrio para su uso como bases militares norteamericanas, máxima autoridad militar desde ese momento, y la apertura de puertas al capital norteamericano, máxima autoridad económica desde entonces de la tan defendida nación española por sus huestes patrioteras. Esta traición a los intereses de la “patria española” por su sometimiento a los intereses del capital foráneo, es decir, el olvido de la resurrección del Imperio Español y el sometimiento a los intereses de otra patria, los EEUU, permitirá cierto desarrollo industrial y con él la reaparición de la organización de un movimiento obrero radical, organizado y dirigido por militantes comunistas, constituyendo un fuerte bastión de resistencia y de lucha por la democracia durante el régimen franquista hasta el final de sus días. Para 1960 la dictadura elabora la Ley Orgánica del Estado, sometida a referéndum y todas las principales cabeceras norteamericanas, inglesas, francesas, etc. aplauden con titulares en los que se ensalza la figura de Franco afirmando ser el único general que ha derrotado a los comunistas en el campo de batalla y que se dispone a abrir las puertas a la democracia. Todo eran parabienes y alabanzas al dictador por parte de las democracias occidentales. Si bien, no era una constitución, sí se le asimilaba en la práctica pues, a los efectos, recogían y reformaban todos los antiguos fueros y leyes fundamentales del Movimiento y preparaban al Estado para que ese proceso reformista desembocara en la constitución de un Estado Social, Democrático y de Derecho, asimilable a su entorno liberal-occidental. Y así nació la constitución española del 78, una constitución que, salvando las distancias y contexto histórico, se asemejaba a la constitución republicana, aunque más avanzada en derechos y libertades burguesas, pero ya con un movimiento obrero y lucha revolucionaria, supuestamente, derrotado tras guerra civil y 40 años de dictadura. Todos estos movimientos políticos de la dictadura de Franco en el plano económico, se corresponden con la política de apertura que da como resultado un cierto desarrollo del capitalismo español con la promoción, entre otros factores, de los polos industriales nuevos como los de Huelva, Algeciras y Badajoz que supondrán un importante aumento del número de la clase obrera ya existente en el norte industrializado. Lugares donde comienza a gestarse también un incipiente movimiento obrero en la industria que obligará finalmente a la dictadura a responder al mismo con la Ley del 77 de Relaciones Laborales que reconoce el derecho a Huelga, siendo hoy día la actual ley de Huelga que sigue vigente a pesar de ser preconstitucional. Sobre comienzo de la década de los 70 del siglo pasado estalla una crisis general en todo el sistema capitalista, crisis energética o crisis del petróleo, siendo su manifestación en el Estado español la crisis del Régimen de la dictadura de Franco, momentos que coinciden con este ascenso de las luchas del movimiento obrero por sus derechos y contra la dictadura. En esos momentos no se suscribía acuerdo alguno con el sindicato vertical si no era con la aprobación de las originarias comisiones obreras (no confundir con la posterior confederación sindical de las CCOO). Por todo ello, la oligarquía española necesitaba un modelo laboral que contuviera y encauzara al pujante movimiento obrero. La clase dominante española no podía resolver aquella crisis económica mundial del inicio de los 70, que les afectaba de lleno, sin hacerse europeos, sin aplicar el modelo europeo, es decir, sin contar con unos interlocutores válidos de los trabajadores que a su vez controlen y contengan al movimiento obrero. Ese modelo se materializó en los Pactos de la Moncloa y el Estatuto de los Trabajadores, que será asentado y desarrollado en todas las posteriores reformas laborales en las que se consolidaron CCOO y UGT como esos interlocutores válidos necesarios, regándolos de financiación estatal, liberaciones sindicales, etc. a cambio de hacer caer progresivamente todos y cada uno de los derechos conquistados por los trabajadores/as en su lucha durante el franquismo. Eso sí, la interlocución no podía ser tan sólo con los comunistas, los más arrojados en la lucha vecinal, política, estudiantil y obrera. Tienen que ser contrarrestados en primer lugar, para más tarde intentar hacerlos desaparecer. Y se crean el PSOE y la UGT. El congreso del PSOE en Suresnes en 1974 cambia la dirección histórica del partido socialista por una nueva cuyos cuadros ya se formaban y formarían en los EEUU en sus más prestigiosas universidades, al tiempo que obtenía financiación desde los EEUU a través de la socialdemocracia alemana (el caso Flick). Así resultó que la transición no fue más que la solución que las clases dominantes españolas, las elites oligárquicas franquistas americanizadas y occidentalizadas, necesitaban para controlar y embridar al movimiento obrero para, posteriormente, dividir, enfrentar, debilitar, comprar, descabezar, etc. al que en aquellos momentos, finales de la dictadura, era uno de los más combativos de Europa. Para esta operación de estado fue necesario contar con el beneplácito de las élites políticas comunistas derrotadas, que no reclamarían la vuelta a la legalidad republicana sino la reconciliación nacional (en 1956 hubo un congreso del PCE donde ya no reclamaban la vuelta a la legalidad republicana sino a lo que denominaron reconciliación nacional. Algunos militantes que llamaban a la “reconciliación” antes de este congreso habían sido expulsados). Ese proyecto político de la transición española también fue acompañado por la iglesia católica a partir de la doctrina social de la iglesia católica tras el Concilio Vaticano segundo, además de por los EEUU en su estrategia de reforzar del denominado “vientre blando de Europa” que lo formaban Portugal, España y Grecia. En esos momentos, finales de los 60 todos esos países tenían dictaduras desgastadas con fuerte conflicto social y contestación obrera y popular; con el riesgo que podía suponer que las mismas dictaduras pudieran caer sin “control” del poder y su orientación política desde los intereses imperialistas de los EEUU y del capital transnacional anglo-norteamericano y europeo, de manera que el proyecto imperialista de las “transiciones democráticas” pasaba por una reforma de las respectivas dictaduras mencionadas sin su derribo, por hacer las pasar de dictaduras debilitadas a “democracias plenas” con el movimiento obrero, popular y revolucionario bajo control. Hoy día, pues, vivimos, “disfrutamos” la herencia de Franco y de su dictadura, aunque más bien la han disfrutado y disfrutan, además de la oligarquía, los cuadros y dirigentes del PP, PSOE y todos los que han salido después al escenario electoralista. Aunque al principio de la transición había un fuerte movimiento democrático que propugnaba la ruptura con la dictadura, frente a la reforma del franquismo, sin embargo fue finalmente derrotado, no hubo ruptura sino reforma de la dictadura. Los mismos jueces, los mismos militares de alta graduación, los mismos grandes empresarios enriquecidos con la dictadura, los mismos policías y catedráticos de las grandes universidades permanecieron en sus cargos pasando, de un día para otro, de oligarcas, cuadros, dirigentes y altos funcionarios franquistas a “demócratas de toda la vida”. Todo ese proyecto de reformas del franquismo frente al movimiento obrero llevó y culminó en que el gobierno preconstitucional de Suarez regulara las relaciones laborales reconociendo el derecho al trabajo y del derecho a la Huelga con la ley del 77, alimentando el espejismo que con democracia se conquistarían más derechos y mejores condiciones salariales y laborales. Ese primer gobierno Suarez, a los seis meses de gobierno, empezó ya a recortar derechos y poder de la clase obrera gracias a la incorporación de la socialdemocracia, la de los comunistas reconvertidos en defensores de la monarquía borbónica y los pilares sindicales de la recién (re)creada UGT y a la conversión de las antiguas Comisiones Obreras de fábrica en la confederación sindical actual de las CCOO. El nuevo régimen resultante proclamará el pluralismo político pero en la práctica sólo dos opciones competirán realmente por acceder a la administración del Estado. Y con respecto al movimiento obrero también se proclamará la libertad sindical, aunque las subvenciones sólo permitirán dos principales opciones sindicales como interlocutores válidos de los trabajadores. Dos grandes centrales que de cara a la galería, aparentemente una se opone a las medidas laborales del gobierno y otra las apoya, para finalmente acabar cediendo y firmando los recortes y pérdidas de derechos. El sistema del bi-sindicalismo se concreta en que en algunos acuerdos que suponen retroceso y pérdida de derechos solo uno de los sindicatos oficiales los firma, en otros los firma el otro, en otros casos los firman los dos y en escasos momentos no los firma ninguno de ellos. Por ejemplo, el plan de empleo juvenil de Felipe González (que los jóvenes entraran en la empresa con condiciones a la baja de las del convenio de aplicación), se consiguió que el gobierno lo retirara tras una huelga general convocada por ambas centrales sindicales. Sin embargo, más tarde, un decretazo introduce todo el contenido del plan de empleo juvenil y ya CCOO y UGT miraron para otro lado, para el lado de sus cuentas corrientes rebosnates de dinero público. Rápidamente con el nuevo modelo europeo de relaciones laborales de interlocutores válidos, desde esos inicios de la transición, se empezó a pasar, desde un mercado laboral en el que predominaba el empleo fijo y estable con amplios derechos al final de la dictadura franquista, a una situación de ampliación de la división en la clase obrera, donde a la ya existente diferenciación entre hombres y mujeres, se les añadió con los nuevos recortes en derechos nuevas divisiones: entre adultos y jóvenes, entre fijos y eventuales o temporales, entre ciudadanos y sin papeles, etc. divisiones que por supuesto se han consolidado y afianzado hasta hoy día, que además de fomentar diferencias e intereses entre los trabajadores implican una diferente retribución salarial y derechos por el mismo trabajo con lo que la patronal salía beneficiada en su proceso de acumulación. En definitiva, CCOO y UGT son y han sido y jugado el papel de correas de transmisión del estado burgués y de los intereses de la oligarquía, financiados generosamente desde el propio estado, siempre con el papel de representantes legales de los trabajadores para mantener al movimiento obrero contenido, controlado, domesticado, dividido, atomizado, enfrentado, desencantado, sin referentes de lucha, desmemoriado respecto a sus tradiciones de lucha y conquistas, inconsciente de la sangre y lucha obrera que hay detrás de cada derecho conquistado que vamos perdiendo, etc. Y 40 años después nos damos cuenta que sin lucha y movilización y organización no hay derechos, si nos conformamos con votar, tendremos los prestigiadores y charlatanes de turno, que nos hacen falsas promesas democráticas y de derechos mientras nos los van quitando vendiéndolos a la oligarquía. Y sin estos sindicatos oficiales, del régimen, los nuevos “sindicatos verticales” y algunos otros amarillos y similares, no hubieran sido posibles todas las contra-reformas laborales y recortes de derechos a la clase obrera realizados por todos los gobiernos posteriores a los de la dictadura desde el preconstitucional de Suarez al actual gobierno de “coalición progresista” de PSOE y Sumar. Políticas anti-obreras a favor del capital que se realizan tanto a nivel del estado central como en los gobiernos autonómicos, con un partido u otro del bipartidismo (PSOE o PP), en el papel de columna vertebral o pata izquierda o derecha del régimen, tanto con gobiernos de izquierdas como de derechas, con mayoría absoluta o en coalición. Aquí en Andancia esas reformas las ha ejecutado tanto gobiernos del PSOE en solitario como en coalición, unas veces con IU, otras PA, otras con Ciudadanos y ahora lo hace el PP con ayuda parlamentaria de Vox, pero no cambia la tendencia. Lo único es que la oligarquía cuando las cosas van mal y tienen que atacarnos a la clase obrera prefieran a los progresistas que tienen controlado al movimiento obrero y cuando las cosas van bien prefieren a la derecha. En definitiva, como explicaba Eduardo Galeano con su magistral fábula del cocinero y los animales de granja, “está fuera de toda duda que ustedes van a ser cocinados. Lo único que ustedes pueden elegir es la salsa con la que van a ser cocinados”. Tomando un poco de perspectiva histórica la estrategia de aplicar la misma política anti-obrera con distinto partido o independientemente del partido que saliera es una vieja estrategia de las clases dominantes, ya lo hacía Alfonso XIII durante la restauración, su abuela exiliada por corrupta Isabel II o los dirigentes de la segunda república, cuya política económica tampoco variaron en lo fundamental de la que se había venido produciendo durante la restauración. Con el mantra en el que se vinculaba el descenso del paro con el aumento de la tasa de ganancia, lo que se conoce como crecimiento económico, unido al mantra en el que se dice que en democracia se alcanzarán más derechos y mejores salarios, comienza el partido. Si la ley de huelga se conquistó en abril de 1976, en octubre de ese año Suárez suspende el artículo 35 de la Ley de Riesgos Laborales estableciendo el despido libre. A partir de ese momento es la empresa y no el trabajador quien decide la vuelta a su puesto o quedarse fuera de la empresa en caso de despido improcedente. Medida que provocó la convocatoria de una huelga general con una participación de más de dos millones y medio de trabajadores y trabajadoras. A pesar de esta contundente respuesta de la clase obrera, el camino de la reforma o contra-reformas continúa en la seguridad del triunfo al empezar a ser financiada la actividad sindical durante estos primeros años de Transición y de nuevo régimen. Financiación con la que los dirigentes obreros estaban siendo elegidos para conformar las nuevas direcciones sindicales, como los representantes legítimos que controlasen el movimiento obrero, para acabar siendo totalmente financiados con las ayudas del propio Estado. La ofensiva patronal continúa de manos del gobierno de la UCD. Comienza en 1977 con los Pactos de la Moncloa, aprobado con el 100% de las Cortes y con campaña favorable de los grandes sindicatos y enarbolando la bandera de combatir la inflación mediante la moderación salarial, acordando, la contratación temporal y el ajuste de las plantillas en situación de crisis. En 1979 el Acuerdo Básico Inter-confederal, entre UGT y CEOE, que sienta las bases para el futuro estatuto de los trabajadores de 1980, que consagrara el despido libre de forma individual y colectiva. Reduce la cuantía por despido improcedente de un tope de 48 mensualidades a 42, y la opción de readmisión o aceptar la indemnización ya no opera en manos del trabajador sino del empresario. También en 1980 se produce el Acuerdo Marco Inter-confederal, de nuevo entre UGT y la CEOE, con el que se fijan los criterios para la negociación colectiva sobre salarios, productividad, derechos sindicales y el tiempo de trabajo. Concluyendo este periodo de contra-reformas laborales del gobierno de la UCD en 1981 con el Acuerdo Nacional de Empleo, donde Gobierno, CEOE, UGT y CCOO pactan moderación salarial, aceptándose incrementos salariales por debajo de la inflación. También trajo nuevas formas de contratación laboral destinadas a jóvenes sin primer empleo. Leyes, pactos y acuerdos entre gobierno, patronal y sindicatos interlocutores válidos que van cambiando, invirtiendo la tendencia de conquista de salarios y derechos conseguida por la clase obrera en su lucha contra la dictadura. A partir de ese momento se dispararán las exiguas, hasta el momento, subvenciones estatales a los sindicatos para convertirse en una financiación en toda regla y global. Y con esta regresión en derechos y salarios termina el primer gobierno de la democracia, el de la UCD. Le siguieron varios gobiernos del PSOE. Los acuerdos más significativos en materia de relaciones laborales de los gobiernos socialistas fueron: en 1983 Acuerdo Inter-confederal (AI) entre PSOE, UGT, CEOE y CC.OO, que nuevamente refuerza la moderación salarial. Real Decreto 2317/1983 regula los contratos en prácticas, de aprendizaje y el contrato a tiempo parcial. Ya en 1984 el Acuerdo Económico y Social (AES) suscrito entre UGT, CEOE y CEPYME, donde se fijan las pautas de negociación colectiva. Con la Ley 32/84 de reforma del estatuto de trabajadores el empresario ya no tiene que justificar la contratación temporal. Además, se amplía el catálogo de la contratación temporal incluyendo 14 modalidades reforzando la división de la clase obrera. Todo ello justificado, amparado por tesis o dogma ampliamente difundido por los medios de la época: “más vale tener un empleo con pocos o ningún derecho que no tener empleo”. Esto lo afirmaba un presidente y un partido socialista que se habían presentado a las elecciones diciendo que iban a crear 1 millón de puestos de trabajo y que tenían 3 millones de parados y tasas de paro desbocadas. En 1985 aprueban la Ley de Racionalización de los Sistemas Públicos de Pensiones que conlleva un endurecimiento de los requisitos exigidos para la percepción de las pensiones de jubilación; y una modificación del sistema de cálculo para establecer la base de las mismas con el fin de reducir su cuantía. Según estudios de la época con esta ley se hizo perder un 12,5% de poder adquisitivo a las pensiones.Todo ello provocó la convocatoria de la primera huelga general contra el gobierno del PSOE, convocado el 20 de junio de 1985 por CCOO junto a los sindicatos USO, CNT y ELA-STV, en la que participaron más de 4 millones de trabajadores. El gobierno del PSOE siguió su línea tras una nueva vitoria electoral y en 1987 volvió a la carga contra la clase obrera aprobando la Ley de Fondo de Pensiones que regula los planes y fondos de pensiones y que supone el primer paso en el camino de la gestión mercantil de las mismas y su privatización. En 1988 la temporalidad afectaba ya al 25% de los asalariados, siendo los jóvenes los más afectados (57%). Y la tasa del desempleo superaba todavía el 20% fruto de las reconversiones industriales. En esas condiciones y con la excusa de la alta tasa de temporalidad de los jóvenes el gobierno del PSOE decidió aprobar el Plan de Empleo Juvenil para la contratación de jóvenes con menos derechos y salarios que los pactados en convenios, en concreto por el SMI de aquel momento para cualquier empleo y con exención de cotizaciones por el empresario a la seguridad social. Sin embargo, la Huelga general del 14 de diciembre de 1988, convocada por CC.OO. y UGT y la mayoría de sindicatos, obtuvo un extraordinario respaldo y consiguió la retirada del proyecto. También en 1998 aprueba el gobierno del PSOE el decreto-ley 1/1992 del 3 de abril de medidas urgentes de fomento de empleo y protección del desempleo encaminado a disminuir los parados con derecho a prestación, disminuir la cuantía y el periodo de percepción de las prestaciones, y disminuir la aportación del Estado. De esta manera, desde 1993 los Presupuestos Generales del Estado dejan de financiar la cobertura al desempleo. En 1994, ya con una tasa de paro del 25%, aprueban una contra-reforma laboral que incluye: contrato de aprendizaje, contrato-basura para los jóvenes (lo que suponía reincidir en el frustrado objetivo del Plan de Empleo Juvenil de 1988). Pero sin lugar a dudas, la “medida estrella” tomada en 1994 fue la Ley 14/1994 que legalizaba la cesión de mano de obra, el prestamismo laboral, en menoscabo de los servicios públicos de empleo, la legalización de las ETTs. Y con ello más de nueve ocasiones en los que con decretos, leyes y acuerdos culmina el periodo socialdemócrata con un aumento magistral de los márgenes de poder empresarial en el despido. Se incorporó el llamado despido económico mediante el cual los empresarios tuvieron la potestad de despedir al 10% de la plantilla sin necesidad de recurrir al Expediente de Regulación de Empleo, las condiciones de trabajo se vieron alteradas a peor en aspectos como la movilidad funcional y geográfica, la polivalencia de los puestos de trabajo, la jornada laboral, vacaciones y descansos. Fueron derogadas paralelamente Ordenanzas Laborales, lo que contribuyó a acentuar la desprotección de sectores más vulnerables, los que por diferentes motivos de sobre explotación, persecución sindical... no pueden ejercer el derecho a la libertad sindical que incluye la negociación colectiva regulado en la Ley Orgánica 11/1985 de Libertad Sindical. Esta reforma provocó la contestación sindical con importantes manifestaciones de protesta que culminarían el 27 de enero de 1994 con la convocatoria de huelga general por parte de CC.OO. y UGT. La participación superó a la del 14-D de 1988, pero sin suponer una paralización absoluta de la vida nacional que sí supuso el 14-D. El Gobierno rechazó la negociación e hizo cundir entre las centrales convocantes del paro, la idea de que la huelga había sido una “derrota sindical”. Ello condujo al abandono de la estrategia de confrontación sostenida hasta ese momento por los sindicatos. Pero ni cesa la avaricia de la Oligarquía española ni disminuye la traición a los intereses de la clase obrera por parte de los interlocutores válidos. El siguiente gobierno, el que hablaba catalán en la intimidad y nos embarcó en una guerra ilegal e ilegítima contra Iraq, el gobierno del Partido Popular de Aznar, continuó la tendencia. Ahora el mantra, el dogma en el que ponen todavía más el acento será la moderación salarial para el crecimiento económico. O sea, menos salarios y más beneficios. Y así en más de cuatro ocasiones, con leyes, decretos y pactos se sigue abaratando el despido y precarizando nuestras condiciones laborales. En 1996 se aprueba la Reforma Laboral del Gobierno del PP en minoría, CEOE, CEPYME, CCOO y UGT. Los sindicatos firman lo que no firmaron en 1994 y continúa la dinámica de subvencionar y bonificar las cotizaciones empresariales. Aprueban un nuevo contrato de fomento de la contratación indefinida (fijo barato), con una indemnización por despido recortada pasando de 45 días de salario por año de servicio con un tope de 42 mensualidades, a 33 días con un tope de 24 mensualidades. Sustituyen el contrato de aprendizaje por el contrato para la formación, nueva modalidad de contrato-basura, todavía más si cabe, destinado al colectivo joven. A pesar de que el argumento para justificar estos recortes era reducir la tasa de temporalidad y la tasa de rotación de empleo, ninguna se consiguió reducir. En el año 2000 el gobierno del PP aprueba la Ley Orgánica 8/2000 sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social, la llamada Ley de Extranjería, con la que a los trabajadores inmigrantes "sin papeles" se les excluye de cualquier derecho laboral o ciudadano (reunión, opinión, participación, desempleo, vivienda…). En 2002 Acuerdo de la Negociación Colectiva (ANC) CEOE-CEPYME. De nuevo para la moderación salarial y la subordinación completa de los trabajadores a la flexibilización continua y a la competitividad de las empresas. En 2002 llegará el “decretazo” del gobierno del PP que modifica a la baja las prestaciones por desempleo y de abaratamiento del despido. Esta reforma estableció la posibilidad de eliminar los salarios de tramitación en el supuesto del despido disciplinario improcedente si el empresario reconocía la improcedencia y depositaba rápidamente la indemnización en 48 horas. La respuesta fue un llamamiento por parte de CC.OO. y UGT a una huelga general que se llevó a cabo el 20 de junio de 2002. Finalmente, el decretazo se impuso mediante un acuerdo entre CC.OO., UGT y patronal que, aunque suavizando algunos aspectos, lo fundamental continúa vigente: despidos más fáciles y baratos y recorte de las prestaciones por desempleo tocando de muerte el subsidio por desempleo a jornaleros andaluces y extremeños. Eso sí, aunque todas las reformas las vendían como avances en bienestar para trabajadores y trabajadoras, no colaba y así volvemos a un nuevo gobierno socialdemócrata, el de Zapatero que prometía no defraudar a sus votantes. Claro que al finalizar su legislatura entendimos a qué votantes se refería. Y no eran los que lo habían convertido en presidente mediante sufragio universal, si no a los oligarcas que lo habían “votado” para que las elecciones lo legitimaran como presidente. Así volvió a abaratar el despido, reducir la cotización por desempleo, reducir las cantidades a abonar del FOGASA, reducir las cotizaciones empresariales, aumentar el periodo de cotización mínimo para acceder a una pensión, endurecer las condiciones para acceder a la jubilación parcial, reducir la indemnización por despido improcedente, la edad de la jubilación pasó de los 65 años a los 67, vincular los aumentos salariales a la productividad de las empresas, imponer el convenio de empresa como el de referencia y un largo etc. de reducciones de derechos a los trabajadores/as. En 2006 el gobierno de ZP aprueba su reforma del mercado de trabajo, firmada por CCOO y UGT y las organizaciones empresariales, que contiene el contrato “de fomento para la contratación indefinida”, fruto de la reforma laboral de 1997 cuya indemnización en caso de improcedencia del despido es más barata, y que va camino de normalizarse como el contrato indefinido que sustituirá al ordinario. A pesar de que este contrato se ha ampliado a más colectivos no ha invertido la temporalidad. La cotización por desempleo en la contratación indefinida durante el gobierno de ZP pasará gradualmente hasta 2008 de un 6% a un 5%. El FOGASA se reduce del 0,40% al 0,20%. Las cotizaciones empresariales para los contratos temporales realizados por ETT's pasa a ser del 7,7% al 6,7%. A la reforma laboral de este gobierno del PSOE de ZP hay que sumarle también la reforma de la Seguridad Social y las pensiones firmada por empresarios, Gobierno y sindicatos mayoritarios. Esta reforma ha elevado el periodo mínimo de cotización para acceder a una prestación por jubilación de 12,8 a 15 años y ha endurecido los requisitos necesarios para acceder a la jubilación parcial. En 2010 aprueban la Ley de medidas urgente para la reforma del mercado de trabajo, del 17 de septiembre que provocó la huelga general convocada por CC.OO. y UGT del 29 de septiembre. Ley que facilita y bonifica la contratación temporal; da más facilidades para el despido por causas objetivas (reducción de la indemnización a 20 días por año); generaliza el contrato de fomento de indefinidos (el de 33 días por año); aumento de las bonificaciones a los empresarios que pueden cubrir el pago del despido al año o año y medio; y da facilidad para la modificación de las condiciones laborales pactadas en el contrato. Todavía en 2011, antes de las elecciones anticipadas de final de año, el gobierno del PSOE de ZP aumentó de la edad de jubilación a los 67 años y en marzo del mismo año firma el Pacto del euro que establecía la reforma con el consiguiente recorte del sistema de pensiones y de prestaciones sociales, reduciendo los derechos de los trabajadores, sacrificando a los trabajadores por el crecimiento económico, es decir, el incremento de los beneficios empresariales. Antes del fin de la legislatura en Junio, el gobierno aprueba Real Decreto Ley de medidas urgentes para la reforma de la negociación colectiva que aleja a los trabajadores de la negociación; obstaculiza el derecho a huelga y vincula los aumentos salariales según productividad de las empresas. El gobierno del PSOE de ZP concluye decepcionando a los suyos y a los principios o fundamentos ideológicos socialdemócratas más clásicos y así pierde las elecciones que él mismo adelantó, como dijo ZP, “me cueste lo que me cueste lo que me cueste” al referirse a su decisión de aplicar las políticas económicas de austeridad y recortes de las instituciones financieros y políticas internacionales, al aplicar las decisiones que demandaba el capital transnacional. Llega entonces al gobierno el PP de M. Rajoy a lomos de ese desencanto y de la promesa electoral de no realizar recortes sociales, que se encargaron de repetir hasta la saciedad los principales dirigentes del PP de la época, tanto cuando eran oposición a ZP durante la crisis como en la campaña electoral. Pero nada más llegar hicieron desde el gobierno todo lo contrario de lo que dijeron en campaña electoral. Estos mimbres nos llevan a la legislación laboral del PP de Rajoy, la reforma laboral la aprueban con el Real-Decreto Ley, 13 de febrero de 2012 que implanta un despido más barato. Se invierte la carga de la prueba en el derecho laboral: el despido es procedente a priori y demostrar que no lo es corre a cuenta del trabajador, que tendrá que acudir al juez. En el caso del despido objetivo, que permite a las empresas despedir por causas económicas, organizativas, técnicas o de producción con una indemnización de 20 días por año trabajado, no será necesario ni siquiera que la empresa incurra en pérdidas reales, motivo que se mantiene. El despido se justifica por causas económicas cuando se prevean pérdidas en el futuro o cuando una empresa lleve nueve meses consecutivos con una caída de ingresos o de ventas. La reforma laboral de Rajoy elimina la autorización laboral de los despidos colectivos. Es decir, que el ERE (Expediente de Regulación de Empleo), ya no tiene que mediar acuerdo entre empresa y trabajadores y no necesaita la aprobación de la Consejería de Empleo de la comunidad autónoma o del Ministerio de Empleo: ahora solo será necesaria la autorización judicial a posteriori. Además, facilita por primera vez el despido colectivo en todas las Administraciones Públicas y en todas las empresas, organismos y entidades que forman el sector público. Se libran (por ahora) los funcionarios de carrera, pero no el personal laboral. La causa, como en el sector privado: nueve meses de insuficiencia presupuestaria sobrevenida y persistente. Será con esta reforma la primera vez que la cuantía salarial figura entre los aspectos "a tocar" por la empresa por motivos técnicos, organizativos o de producción. Cabe incluso reducir sueldos a los empleados que rindan poco. El procedimiento, comunicar la decisión al trabajador con 15 días de anticipo. Aprueba la reforma un nuevo contrato para impulsar las contrataciones indefinidas de jóvenes en las pymes con un periodo de prueba de un año, lo que de hecho supone el despido libre gratuito. Además, se da más facilidades a empresarios para cambiar jornadas, turnos, funciones y salarios; para ello solo es necesario que invoque motivos económicos, como pérdida de competitividad o de productividad. También puede hacerlo cuando la empresa registre dos trimestres de caídas de ventas o ingresos, aunque no tenga pérdidas. El empleador tiene una mayor flexibilidad en la distribución de las horas de trabajo ya que puede distribuir a su elección las horas extraordinarias y las complementarias. La ETT podrá actuar como una agencia de colocación privada. Antes, las ETT solo podían poner a disposición de una tercera empresa, con carácter temporal, a trabajadores contratados previamente por ella. Con la reforma, una empresa de trabajo temporal (ETT) puede convertirse en una agencia de colocación privada con ánimo de lucro. El dogma o mantra justificativo de la reforma de Rajoy fue la creación de empleo con mayor estabilidad. El gobierno de Rajoy intentó conseguir su reforma laboral con la firma y acuerdo de los sindicatos mayoritarios y la patronal. El acuerdo estaba a punto, casi alcanzado por los agentes sociales, sin embargo no concluyeron a tiempo la negociación o no les dio el gobierno más tiempo y entonces introdujo su reforma mediante un decretazo, dejando algunos aspectos pendientes como nuevos cambios en la negociación colectiva y los modelos de contratos. Será el próximo gobierno quien tendría que afrontar estos flecos. Analizar y valorar la reforma laboral de Yolanda Díaz, es casi tanto como analizar la de M. Rajoy, pues Díaz la conservó en lo fundamental y no hizo más que lo que no le dio tiempo a hacer Rajoy, traicionando su propia propuesta y promesa electoral que además reiteró ante fervorosos aplausos en un congreso de CCOO donde Díaz dijo que se derogaría la reforma de Rajoy “le pese a quien le pese”. Si Felipe González y el PSOE prometían sacarnos de la OTAN y acabaron metiéndonos todavía más, Yolanda Díaz y Sumar prometían la derogación de la reforma laboral de M. Rajoy y acabaron perfeccionándola en los flecos y reivindicaciones de la Oligarquía española pendientes, como negociación colectiva y contratos eventuales, llegando hasta tal punto que la reforma fue apoyada por grandes empresarios y por la FAES de Aznar. Como resultado de todos estos procesos de contra-reformas laborales ininterrumpidos desde la transición, pasamos, de la lucha obrera durante el franquismo que era por salarios por encima de la inflación y por mejoras en los derechos laborales, a la democracia, donde, como bien sabemos y sufrimos, los salarios suben sólo por debajo de la inflación, con el consiguiente empobrecimiento paulatino y sistemático de trabajadores y trabajadoras, se eliminan los derechos laborales conquistados a la dictadura con lucha, sufrimiento y sangre y se malvenden a cambio de nada para la clase obrera. En cada reforma de la legislación laboral se ha retrocedido y entregado una parte de ellos. Son contra-reformas que tienen un efecto acumulativo, que van de más derechos a menos y sostenidas en el tiempo como tendencia, de manera que lo que pierdes en una reforma no lo ganas a la siguiente, y así desde entonces de reforma en reforma seguimos perdiendo y perdiendo, los ricos cada vez más ricos y la clase obrera, a pesar de generar la riqueza, cada vez más pobres. Esta tendencia histórica de reducción progresiva en derechos laborales es coherente con el objetivo fundacional de la Unión Europea de acabar con el estado de bienestar. Para las burguesías monopolistas europeas constituye un gran obstáculo a la competitividad y productividad, es decir, a la acumulación de capital frente al nuevo orden mundial multipolar que emerge como consecuencia de la alta competitividad y productividad de la economía china. Además, el reparto del gasto social mundial es a un 50% para los quinientos millones de europeos y el otro 50% para el resto de los siete mil quinientos millones de habitantes del planeta y que sólo tuvo sentido para las burguesías monopolistas europeas para la contención del movimiento obrero ante una posible adhesión a la alternativa soviética que ya no existe. En definitiva, como resultado de todas esas contra-reformas y políticas económicas pro-acumulación de capital, que se ha manifestado en esa tendencia de nuestros derechos a la baja, forman un mecanismo que acaba enriqueciendo más a los ricos y empobreciendo más a los pobres, que somos quienes creamos la riqueza. Así, nos han llevado desde una situación de lucha y vanguardia del movimiento obrero a finales del franquismo a la situación actual de socavamiento y entrega sistemática de nuestros derechos a cambio de nada para la clase obrera y que tienen como consecuencia el empeoramiento progresivo y continuado de nuestras condiciones de vida y trabajo. Mientras que para nuestros interlocutores y gracias a las falsas promesas democráticas y de derechos del reformismo socialdemócrata político y sindical han obtenido subvenciones, cargos, liberaciones, etc. haciendo así de ese sindicalismo y modelo sindical, una forma de vida y una solución de la vida de sus sindicalistas. Por todo ello estamos en la situación en la que estamos, la legislación y la justicia al servicio del capital, los sindicatos que aún propugnan por la organización de la clase obrera y la organización de las luchas contra el capital, sin poder y en condiciones de semi-clandestinidad. Y las pocas instituciones que se presumirían herramientas de protección como la inspección de trabajo recortada en sus competencias y efectivos hasta dejar actualmente a los trabajadores de forma individual a pecho descubierto ante empresario y patronal. Y por mucho que aparentemente se peleen izquierda y derecha, todo es teatro independientemente de quien gane en las elecciones políticas o sindicales, la tendencia en cuanto a nuestros derechos no varía, es de pérdidas, recortes, de más a menos. Pero no está todo perdido. Bajo las entrañas del sistema, en la clandestinidad en los países sin libertades democráticas y en la semiclandestinidad en el resto de países, democráticos en apariencia pero dictatoriales siempre para la clase obrera, los pobres, y los pueblos explotados y sometidos, quedan los rescoldos de aquel movimiento obrero consciente y organizado. Rescoldos que bajo las condiciones apropiadas se volverán a convertir en fuego devastador del sistema capitalista, porque... ¡Todo está por ganar! Medidas en relaciones laborales socialdemócratas, ultraderechistas y andalucistas Veamos más en concreto algunas de las medidas y actuaciones políticas y legales estrellas de de los sucesivos gobiernos especialmente los de “izquierdas y obreros”. El modus operandi siempre es el mismo, una promesa esperanzadora en el programa electoral con buena pinta, aparentemente favorable a los trabajadores, después directamente incumplen su propuesta haciendo exactamente su contrario, traicionando a la clase obrera y a sus electores, un “donde dije digo, digo Diego”. También pueden optar por reconducir la propuesta para introducirle un “truco” una “letra pequeña” que acaba desvirtuándola y convirtiéndola en una propuesta al servicio e interés de la oligarquía, del empresariado y del estatus quo. Veamos algunos ejemplos. La última reducción de la jornada laboral sin reducción de salario se realizó con el gobierno de Felipe González en 1983, aplicando la correspondiente promesa electoral del PSOE en la elecciones de 1982. No significó una reducción de la productividad, como vaticinaban los empresarios y la derecha, sino que conllevó a un aumento de los ritmos e intensidad del trabajo. La “letra pequeña” de aquella reforma estuvo en sus instrucciones o reglamento de aplicación. El propio Nicolás Redondo, líder por entonces de la UGT, el sindicato socialista, declaró que en esta medida el gobierno le había engañado. Así que si aquella reducción de la jornada laboral no fue en interés de los trabajadores ¿fue en interés de la oligarquía y su estado? En aquellos momentos estaba en marcha el proyecto de entrar en la Unión Europea por parte de la oligarquía española para continuar la revolución liberal que estaba llevando a cabo la oligarquía española. La exigencia europea, entre otras, era la reconversión industrial: cierres, privatizaciones y despidos masivos en la gran industria. Para ello venía muy bien reducir la jornada laboral ante tanto paro que se avecinaba manteniendo e incrementando la productividad y competitividad de la economía capitalista española en manos del capital foráneo. Ahora, el gobierno de coalición progresista nos va “a vender la moto” de la reducción de la jornada laboral sin reducción de salario ¿Es posible que haya un nuevo “truco” o interés de la oligarquía detrás de esta propuesta aparentemente de interés obrero? Pues, sí, callan que van a dar la facultad a los empresarios para tener más capacidad, todavía si cabe, para la desregularización de la jornada laboral. Es decir, más poder para que decidan sobre el horario laboral de las clases asalariadas, que se traducirá en más disponibilidad y flexibilidad horaria por nuestra parte. Por ejemplo, si tienes 1800 horas al año, actualmente te podrían desregularizar el 10 % de ese horario avisándote con 5 días de antelación (aunque en la realidad te avisan de un día para otro -o el mismo día- que trabajas menos horas o que no trabajas, con reducción la salarial correspondiente o que trabajas más horas de las establecidas para la jornada diaria sin que sean horas extras). Ahora la reducción de la jornada laboral es a cambio de que los empresarios puedan ampliar esos márgenes de poder sobre nuestros horarios laborales, para que nos tengan a su disposición, más a disposición de la empresa y sus intereses y menos disponibilidad sobre nuestro tiempo libre para conciliar vida familiar, educación, ocio, etc. Además la reducción de jornada lleva aparejada una exigencia del incremento de la productividad, lo que se traducirá en una exigencia empresarial extra a los trabajadores de reducción de los tiempos de trabajo para una misma tarea. Por ejemplo, ¿de dónde va a salir la reducción de jornada sin reducción de sueldo de las kellys? Pues de tener que limpiar el número de habitaciones que venían haciendo durante la jornada sin reducción ahora en el tiempo de la actual jornada reducida, ello es conseguible fundamentalmente con el incremento de la intensidad y ritmo de trabajo, luego a costa y empeorando la vida y la salud de las trabajadoras, es decir, aumentando la sobre explotación de nuestras vidas. Recientemente, a comienzos del verano, el gobierno de coalición progresista nos sorprendía con otra propuesta de supuesta mejora laboral: la jubilación anticipada para trabajadores y trabajadoras en profesiones peligrosas y penosas. Suena bien ¿verdad? Esto ya sí que parece una medida efectiva a favor de los trabajadores para contribuir a paliar las enfermedades a consecuencia del trabajo y los altísimos índices de accidentes laborales buena parte con resultado de muerte durante la prestación del trabajo. Pues vaya, va a ser que también tiene “letra pequeña”, en referencia a la determinación mediante estudios previos de la peligrosidad y penosidad y en la fijación de unos coeficientes reductores que fijan la cuantía de la anticipación de la edad de jubilación, que se determinan según el grado de penosidad y peligrosidad del trabajo. Sin embargo, trece años más tarde del R.D. 1698/2011por el que se regula el régimen jurídico y el procedimiento general para establecer coeficientes reductores y anticipar la edad de jubilación en el sistema de la Seguridad Social, aún no se han hecho los estudios necesarios sobre sectores que han solicitado jubilación anticipada prevista en la referida legislación. La propia OIT denuncia el caso del Estado español donde las enfermedades profesionales vienen sufriendo una escandalosa falta de diagnóstico, registro y compensación, además de un fraude preventivo. Por otra parte, también serán determinantes en los coeficientes reductores la duración de las bajas, de manera que a menos duración menos coeficiente reductor. Y si contamos con que el propio acuerdo prevé una privatización de los servicios sanitarios de ciertas enfermedades profesionales, las rehabilitaciones y pruebas correspondientes, aquí tienen otra llave con la que restringir esas jubilaciones vía reducción de los coeficientes por aceleración de los procesos de tratamiento y curación con altas prematuras. En definitiva, vemos con cierta perspectiva cómo es en los hechos la actuación sistemática e histórica de la socialdemocracia y el reformismo. Como ya dijo Lenin, el reformismo hace falsas promesas democráticas de derechos al pueblo y la clase obrera que luego venden a la burguesía. Normalmente a cambio de poder, privilegios, prebendas, cargos para sus dirigentes y poder y recursos para sus organizaciones. Todas las propuestas “de mejora” van el mismo sentido.Otras veces el gobierno “progresista” aprueba medidas laborales sin ninguna apariencia de ser beneficiosas para los trabajadores, sino abiertamente medidas que aprobaría cualquier gobierno de derechas, con la ventaja para la oligarquía y el estado de que la respuesta obrera y la conflictividad social que provocarían esas medidas al ser adoptadas por “un gobierno de izquierdas”, “un gobierno de progresista”, etc. quedan amortiguadas o anuladas. De esta manera, este mes de agosto, para que así la respuesta obrera sea todavía más neutralizada (esto de aprobar medidas laborales en vacaciones de agosto también lo hacía el franquismo), pues como decimos, este mismo mes de agosto, entra en vigor una modificación sobre el Estatuto de los Trabajadores, realizada por el departamento de Yolanda Díaz, que afecta al despido. En concreto, facilita el despido cuando un trabajador solicita una adaptación de jornada por cuidado de hijos o familiares dependientes que hasta ahora conducía a una sentencia de despido nulo. A partir de finales de agosto de 2024 podrá ser considerado por los juzgados de lo social como despido procedente. Por tanto, más poder y facilidad empresarial para despedir, más debilidad para la clase obrera, más precariedad laboral e incertidumbre para los trabajadores, menos igualdad de oportunidades, mayor dificultad para la conciliación de la vida laboral y familiar, etc. Ahora dicen que ha sido un error, que lo rectificarán cuando vuelva a abrir el Congreso de los Diputados y Diputadas en septiembre. Veremos. Mientras, la ultraderecha hace cantos de sirena a la clase obrera con su propuesta de “impulsar la subida generalizada de salarios, especialmente los más bajos”, aunque acto seguido “nos descubren”, según ellos, la causa de los bajos salarios y la precariedad: los sueldos de los políticos. Así que tienen una contradicción que resolver entre su práctica y su programa electoral ya que ellos mismos son políticos y cobran un sueldo por ello y como tales, según su razonamiento, contribuyen a la causa de bajos salarios de los trabajadores. Además, puesto que se declaran constitucionalistas, deberían proponer un salario constitucional, es decir, un salario que sea suficiente y necesario para satisfacer las necesidades vitales del trabajador y su familia como indica la constitución. La cara B de su propuesta, la letra pequeña, es cómo dicen que quieren hacer posible la subida de salarios: con la desregulación de las relaciones laborales. Es decir, eliminar los restos de los pocos derechos que vayan quedando, la ley de la jungla para los trabajadores, eso sí, a los empresarios, por ley, bajarles las cotizaciones. Y de propina medidas limitantes del derecho de huelga así como medidas xenófobas e inhumanas, bonificando cotizaciones a empresas que contraten a “españoles” con la sangre limpia de impurezas raciales. Por otro lado, las propuestas electoraleras autodefinidas como andalucistas han dejado y dejan mucho que desear a la clase obrera andaluza. En primer lugar, ninguna pone en cuestión el régimen post franquista que mantiene, en lo esencial, el régimen de colonia de la economía andaluza. Este régimen colonial tienen muchas manifestaciones pero nos vamos a centrar ahora en una sola. El crecimiento económico de la Oligarquía española durante todo este tiempo de desregulación laboral, aunque exiguo ha sido el único posible por el papel que ocupa el Estado español en la economía mundial. Para evitar ley de la caída tendencial de la tasa de ganancia no existe remedio más eficaz que aumentar la explotación de la clase obrera. Pues bien, mientras que el crecimiento económico de la Oligarquía significaba disminución del paro por regla general, en las colonias interiores del Estado español significaba lo contrario: aumento del paro. Las organizaciones autodefinidas como andalucistas, al aceptar el régimen post franquista se convierten al mismo tiempo en candidatas a poder ejecutar las leyes del Estado, que es el papel fundamental que la Constitución de la Oligarquía española del 78 tiene previsto para las comunidades autónomas. Ya sea de izquierda o de derecha, más españolistas o menos españolistas, desde la clase obrera andaluza no vemos ni un resquicio de ruptura con el régimen, con las Instituciones centrales del Estado o con las políticas anti obreras que emanan de las Cortes españolas. Las más de izquierda, como mucho, se plantean la defensa del Estado del Bienestar, pero sin luchar contra la principal fuente del desmontaje del mismo, la Unión Europea. Infante ya dejó dicho y escrito que los andaluces no somos ni queremos ser europeos, somos euro-mediterráneos, euroafricanos, y que España es el amo que nos impuso Europa. De manera que, las instituciones del estado español así como las de la UE no son más que herramientas de dominación de clase y de pueblos para los intereses de las burguesías monopolistas europeas al servicio de los grandes capitales euro –norteamericanos e internacionales. No son más que marcos y reglas para y al servicio de la acumulación de capital. Además, y para más inri, el gobierno autonómico andaluz no tiene competencias sobre las relaciones laborales. En definitiva, las herramientas del amo no pueden servir como herramientas de liberación ni nacional ni de clase. Esa liberación solo podrá venir de la lucha y auto-organización del pueblo y su clase obrera andaluces. Las actuales propuestas del andalucismo cuando concretan medidas para defender los derechos laborales de la clase obrera, como mucho se quedan en la derogación de las contra-reformas laborales de Rajoy y Zapatero y en la recuperación de las pérdidas de poder adquisitivo hasta 2008. Como si las contra-reformas, legislaciones laborales y acuerdos de recorte de derechos y salariales aprobadas por los gobiernos de Aznar, González y Suárez no hubiesen sido anti-obreras y no hubiesen manteniendo esa tendencia desde la transición de recortes sistemáticos en los derechos conquistados con lucha y sangre por los trabajadores a la dictadura franquista. Por tanto, proponen una enmienda parcial, no a la totalidad, proponen una mejora al régimen postfranquista surgido en la Transición respecto a cuestiones de derechos de la clase obrera pero no un cambio en la tendencia que hemos analizado. En definitiva, propuestas, programas políticos y sindicales que dicen pretender mejorar la situación de la clase obrera y sus condiciones de vida, falsas promesas democráticas y de derechos. Pero lo que necesitamos es una propuesta de lucha para revertir esta tendencia histórica hacia empeoramiento de nuestros derechos y condiciones de vida. El capitalismo es un sistema que se fundamenta en la acumulación de capital por la burguesía, constituida en clase dominante del mismo, una minoría enriquecida astronómicamente a costa del empobrecimiento de la mayoría a clase obrera. Esa es la esencia del sistema sin la cual no podría existir, de manera que si desde las instituciones del sistema capitalista hay un “regalo” o una entrega de derechos a los trabajadores sin que haya habido una previa lucha de éstos, eso es un “caramelo envenenado”. Si nos dicen que nos van a dar derechos, eso sí, siempre que “votamos bien”, si nos portamos bien, si no hacemos huelgas, ni sindicatos, ni reivindicaciones, en realidad lo que están diciendo que van a hacer son nuevos robos a la clase obrera, para compensar y evitar la caída de su tasa de ganancia, que pueden evitar así, aumentando la explotación de los trabajadores. La clase obrera solo conquistamos derechos y verdaderos avances cuando son fruto de un proceso de lucha como, por ejemplo, ocurrió en el Estado español durante el franquismo. Cuando conseguimos derechos los trabajadores/as ha sido y es cuando las direcciones sindicales nos convocan y han convocado a la lucha y movilización y no cuando convocan a votarles. Pero además de luchar contra todas las contra-reformas laborales y las consecuencias de las mismas, tenemos que luchar contra sus causas, que no son otras que el capitalismo y el marco de acumulación de capital que son, para la clase obrera andaluza, el Estado español y la Unión Europea. Pero no está todo perdido. Bajo las entrañas del sistema, en la clandestinidad en los países sin libertades democráticas y en la semiclandestinidad en el resto de países, democráticos en apariencia pero dictatoriales siempre para la clase obrera, los pobres, y los pueblos explotados y sometidos, quedan los rescoldos de los pueblos conscientes y organizados. Rescoldos que bajo las condiciones apropiadas se volverán a convertir en fuego devastador del sistema capitalista, porque... ¡Todo está por ganar!
Por Aontonio Olivares 1 de agosto de 2024
Como ocurre casi siempre en estos casos, se aprovecha las vísperas de un fin de semana, el inicio de un puente o el comienzo del periodo vacacional, para lanzar un mensaje vía propuesta no de ley, borrador de proposiciones o adelanto de futuras negociaciones, para apaciguar los ánimos en algunos casos y otras veces para colarnos noticias vacías o de recortes, pero que dado el ambiente festivo se vende como logro lo que realmente no lo es. El nuevo episodio, de tan triste desenlace para la clase obrera, se produjo el miércoles día 31 de Julio, cuando en la comparecencia de nuestro admirado presidente del gobierno más progresista de la historia anunció el acuerdo alcanzado con sindicatos y la patronal que regulará, entre otras materias, el retiro en profesiones peligrosas o cambiará la manera de cotizar de los fijos discontinuos. Aún faltan por concretar cada una de las cuestiones a las que, aunque se anuncien como medidas a poner en practica mañana mismo, les queda un largo recorrido todavía para ser efectivas. Antes deben pasar por la aprobación de las cámaras, tanto Congreso como Senado, y ya sabemos el interés que ponen sus señorías en legislar a favor de cuestiones que puedan beneficiar la vida de la clase obrera, pues eso, queda que suframos la vergüenza de tener que escuchar a nuestros representantes hacer defensa de sus intereses partidistas, con la vena de la yugular como un rotulador de los gordos, antes que pensando en el interés de los y las trabajadoras. También hacen falta estudios previos para determinar el momento de la jubilación anticipada sin que la prestación se vea mermada, en el caso de los trabajadores y trabajadoras que desempeñan sus funciones en profesiones consideradas peligrosas y penosas por la exigencia física, a los que se deberían aplicar coeficientes reductores a fin de anticipar la edad de jubilación en función de los requerimientos físicos o psíquicos exigidos para el desempeño de la actividad profesional. La medida también incluiría a aquellos sectores y profesiones que presenten elevadas tasas de siniestralidad y morbilidad a partir de una determinada edad o que ocasionen secuelas que den lugar a elevados índices de morbilidad o mortalidad. Un gobierno progresista y unos sindicatos, dejando a un lado a la patronal por razones obvias, que no hayan sido capaces de ver esta cuestión hasta ahora, en profesiones cuya morbilidad y mortalidad y con los propios datos que aportan los organismos oficiales, de las 781 muertes en el tajo que se contabilizaron en 2023 en el Estado español. Algo más de la mitad se concentraron en el sector servicios (51%), seguido de la construcción (20%), la industria (16%) y el sector agrario (13%). Tomando como referencia actividades específicas , el transporte terrestre y por tubería fue la que más muertes acumuló en 2023 (104); le siguen la construcción especializada (80) y después la agricultura, ganadería, caza y servicios relacionados con las mismas (63), sin dejar de resaltar que estas actividades están especialmente masculinizadas. Y sin tener en cuenta, al menos hasta ahora, otras profesiones donde la presencia de la mujer es mayoritaria, como camareras de piso, enfermería y auxiliares o limpiadoras, entre otras, donde la penosidad musculoesquelética diaria por trabajos forzados y repetitivos, a los que debemos añadir penosidad económica. Por que es muy triste, pero sobretodo indignante, que tengas que exponer tu vida y tu salud por unos salarios precarios. Por mucho que se vanaglorien de haber subido el SMI, la realidad es bien distinta: trabajadores y trabajadoras pobres que no llegan a fin de mes, por mucho que expongan su vida en el empeño. La realidad es tozuda y sólo hay que tirar de memoria para ver como trece años más tarde del R.D. 1698/2011 aún no se han hecho los estudios necesarios sobre sectores que han solicitado jubilación anticipada por el procedimiento referido. Este problema se reconoce hasta en informes de la OIT, en especial en el caso del Estado español, que las enfermedades profesionales vienen sufriendo una escandalosa falta de diagnóstico, registro y compensación, además de un fraude preventivo. Esperemos, sin mucha confianza, que esta vez sea la buena y de mientras a seguir enterrando obreros y recetando andadores, antiinflamatorios y antidepresivos, que la industria farmacéutica debe seguir aumentando beneficios junto a bancos y grandes empresas. También se ha aprovechado esta negociación para dar un pasito más hacia la privatización absoluta de la sanidad, al concretar en la ley un nuevo marco de colaboración entre los servicios públicos de salud y las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social, que ya pactaron los sindicatos y la patronal en el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) en 2023. Esta cooperación consistirá en que los médicos de atención primaria del sistema público podrán derivar a las mutuas, en los casos de pacientes de enfermedades musculoesqueléticas, las pruebas diagnósticas y de rehabilitación, siempre que existan listas de espera públicas y tanto el facultativo como el paciente den su consentimiento expreso. Osea, seguir poniendo al zorro al cuidado de las gallinas. Acelerar el (no) curado de los trabajadores, factor que va a ser determinante para poder acceder a los coeficientes reductores pues se tienen en cuenta las bajas y su duración. Eso si, aquellas profesiones, que son minoría, pero que por su actividad permitan que llegada la edad de jubilación puedan seguir ejerciendo, por concretar, todas las que no sean peligrosas, nocivas, ni atenten directamente contra la salud de quienes la desempeñan, recibirán un premio por alargar dicha edad de jubilación: el abuelo trabajando y el nieto, que estará en el paro, que vaya a recogerlo a la puerta del trabajo. Se viene a la cabeza que pueden ser, sin pensar mal, inspectores médicos, consejeros de administración o concejales de festejos que al final van a ser los que den el visto bueno a que el resto pueda jubilarse anticipadamente. Todo no va a ser negativo, la cotización de los fijos discontinuos para establecer el periodo de carencia para cobrar una pensión de jubilación recuperaran el coeficiente del 1,5 que hace, por ejemplo, que seis meses cotizados equivalgan a nueve meses; y que los fijos discontinuos con contrato a tiempo parcial se beneficiaran también de la regla general de parcialidad que hace que cada día de alta en la Seguridad Social suponga un día completo cotizado. Es que ya el tenerlos condenados y atados a una empresa donde trabajan seis meses en el año, sin poder pedir la cuenta para poder cobrar el paro, con sueldos de mierda, era casi terrorismo laboral. Y es que debería de darles un poco de vergüencilla después de haber prometido derogar la reforma laboral de Rajoy y haber terminado mejorándola para la patronal y empeorando nuestras condiciones de trabajo. Feliz verano, quedamos a la espera del próximo puente festivo. Antonio Olivares
Por Secretaría General Colegiada 18 de junio de 2024
El pasado 15 de junio celebramos un Congreso extraordinario para la prórroga de los cargos durante un año. Y aprovechamos el evento para debatir la ponencia sobre contexto histórico en la que analizábamos la evolución de la lucha de clases desde el anterior congreso en enero de 2020 hasta hoy y cuyo texto definitivo, tras los debates previos y las aportaciones del pleno del Congreso, publicamos a continuación. Ponencia de contexto histórico Analizábamos en el anterior Congreso el contexto histórico en el que se desarrollaba la vida, la economía, la política y los valores de los seres humanos en el periodo 2016-2020, caracterizándolo de la siguiente forma: aumento de la amenaza de guerra global; acorazamiento policial de los Estados; y la situación que este marco provocaba en la vida de andaluces y andaluzas. Señalando, además, la crisis de los valores de la democracia liberal representativa y la defunción del Estado del Bienestar. Señalábamos también que este ciclo caracterizado por una nueva carrera armamentística y el fomento de fuerzas de ultraderecha, se iniciaba con el derrumbe de las Torres Gemelas, una vez concluida la Guerra Fría tras la victoria del capitalismo en la extinta Unión Soviética y el ascenso de China como potencia económica, política y militar, superando a la Unión Europea y poniendo en cuestión la hegemonía mundial única de los EEUU en todo el planeta. ¿En qué sentido se han desarrollado estas tendencias? ¿Se suavizan, se antagonizan, se transforman? ¿Cómo afecta a la vida y a las condiciones laborales de la clase obrera andaluza? Preguntas que debemos resolver para adecuar nuestra práctica de lucha sindical a la realidad que nos rodea o, al menos, estar lo más cercanos a la verdadera situación de la lucha de clases que va a enmarcar nuestro terreno de lucha obrera, para poder seguir avanzando en la organización y concienciación de la clase obrera andaluza hasta la derrota definitiva del sistema capitalista. Vamos a estudiar estas tendencias en los diferentes campos en los que se desarrolla la lucha de clases: en la economía, en la política y en la cultura o campo ideológico. Y finalizaremos valorando el papel que ocupa el pueblo andaluz y la clase obrera andaluza y con ello poder tomar las mejores decisiones posibles para avanzar en la lucha contra la explotación capitalista. Lucha económica. China es el verdadero peligro para Occidente, visto desde las propias élites económicas y políticas anglo-norteamericanas y europeas. La República Popular, conducida por el Partido Comunista Chino, ha logrado en setenta y cinco años transformar todo su extenso territorio, esquilmado, colonizado y sometido por británicos y japoneses, con un altísimo grado de hambre, analfabetismo y una paupérrima industria, en un ejemplo de prosperidad y desarrollo humano. La economía China en particular, en el comienzo del siglo XXI, mantiene un crecimiento diferencial superior y sostenido con respecto al de EEUU que año tras año va recortando las diferencias y que se consolida como tendencia, medida en PIB y Tasa de Crecimiento anual en porcentaje sobre el PIB y otros indicadores macroeconómicos cuya evolución también resulta favorable a China como exportaciones, balanza comercial, deuda total, porcentaje de deuda sobre el PIB, etc. Y que además se traduce en una mejora generalizada de las condiciones de vida de la población China y en que su clase media disfrute ya de un poder adquisitivo y nivel de vida superior a la clase media europea. Estos logros y avances económicos y sociales de China están fundamentados e impulsados por las políticas lideradas por el Partido Comunista Chino, orientadas, como ellos mismos definen, a un desarrollo centrado en el ser humano, en las personas para que puedan vivir con satisfacción. Unas políticas cuyo objetivo es la construcción de una sociedad de prosperidad común, en armonía y compensando los desequilibrios y las desigualdades sociales y territoriales, conservando el medio ambiente y sus recursos. Unas políticas que en el ámbito internacional están basadas y orientadas en el desarrollo, la cooperación, el beneficio mutuo y pacífico. Basado en la no injerencia en asuntos internos en sus relaciones con otros pueblos y estados del mundo. Ese desarrollo está determinado por unas políticas de planificación económica desde el estado, basadas en el control de la economía nacional y orientada a los objetivos de desarrollo centrado en el ser humano mediante el control de las principales empresas estratégicas del país, de su sistema bancario financiero y gracias a la realización de planes estatales de desarrollo a largo y medio plazo, hasta cincuenta y cien años con etapas y objetivos intermedios. Todo este desarrollo económico, social y humano chino cobra mayor valor, a nivel de hito nunca antes conseguido por ningún otro pueblo en la historia de la humanidad, teniendo en cuenta el escaso periodo de tiempo en que se ha realizado y el punto de partida de China; a mediados del siglo XX cuando en 1948 se produce el triunfo de la revolución comunista y se proclama y funda la República Popular de China, hace tan solo setenta y seis años, en un momento en el que el país estaba atrasado, dividido, esquilmado por años de colonización imperialista europea y japonesa, debilitado tras una larga guerra de liberación nacional y de clase contra esa colonización, con una economía eminentemente agrícola, sin industrialización y siendo la mayoría de su población campesina y pobre. Las autoridades chinas parten de que su país no será un gran país próspero y desarrollado con bienestar si no contribuye al desarrollo y bienestar del resto de países del mundo. Esto parte del principio chino “todos bajo un mismo techo” que se materializa en una política de relaciones y alianzas con otros países de no injerencia cooperación y beneficio mutuo. Y concretando esas relaciones en una conectividad con los demás países mediante la llamada Nueva Ruta de la Seda con la que se desarrollan infraestructuras de conexión entre China y los países socios en todos los campos: economía, comunicaciones, medio ambiente, digitalización, diplomacia, política…. Los BRICS+ liderados por China y Rusia, es la asociación de países que mantienen relaciones económicas y políticas basadas en los principios antes expuestos “ganar-ganar” y “todos bajo un mismo techo” ya ensayados con éxito por China; la cooperación, beneficio mutuo, la paz y la no injerencia en los asuntos internos de otros estados para proveer desarrollo económico, prosperidad y seguridad mutuas. Tratan de asociarse países con economías complementarias que cuando entren los países que han solicitado su ingreso serán un grupo de la mayoría del territorio y población del mundo. Son y representan un mundo alternativo al occidente colectivo euro-céntrico, racista, colonialista, imperialista, expoliador y explotador de pueblos y de la clase obrera mundial, que cuestionan la hegemonía de los EEUU del mundo unipolar. Los BRICS+ ya tienen sus propias instituciones financieras. China y Rusia pagan en sus monedas el 90 % de sus intercambios comerciales. Esa asociación de economías y países emergentes, sus excelentes resultados y sus distintos valores y relaciones son sistemáticamente ignorados y silenciados por los medios de comunicación de masas del occidente colectivo. Y frente a la productividad y competitividad de la economía china se encuentra la decadencia de la economía de Occidente. Crisis sistémica caracterizada por un aumento desproporcionado de las ganancias de las grandes fortunas y una carrera hacia la pobreza de la mayoría de la población cada vez más indefensa ante el desmantelamiento continuado del Estado del Bienestar. Mientras que los principales bancos del Ibex no han parado de obtener beneficios año tras año (sólo un 26% más en 2023), nuestro poder adquisitivo se reduce de forma drástica mientras que nos es más difícil acceder a cuidados sanitarios o vemos cómo la educación pública queda reducida a la fabricación de mano de obra barata y dócil. La deuda pública en el Estado español se situaba en 2007 en un 60% del PIB, mientras en 2019 alcanzó el 100%, y su crecimiento continúa situándose ya en 2023 el 107,7 %, siendo de las mayores de los países de la Unión Europea, en concreto la cuarta en deuda más elevada, mientras en el déficit público España alcanza un 3,64 %, superando así los propios límites del 3% del PIB de déficit público y del 60 % del PIB de deuda pública que marcan las normas comunitarias. A ello hay que añadir la parte proporcional que nos corresponde de la deuda pública de la propia Unión Europea que en 2023 ya es un 81,7 % de su PIB y en tendencia ascendente. Algo similar le ocurre al resto de Estados del entorno y no sólo: Occidente se adentra a una nueva fase de desaceleración económica, en esta ocasión sin recuperación económica a la vista. Las grandes fortunas occidentales, las élites económicas que rigen nuestros destinos no paran de enriquecerse, pero ya no lo pueden hacer desde los postulados del libre comercio. La concentración de capital se acelera cada vez en menos manos y cientos de pequeñas y medianas empresas van a la quiebra, siendo absorbidas sus actividades por los grandes monopolios, arrojando a cientos de miles de familias trabajadoras al paro y a la marginación. A la cabeza los EEUU con parques y polígonos convertidos en refugios de los sin techo y barrios enteros a los que han convertido en zombis a sus habitantes. Al carecer de la tecnología punta que desarrolla China, las grandes fortunas occidentales recurren al saqueo de las arcas públicas y a la sobre explotación de la clase obrera. La riqueza social que producimos con nuestros trabajos ya no están destinadas a cubrir nuestras necesidades vitales de sanidad, techo, educación o pensiones, sino para rescatar bancos hipotecando nuestro presente y futuro. Por otro lado, la lucha contra China también es la lucha contra los socios o posibles socios de China en occidente. Las sanciones contra Rusia no son más que sanciones contra las empresas que se beneficiaban del comercio con Rusia frente al capital hegemónico europeo unido orgánicamente al capital hegemónico norteamericano. Mientras que estas sanciones no han causado el menor efecto al país sancionado, el daño al encarecimiento del nivel de vida en occidente va en aumento. Occidente tiene tres caminos a elegir: o hacen fracasar el camino emprendido por el Partido Comunista Chino o se tendrán que contentar con poder negociar con el gigante asiático las nuevas condiciones de la producción y distribución de mercancías en todo el planeta. Pero las clases dominantes occidentales, las grandes fortunas euro-norteamericanas no están dispuestas, aún, a la negociación. La guerra es la salida elegida y como es por mantener el dominio de Occidente sobre toda la economía planeta, la guerra sólo puede ser global, aunque con diferentes frentes de guerra en cada continente. Lucha política: del ambiente prebélico a la guerra abierta. Hemos pasado del incremento de los presupuestos o gastos militares, como los EEUU exigen a sus socios subordinados de la OTAN, a presupuestos de guerra para intervenir debido a la guerra en Ucrania y resto de frentes de guerra a nivel mundial. Es decir, gasto militar a realizar en sistemas de armas, munición y material bélico que va a ser usado para intervenir en los distintos frentes de guerra abiertos y que se gasta continuamente bien porque sea munición disparada, armamento destruido o que necesita mantenimiento en combate, lo que lleva a un gasto militar permanente de reposición del material militar destruido o consumido y que por ello será mucho mayor que el gasto militar en tiempos de paz donde el material bélico que se compra no es destruido en la guerra. Y aunque por lo bajini se están mandando asesores militares y de inteligencia el paso que falta es mandar soldados y tener al pueblo preparado para recibir sus ataúdes. Regiones más significativas del conflicto global: 1. Mar de China y Pacífico Los puertos chinos son el origen de gran parte del comercio mundial, tanto de mercancías de bajo coste como de mercancías elaboradas con tecnología punta, convirtiendo al Mar de China en uno de los puntos donde el choque con los intereses de occidente se hace más evidente. Un estallido bélico en la región podría desatar una gran crisis en la economía del gigante asiático pues sin duda se obstaculizaría la producción y distribución de mercancías más importante del mundo, por delante de la producción y distribución de Occidente. Las grandes fortunas occidentales invierten para hacer estallar el conflicto entre China y Taiwan en espera del estallido bélico que haga hundir la competitividad y productividad actuales de la economía china. De esta forma, en marzo de 2002 EEUU, Gran Bretaña y Australia suscriben un acuerdo para compartir tecnología avanzada de defensa por el cual Australia podrá construir submarinos nucleares para la “defensa del libre comercio” en el indopacífico. Un libre comercio supuestamente puesto en cuestión por las grandes inversiones chinas en infraestructuras en islas muy cercanas a Australia, pero que también son el cordón umbilical que une a Taiwan con la pequeña parte del mundo occidental que usa al país para la injerencia en China. Australia podrá construir pronto esos submarinos nucleares con la tecnología norteamericana que unido a las ayudas económicas que recibe Taiwán directamente de los Estados Unidos que usa su influencia para boicotear cualquier proceso de entendimiento que se puedan producir entre China y Taiwán, en un intento de convertir a Taiwán en la Ucrania del pacífico. 2. África: el Sahel. La Intervención imperialista en África se ha recrudecido en la región africana del Sahel. Una región rica en minerales preciosos y fuentes de energía, que fueron antiguas colonias jurídicas francesas (y actuales colonias de facto), de las que la Burguesía Monopolista francesa ha estado acumulando cantidades indecentes de capital mediante las herramientas de poder del Estado francés que, sin tener minas de oro en sus territorios, es el Estado que posee la mayor cantidad de oro en sus reservas. Limitar esta fuente de riqueza es el motivo que lleva a los EEUU a invertir en la propagación del Estado Islámico por la zona para el control de importantes reservas de petróleo y el mantenimiento de sus poblaciones en condiciones de esclavitud. Por otro lado, el Sahel atraviesa el centro del continente africano desde el Indico al Atlántico y por donde China está invirtiendo en infraestructuras para comunicar ambas orillas por ferrocarril y construyendo puertos en ambas costas como un brazo más de la Nueva Ruta de la Seda. El comercio con el gigante asiático es más ventajoso para las élites locales que el comercio (saqueo), que sostienen con occidente. Que junto a una población que ven por primera vez un cierto desarrollo económico en sus países ponen en cuestión el poder de dominio que Francia ha estado ejerciendo hasta el momento. A los EEUU sólo les queda la infiltración y la subversión, continuar financiando el fundamentalismo como socio para impedir la independencia real de los países de la región y la preparación de golpes de Estado para continuar con el saqueo de las riquezas naturales y la esclavización de los trabajadores sometidos por el fundamentalismo. 3. Europa. Cuando se aprueban paquetes de sanciones económicas a Rusia, éstas no solo perjudican o tienen consecuencias negativas sobre los pueblos europeos, en forma de inflación, subida de precios por pérdida de mercados y de suministros energéticos baratos, así como pérdida de competitividad de la economía europea, sino también perjudican a los sectores oligárquicos europeos con sus intereses económicos más vinculados a la economía rusa. Por ejemplo, la voladura del North Stream II es un ejemplo evidente de ello, de la lucha sin cuartel entre dos sectores de las clases dominantes europeas. Veamos, Schroeder, primer ministro alemán, nada más acabar su mandato en 2005 es elegido presidente de la empresa encargada de la construcción del gaseoducto North Stream y posteriormente se convierte en presidente de la principal empresa petrolera y gasista del Estado ruso. En 2022 el fiscal general de Alemania inicia procedimiento contra Schroeder por su supuesta complicidad en la comisión de crímenes contra la humanidad por sus cargos en las empresas rusas, al mismo tiempo que se inició un proceso para ser expulsado de su partido, el socialdemócrata alemán. De manera que Schroeder representa a un sector de la clase dominante alemana que vería incrementada su capacidad de concentración de capital estableciendo relaciones comerciales con Rusia. Pero esta La lucha fratricida entre sectores de las oligarquías se va resolviendo, por el momento, a favor de sus sectores más pro-yanquis y cuya existencia, poder y enriquecimiento por acumulación de capital está más imbricado y ligado a los capitales e intereses norteamericanos. Parece ser que el sector hegemónico de las grandes fortunas europeas junto al de los EEUU están empeñados en volver reducir Europa a escombros para tener una nueva oportunidad de reconstrucción y enriquecimiento rápido como tras la II Guerra Mundial. Europa es dónde el choque de las placas tectónicas de la economía mundial, Occidente y China, se transforma en guerra abierta de occidente contra Rusia, el principal socio y apoyo internacional chino. La guerra de la OTAN contra Rusia en Ucrania no empezó en febrero de 2022, ni la empezó Rusia con su “operación militar especial” con la entrada de tropas rusas en territorio ucraniano. La guerra tiene un antecedente inmediato previo en el golpe de estado pro-occidental del euro-maidán en 2013 que propicia la llegada al poder de un régimen de fundamento nazi que masacra a las poblaciones de la región ucraniana del Donbas de mayoría de población rusa. Otro antecedente de la guerra es el avance de la OTAN, sus bases militares, soldados y armamento nuclear hacia el Este, acercándose a las fronteras rusas con la incorporación paulatina de los antiguos países de la órbita soviética y, en particular, el intento de incorporación de Ucrania a la OTAN. Si la denominada crisis de los misiles en 1968 puso al mundo al borde de una guerra nuclear entre superpotencias nucleares porque a las puertas de la frontera de los EEUU, en Cuba, instalaron misiles nucleares soviéticos ¿cómo no va a provocar un conflicto que a las puertas de las fronteras rusas se puedan instalar bases y armamento nuclear norteamericano con la entrada de Ucrania en la OTAN? Repasemos los antecedentes. En el año 2000 llega a la presidencia de la Federación Rusa Vladimir Putin con el proyecto de reconducir, estabilizar y recuperar la situación social y política y el estatus de Rusia como potencia. En esos momentos la propia Rusia encabezada por Putin solicitó su adhesión a la OTAN, partiendo de que la época de la guerra fría y la existencia de bloques antagónicos había concluido y que al tiempo se estaban realizando incorporaciones a la OTAN de países del antiguo bloque soviético, como la República Checa, Hungría y Polonia que entraron en 1999. La OTAN encabezada por los EEUU rechazó la solicitud rusa y siguieron una política de ampliación hacia el Este de Europa con la incorporación de más países del antiguo bloque soviético. Así entraron en la OTAN en 2004 Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania y Rumanía. La incorporación de países de la antigua órbita soviética a la OTAN llevaba al establecimiento de bases militares y tropas yanquis y de la OTAN en esos países para concluir con el establecimiento de armas nucleares en buena parte de esas bases, en definitiva, la OTAN hegemonizada por los EEUU lleva adelante un avance por el este y el norte que cerca a Rusia mostrando así una estrategia bélica ofensiva que sigue considerando a Rusia como un enemigo. En este contexto y bajo esa estrategia de cercamiento a Rusia la entrada de Ucrania en la OTAN es un objetivo y objeto de deseo para el imperialismo anglo-norteamericano y la OTAN. Para ello instigaron en 2013 la Revolución Naranja y el euromaidán, unas protestas encabezadas por los sectores de la clase dominante ucraniana más reaccionarios pro-occidentales y apoyadas e infiltradas por los EEUU, aprovechando la excusa de que el presidente Víctor Yanukovic no había aceptado el acuerdo de asociación con la Unión Europa e iniciaba un proceso de acercamiento a Rusia. El golpe del euromaidán concluye en 2014 con el derrocamiento del presidente Yanukovic que estaba en el poder elegido democráticamente desde 2010. Tras el golpe de estado pro-occidental disfrazado de protesta popular los grupos reaccionarios y neonazis que lo encabezaron y habían tomado el poder instauraron una política de segregación, apartheid y negación de derechos a la parte de población ucraniana de origen ruso o ruso-parlante fundamentalmente ubicada en el oeste del país y en las zonas del Donbas, formado por las provincias ucranianas de Luhansk y Donetsk. La población de la península de Crimea de mayoría rusa se manifestó contra el golpe de estado del euromaidán y el gobierno regional promovió un referéndum de independencia. Rusia reacciono ante el golpe y estos hechos desplegando tropas en la península de Crimea y anexionándola, posteriormente convocaría un referéndum de anexión que la aprobó por amplísima mayoría. Ese apartheid del nuevo régimen ucronazi escaló a una guerra abierta contra una parte de su propia población en el Donbas, bombardeándola y dando lugar a crímenes de guerra. La respuesta de las autoridades de las dos regiones de mayoría rusa, Luhansk y Donetsk, fue convocar sendos referéndums de autodeterminación en mayo de 2014 que ganaron por amplia mayoría, declarando a continuación la independencia respecto a Ucrania. En septiembre de ese mismo año se firmaron los acuerdos de Minsk entre las repúblicas recién formadas, Rusia y Ucrania con el objetivo de poner fin al conflicto. Sin embargo, Ucrania acabó por no implementar esos acuerdos a instancias de EEUU, Reino Unido y la Unión Europea pues en esos momentos Ucrania ya era su aliada subordinada. Posteriormente en 2022 la canciller alemana por entonces, Angela Merkel, declaró que los acuerdos de Minsk tan solo tenían el objetivo de ganar tiempo para que Ucrania pudiera fortalecerse y armarse. El estado ucraniano y la columna vertebral de su ejército formado por grupos paramilitares de neonazis ucranianos desde que estos llegaron al poder con el euro-maidán, armados por los EEUU, continuaron su guerra y genocidio contra las poblaciones del Donbas. Entre tanto, una cumbre de la OTAN en Bruselas en junio de 2021 aprueba los planes para el proceso de convertir a Ucrania en miembro de la OTAN. En todo ese contexto en febrero de 2022 se inicia la intervención rusa en Ucrania, donde Rusia no solo se enfrenta al nuevo régimen nazi ucraniano sino a todo el occidente colectivo, a los EEUU y los países de la OTAN que le proporcionan armamento, asesoramiento militar, apoyo económico, político, diplomático, etc. al tiempo que aprueban sanciones económicas contra Rusia. 4. El Mediterráneo. La región mediterránea está convertida en un frente permanente de guerra: Yugoslavia, Irán, Iraq, Libia, Egipto, Siria, Argelia, Marruecos, Palestina… son Estados desgajados, acosados, embargados, bloqueados o manejados por las maquinaciones de la Unión Europea, Gran Bretaña y los EEUU por el simple hecho de proteger y nacionalizar sus riquezas naturales y sociales. Andalucía junto a todos los pueblos del sur europeo también somos acosados, embargados, manejados y sometidos a los intereses de las grandes fortunas europeas y norteamericanas. Todos ellos, todos nuestros pueblos de todas las orillas de nuestro mar, desde el siglo XV hasta hoy siglo XXI convertidos en botín de guerra, convertidos en periferia del sistema-mundo y convertidos en plataforma de guerra para enfrentarnos pueblos unidos por una misma forma de vida, pueblos hermanos desde hace milenios para que esas grandes fortunas continúen rebosantes de más y más riquezas. Mientras que en Siria se sigue luchando contra las bases terroristas financiadas por los EEUU, estalla Palestina. El genocidio en Gaza, Cisjordania y en toda Palestina sobre su pueblo es un hecho objetivo, materializado en el asesinato por el ejército israelí de decenas de miles de población palestina, la mayoría de ellos mujeres y niños, mediante el bombardeo a hospitales, ambulancias, escuelas, mezquitas, campos de refugiados y a las colas de población que intentan acceder al reparto de ayuda humanitaria y a la mayoría de las viviendas e infraestructuras de la franja de Gaza. Así como el impedimento, corte y posterior destrucción de los suministros básicos para la vida, electricidad, agua, alimentos… además de impedir la entrada a la franja de ayuda humanitaria, haciendo con todo ello insoportable la vida en la franja y empleando el hambre como arma de guerra, todo ello crimines de guerra y contra la humanidad de libro. Este genocidio, asesinatos y destrucción que en realidad no empezó ni dura meses desde el 7 octubre de 2023 sino años en los que ya lleva gestándose y realizándose con diferentes guerras, estrategias y grados de intensidad desde hace más de cien años. Primero contra el imperio británico y luego contra el ente genocida sionista de Israel. Ahora tiene la peculiaridad de que es ya de una inhumanidad sin límites que nos degrada a todos como seres humanos si, al menos, no sentimos repudio y rechazo hacia él. Así es como lo ven, sienten y perciben buena parte de los pueblos del mundo que por millones se manifiestan en todos los continentes, así como los estudiantes de universidades norteamericanas y de otros países que se están manifestando y realizan acciones, acampadas, etc. en denuncia y exigencia del fin de este genocidio sobre el pueblo palestino del ente sionista israelí, a lo largo y ancho de todo el planeta. La “solución” de los dos estados no es justa porque supone legitimar y aceptar una colonización imperialista y robo de la tierra al pueblo palestino. Ante el genocidio de un pueblo para la acumulación de capital y poder de una ínfima élite global, ante una agresión imperialista, colonialista y racista, no hay término medio; poner en pie de igualdad a agredidos y agresores, a víctimas y victimarios abogando por la “solución” de los dos estados niega sus derechos al pueblo palestino, no sirve más que para ganar tiempo al sionismo y que siga perpetrando el genocidio, es colaborar con a los agresores sionistas. Israel está considerado como el único Estado en Oriente Próximo que representa los valores occidentales. Es decir, el negocio de las grandes fortunas en su lucha contra ese otro trayecto de la proyectada Nueva Ruta de la Seda. Un negocio para el que la vida humana no representa más que beneficios o pérdidas en las cuentas corrientes de los magnates occidentales. Crisis de valores occidentales: del liberalismo y la democracia representativa a la extrema derecha neofascista Asistimos al desmoronamiento y derrumbe de los valores morales occidentales, considerados superiores desde una visión euro-céntrica. Es la correlación de su crisis económica y política en el campo ideológico y cultural, manifestada en la caída de la careta de los estados occidentales supuestamente democráticos, garantes de las libertades, de los derechos humanos y del estado del bienestar al ir poniéndose de manifiesto la contradicción entre esos valores autoproclamados y sus acciones, su contradicción entre el decir y el hacer. En concreto, ante el genocidio del pueblo palestino retransmitido en directo, occidente sigue comerciando y con armas con Israel, no rompen relaciones diplomáticas ni comerciales, no realizan bloqueo económico o marítimo alguno, sino que la reacción de los países occidentales va de la complicidad al apoyo y ayuda activa de EEUU en todos los campos, poniendo de manifiesto que los derechos humanos no son más que los derechos de los humanos blancos propietarios y cristianos occidentales. La propia Unión Europea que originariamente se fundó y nos vendieron como un proyecto de paz y para la paz y para que nunca volviera a ocurrir nada semejante a la II Guerra Mundial, hoy día ya es evidente que es un proyecto de guerra, como socio menor y subordinado del imperialismo yanqui en sus guerras en todo el planeta, más evidente en la actuación de la Unión Europea en Ucrania y Palestina. Contraviniendo derechos humanos, la UE establece acuerdos para deportar a inmigrantes a Ruanda, previamente encerrados en barcos-cárceles sin haber cometido delito alguno, subcontratar la vigilancia de fronteras con terceros países, no dejar atracar a barcos de ONG con inmigrantes sufrientes en puertos italianos, patadas de periodistas a los migrantes que cruzan a pie las fronteras europeas, etc. La propaganda de la ultraderecha y sus líderes establece una vinculación directa asociando a la emigración con delincuencia y enfermedad, estigmatizando a todo un colectivo. Así vamos descubriendo la contradicción en la responsabilidad de ese occidente colectivo en el ascenso y expansión de la ultra derecha en occidente y del fundamentalismo en Asia y África, en el auge del autoritarismo y el acorazamiento policial-represivo en sus propios Estados y en los que intervienen. La extrema derecha Tras ese desmoronamiento y caída de la careta de occidente, cada vez más van aflorando sus verdaderos valores que siempre tuvo Europa y el occidente colectivo (colonialista, racista, xenófobo, supremacistas imperialista, fascista…), con valores abiertamente reaccionarios, ultraderechistas, darwinismo social, individualismo, sálvese quien pueda, el penúltimo contra el último… ¿Por qué ocurre esta caída de la careta y “desmoronamiento” de valores occidentales y afloramiento de “nuevos valores” y de los neofascismo y ultraderechas? En el 18 de Brumario de Luís Bonaparte, Marx escribía: “Y así como en la vida privada se distingue entre lo que un hombre piensa y dice de sí mismo y lo que realmente es y hace, en las luchas históricas hay que distinguir todavía más entre las frases y las pretensiones de los partidos y su naturaleza real y sus intereses reales, entre lo que imaginan ser y lo que en realidad son“. Así que, veamos que es realmente el fascismo, la ultraderecha o la extrema derecha y cuál es su verdadera esencia común, cuáles son sus intereses, los intereses que defiende, salvando matices o diferencias concretos según países y épocas históricas. Hemos analizado en el campo político un contexto histórico que ha evolucionado de un ambiente prebélico a guerra abierta global con distintos frentes, que a su vez es respuesta del imperialismo occidental, anglo-norteamericano y europeo al desarrollo económico de China que ya ha alcanzado y superado al de los países desarrollados europeos y que en pocas décadas según las tendencias, superará a los EEUU poniendo en cuestión su hegemonía como superpotencia global en todos los campos. Hemos analizado como las oligarquías capitalistas occidentales para seguir manteniendo sus tasas de ganancia, para poder competir con esa economía China en ascenso están, por un lado, en el campo económico recortando y eliminando derechos laborales y del estado del bienestar, sanidad, educación, pensiones, etc. mercantilizándolo todo y por otro lado, en el campo político, están recortando derechos y libertades, además de andar el camino hacia estar inmersos directamente en la guerra imperialista. Las políticas de guerra y competencia económica basada en el mantenimiento de la tasa de ganancia a costa de la clase obrera y los pueblos nos están causando sufrimiento y empeorando nuestras condiciones de vida lo que se va traduciendo en conflictividad y malestar social. Es decir, las mencionadas contradicciones del capital causan guerras injustas contra los pueblos del mundo y la clase obrera que, a la vez, provocan como respuestas guerras justas de liberación y defensivas de los pueblos y la clase obrera. El neofascismo es la respuesta-reacción política e ideológica y preventiva de las clases dominantes, de las burguesías monopolistas occidentales contra esas rebeliones y luchas y guerras justas de los pueblos dominados y la clase obrera que se están produciendo o se puedan producir en el futuro próximo. El neofascismo, la ultraderecha es la alternativa política e ideológica en este contexto social, político y económico coherente con los objetivos e intereses de las burguesías monopolistas occidentales para llevarlos adelante y defenderlos, para aplastar o desviar las luchas de liberación de pueblos, las luchas de la clase obrera por sus derechos, por la igualdad y por el socialismo. Es el fascismo, la extrema derecha, la alternativa de las clases dominantes occidentales para dificultar la respuesta organizada y liderazgos del pueblo, la clase obrera y en definitiva de todas las víctimas del sistema. El fascismo, la ultraderecha o extrema derecha es la alternativa política e ideológica que adoptan las clases dominantes, las burguesías monopolistas en el capitalismo en fase decadente de crisis grave, cuando perciben riesgo de pérdida de su posición de poder y privilegio oligárquico, cuando perciben riesgo de colapso del sistema que fundamenta su dominación, recurriendo para ello al autoritarismo, la violencia y la mentira desde el Estado y sus organizaciones como forma de lucha política e ideológica. Así mismo, en estos momentos históricos, la extrema derecha europea son los nuevos agentes políticos adoptados y patrocinados por el imperialismo de los EEUU, a modo similar a como tras la segunda guerra mundial los EEUU patrocinaron a la socialdemocracia europea, dado el cambio en las condiciones históricas y de lucha de clases entre la Europa de postguerra y la actualidad. En definitiva, la ultraderecha y el neofascismo representan una salida a la crisis capitalista autoritaria, dictatorial, terrorista al servicio de los intereses del capital monopolista. Detrás del fascismo están las clases dominantes, a nivel nacional e internacional, que la financian. Como los ejemplos históricos de la financiación del golpe de estado franquista por el fascismo italiano y la banca March y otros capitalistas españoles y europeos, o en Italia el fascismo cuando los ricos del norte se asustan ante la ocupación de fábricas por obreros y de tierras por los jornaleros y financian al fascismo, o primo de Rivera destruye en su dictadura al movimiento obrero revolucionario y organizado. Los capitalistas occidentales son quienes además refuerzan con ingentes cantidades de dinero no sólo a esos partidos de extrema derecha sino a una internacional de los mismos, así como también financian a grupos fundamentalistas religiosos, a los ultra católicos en Europa, a los evangélicos en los EEUU y Latinoamérica y los sionistas, mientras que en África y Asia financian a los fundamentalistas o terroristas islámicos en sus diferentes ramas que además les sirven al imperialismo occidental anglo-norteamericano y europeo para justificar sus intervenciones militares y la presencia de sus tropas en los países africanos y asiáticos y para desestabilizar a sus gobiernos cuando no son suficientemente sumisos y subordinados a sus intereses imperialistas. La propaganda engañosa cuando no falsa, la guerra cultural es el complemento en el campo cultural e ideológico de la ultraderecha para contribuir a sus objetivos e intereses que defienden antes mencionados. En este punto resulta decisivo para el mantenimiento del sistema y el poder de sus clases dominantes que la clase obrera y el pueblo no identifiquen la verdadera causa de sus sufrimientos, de sus males y dolores, y aquí entra en juego el discurso, la política y el marco ideológico de la ultraderecha que oculta a los verdaderos responsables, las burguesías monopolistas oligárquicas occidentales y desvía la atención y la responsabilidad, resultando para ello útil el racismo, la xenofobia, el autoritarismo, la homofobia, el machismo, el anti-socialismo y el tinte anti-sistema, para que el pueblo identifique como causante de sus males y odie a los inmigrantes, los extranjeros, los pobres, las feministas, los gays, las minorías, las víctimas del sistema, los artistas, los intelectuales, los periodistas, los demócratas, los sindicalistas, los socialistas, los comunistas, los manifestantes a favor de la causa de los pueblos y la clase obrera, y también a la democracia representativa y a sus políticos o a aquellos quienes luchan contra el sistema. Así le presentan a la clase obrera y al pueblo un buen surtido de los culpables de sus sufrimientos, de sus dolores. El aspecto de los recortes de derechos y libertades y el acorazamiento policial de los estados occidentales hace que todos esos sectores sociales y políticos sean encausados, condenados, encarcelados etc. por acciones propias de sus respectivos terrenos de actuación que el sistema considera que son críticas con su discurso y políticas hegemónicas y les suele colocar la etiqueta de radicales, anti-sistema, terroristas, etc. En el estado español hay bastantes ejemplos, pero señalemos que el simple hecho de exhibir una bandera Palestina, que es un símbolo que representa a un pueblo y su justa causa, en espectáculos públicos, partidos de futbol, manifestaciones etc. ya en el debate público los medios y posiciones más reaccionarias los califican de simpatizantes terroristas y son objeto de represión policial y en otros países europeos como Alemania o Francia causa de delito con acusación de antisemitismo. De paso, también, el fascismo hace creer a los pobres y victimas del sistema y a toda la sociedad que los intereses y valores de las clases dominantes son los intereses generales de toda la sociedad, esto es el concepto de hegemonía que hablaba Gramsci. (Discurso ultra por ejemplo Milei contra la justifica social) Cuando la única clase cuyos intereses objetivos verdaderamente coinciden con los intereses generales del resto de la sociedad y la humanidad es la clase obrera. En el terreno internacional la extrema derecha siempre da apoyo cerrado al imperialismo, fundamentado en la nostalgia de un pasado nacional colonial glorioso de sus respectivos países según su punto de vista y hacen una defensa cerrada de Israel y su genocidio sobre el pueblo palestino en nombre de una supuesta lucha contra el antisemitismo y contra el terrorismo. Estas organizaciones y partidos políticos ultraderechistas se fundamentan en el odio y la violencia como herramienta política y de manera similar a como en los años treinta organizaron bandas mafiosas para practicar el pistolerismo para amedrentar y asesinar líderes obreros, hoy día vemos también practicas violentas de sus simpatizantes y militantes, incluso también asesinatos o intentos de asesinatos, violencia también con los mismos fines políticos de evitar la organización y lucha de las víctimas del sistema. La derechización no es solo social, ideológica, económica o de los partidos políticos sino de las propias instituciones, por ejemplo, para muestra un botón, la reciente sentencia judicial declarando no culpables a la policía antidisturbios que en una manifestación disparo pelotas de goma a la cara de una manifestante reventándole un ojo y dejándola tuerta, siendo lo más sorprendente y reaccionario el motivo de dicho fallo, que la manifestante se había puesto en peligro ella misma acudiendo a la manifestación. La socialdemocracia Y a todo esto, ¿qué hace la socialdemocracia? Ni está, ni se la espera, ni en la lucha antifascista ni en la lucha por las libertades y derechos democráticos, sociales, laborales, humanos, etc. en todo caso utilizan electoralmente el miedo a la ultraderecha como medio para acaparar voto. La socialdemocracia se caracteriza a lo largo de la historia por ser el mejor gestor de los intereses del capitalismo en épocas de crisis. La socialdemocracia es la alternativa ideológica y política capitalista, burguesa, en el seno del movimiento obrero. En el campo de la teoría la socialdemocracia subvierte, revisa todas las posiciones ideológicas y tesis teóricas revolucionarias, anticapitalistas, comunistas para dejarlas romas, sin filo revolucionario para que acaben sirviendo a justificar y defender al capitalismo. Y como Lenin dijo, la socialdemocracia por una cara hace falsas promesas democráticas y de derechos al pueblo mientras que por la otra vende a la burguesía los derechos del pueblo. De esta manera genera decepción, frustración, destruye la conciencia de clase y revolucionaria en el movimiento obrero y el pueblo haciendo un inestimable servicio al capital y al orden social de explotación y dominación sobre todo cuando éste entra en crisis. Algunos antecedentes y ejemplos históricos del papel de la socialdemocracia: votar en la Alemania imperial del Káiser los créditos de guerra para la I Guerra Mundial y mandar asesinar, cuando estaba en el gobierno, a los líderes del partido comunista alemán Rosa Luxemburgo y sus camaradas. En España el partido Socialista Obrero Español de Felipe González tras su abrumadora victoria en las elecciones generales de 1982, una vez en el gobierno acabó haciendo y llevando una política opuesta en lo fundamental a lo que había dicho desde la oposición y en campaña electoral. Tal y como el imperialismo norteamericano necesitaba y exigía a España y a sus gobiernos, nos acabaron metiendo en la OTAN, desde su inicial “OTAN de entrada NO” hasta verse forzado por las luchas a convocar un referéndum “trampa” y defender en el mismo la permanencia de España en la OTAN con condiciones que nunca se ha cumplido posteriormente. Luego con el proceso de adhesión a la Unión Europea vino la destrucción de miles de puestos de trabajo con las reconversiones industriales, cerrando empresas estratégicas, astilleros, altos hornos, etc., así como en la agricultura y ganadería destruyendo capacidad productiva por exigencias para la entrada en la Unión Europea. También justificado por exigencia europea empezaron la privatización de grandes empresas públicas estratégicas, las joyas de la corona, más de ochenta empresas privatizadas y vendidas a capitales europeos y norteamericanos. Las más sonadas y punteras, Endesa, Repsol, Telefónica, Argentaria, Seat, etc. que iban seguidas de pérdidas de puestos de trabajo y empeoramiento, precarización de las condiciones de los mismos en esas empresas una vez privatizadas, además de la pérdida de ingresos del Estado por los beneficios de esas empresas y la pérdida de capacidad del Estado de influencia en la economía. Al mismo tiempo los gobiernos socialistas siguieron con la aprobación de reformas laborales que acabaron con derechos laborales conquistados por décadas de lucha del movimiento obrero contra el franquismo, destrucción de derechos, contra-reformas y recortes durísimos que no podrían haber hecho gobiernos de derechas sin una fortísima contestación social. Y no era una cuestión de aquel líder socialdemócrata. Zapatero recién llegado al gobierno tras su victoria electoral, declaró ante su militancia y votantes, no os fallaré. Pero llegó la crisis capitalista financiera del 2008, respecto a la cual, líderes tanto socialdemócratas como conservadores declararon que el capitalismo después de esa crisis tenía que ser refundado. ¿Qué hizo Zapatero? ¿qué hizo la socialdemocracia, en este caso la española? Aplicar a raja tabla el programa y las exigencias del FMI y del Banco Mundial, instituciones financieras capitalistas en buena parte responsables de la crisis, aplicaron su programa de austericidio, recortes sociales salvajes, bajadas de salarios, de pensiones, etc. para pagar la deuda del estado antes que atender las necesidades sociales. Criterio de actuación que a propuesta del propio Zapatero acabó acordando con el PP una reforma constitucional para incluirlo en la constitución del 78. Zapatero acabó su mandato declarando que lo haría “me cueste lo que me cueste”, como efectivamente tras las elecciones le costó su pérdida de las mismas y del gobierno. Y un último apunte que no conviene olvidar es que cuando más dinero ha ganado la banca y los grandes capitales en España ha sido bajo gobiernos socialdemócratas.Incluimos en el concepto socialdemocracia a los viejos partidos comunistas europeos, también autodenominados eurocomunistas, que han ido adoptando posiciones reformistas y derechizándose, abandonando su carácter y objetivos de clase y a los nuevos partidos surgidos al calor de las protestas y movilizaciones sociales contra la última crisis del capital, la financiera de 2007 para acabar todos ellos siendo aliados menores en gobiernos de la socialdemocracia clásica, de los partidos socialistas gestionando el sistema. La consecuencia de esa esencia de la socialdemocracia al presentarse como defensora de los intereses de los trabajadores y el pueblo, para acabar gestionando el sistema a favor de los intereses de la acumulación capital de las clases oligárquicas dominantes en contra de los intereses de la clase obrera y el pueblo, da como resultado, por una parte, un contexto social, ideológico, económico y político favorable al ascenso de la extrema derecha y, por otra parte, precariedad laboral, salarial y vital, amenaza permanente de ir al paro, despidos masivos por cierres empresariales, proletarización de la pequeña burguesía y clases medias, en definitiva, incertidumbre social y vital, y en consecuencia frustración, desencanto, desengaño, enfado, rechazo del significante socialismo identificándolo con sus males por parte de la clase obrera y el pueblo, hasta llegar al afloramiento de valores reaccionarios y ultraderechistas. Este proceso nos recuerda o remite o parece concordante con las afirmaciones de Stalin respecto a que la socialdemocracia es la antesala del fascismo. En conclusión, de todo lo anterior, la lucha antifascista tiene que ser una lucha anticapitalista pues el fascismo es consecuencia o alternativa política e ideológica del capitalismo en crisis. Luego, la verdadera lucha antifascista, debe ser una lucha anticapitalista. Y esa lucha tampoco puede basarse en la unidad de la izquierda contra el fascismo o en una suerte de frente antifascista interclasista porque supone aliarse con la socialdemocracia que abonan el terreno para que germine el fascismo, objetivamente incuban el huevo de la serpiente. Estamos llegando a un punto de la historia en que la contradicción principal ya no es reforma o revolución como discutían a principios del siglo XX en el movimiento obrero y revolucionario, ahora la contradicción principal es reacción e involución o revolución, la división fundamental ya es de clase entre quien defiende el sistema capitalista de dominación y quienes defendemos la liberación de la clase obrera de la explotación capitalista y por tanto la liberación de todos los pueblos esclavizados del dominio imperialista. Ya no cabe la reforma o refundación del capitalismo pues la bancarrota y el fracaso histórico de la socialdemocracia y su proyecto de reforma del capitalismo de rostro humano tras un siglo ha sido constatado en los hechos históricamente. La crisis de los principios de la democracia liberal representativa y el libre mercado capitalista Las democracias liberales europeas de entreguerras estuvieron siempre, en lo fundamental, con el nazismo, el fascismo y el franquismo. Los grandes capitales europeos los financiaron. Como hemos desarrollado, no eran más que alternativas políticas e ideológicas del capitalismo en crisis. Los sistemas de valores “democráticos” occidentales no son más que la cara o alternativa “amable” de dominación ideológica y política del capital sobre los pueblos y la clase obrera. Un ejemplo, las políticas de neutralidad de las democracias europeas ante el golpe de estado y la guerra civil contra la II República Española, facilitaron que el fascismo y el nazismo armaran a los golpistas que cometían crímenes de guerra como el de Guernika o la desbandá en Andalucía, al tiempo que impedían a la república armarse para defenderse. Objetivamente no fueron más que un apoyo al franquismo y las clases dominantes y reaccionarias españolas. Esas democracias liberales tan sólo cuando el nazismo comenzó a ser derrotado por el ejército y el pueblo soviéticos y fueron evidentes las atrocidades y crímenes nazi-fascistas y los pueblos europeos empezaron a ser conscientes de las mismas, sólo entonces y de manera oportunista estas democracias liberales y sus líderes se pusieron a la cabeza de la lucha y promovieron los juicios contra los criminales nazis, para desmarcarse de su complicidad histórica y confluencia de intereses con los mismos. Como botón de muestra, al acabar la II Guerra Mundial, muchos generales y criminales de guerra nazis acabaron reconvertidos y colocados por esas democracias occidentales en generales de la OTAN. La crisis de las democracias liberales burguesas europeas es también, en los campos político y económico, la crisis del Estado del Bienestar y la crisis de los principios del estado social que lo sustentan. Por una parte, ya no se dan las condiciones históricas que permitieron su surgimiento. El origen del Estado del Bienestar europeo, bandera ideológica y política de la socialdemocracia, está en unas burguesías atemorizadas por la victoria y consolidación de la Revolución de Octubre y por la posterior victoria sobre los nazis de la URSS en la II Guerra Mundial, que se ven obligadas por ello, como estrategia, a ceder derechos sociales, laborales y libertades a los trabajadores para contrarrestar la influencia ideológica y política de la URSS en el movimiento obrero europeo y sus partidos comunistas y así neutralizar y servir de dique de contención al riesgo no ya de revolución, que también, sino a evitar que tan siquiera partidos comunistas de países europeos llegasen al gobierno de sus democracias liberales burguesas. Una vez eliminado el peligro el Estado de Bienestar se convierte en un lastre en la competencia de la Unión Europea contra la economía China. Las democracias liberales no traducen la voluntad de sus pueblos en sus poderes e Instituciones políticas como parlamentos, gobiernos y sistema judicial, sino todo lo contrario. Asistimos impotentes y frustrados viendo como el sistema representativo de las supuestas democracias liberales occidentales es incapaz de traducir en decisiones políticas los anhelos, objetivos y deseos de sus pueblos de paz y solidaridad con el pueblo Palestino ante el genocidio imperialista sionista del que está siendo objeto. Recordamos la misma sensación y situación de hace algunos años con la guerra de Irak, cuando mientras la mayoría de los pueblos, por encima del 80 % según las encuestas y con masivas manifestaciones por toda la geografía española bajo el lema ¡No a la guerra! exigía justo la política contraria que el gobierno Aznar llevó adelante de meter a España en aquella guerra injusta, ilegítima y hasta ilegal según la propia legalidad internacional burguesa. Todos los gobiernos españoles desde la transición de todos los partidos PP y PSOE, con mayoría absoluta o en coalición, con todos los presidentes sistemáticamente han prometido una cosa en la oposición y en campaña electoral y una vez que llegaban al gobierno, hacían exactamente lo contrario, ejemplo lo que anteriormente hemos desarrollado respecto a los gobiernos socialdemócratas. Estas democracias liberales disponen de infinidad de mecanismos de distorsión de la voluntad popular. Bancos y grandes capitales son propietarios mayoritarios de los grandes medios de comunicación que forman un oligopolio, bancos propiedad del gran capital que financian partidos políticos, con ausencia de mecanismos de control y poder del pueblo sobre sus representantes entre elección y elección en caso de incumplimiento flagrante y sin justificación de sus propuestas políticas al ser elegidos, lobby legal donde las grandes corporaciones multinacionales y los grandes capitales financian a partidos políticos para que saquen adelante leyes y decisiones políticas de acuerdo a sus intereses. Lobby a legal de las puertas giratorias, donde los líderes políticos, una vez terminan su mandato, son colocados en consejos de administración y puestos jugosamente retribuidos de grandes empresas a las que favorecieron con sus decisiones políticas cuando estaban en el cargo Y lobby ilegal, directamente soborno y corrupción, los grandes capitales y empresas compran a políticos, les pagan para que tomen decisiones favorables a sus intereses mientras están en el cargo, bueno esto en Europa, porque en EEUU es perfectamente legal que las grandes corporaciones no sólo pagan las campañas electorales de partidos y de políticos sino que les dan directamente dinero para que lleven adelante los proyectos legislativos que favorecen a sus intereses. Por si todo ello no fuera suficiente para asegurar que las instituciones de poder del Estado van a gobernar y legislar a favor del capital de las élites oligárquicas capitalistas, el sistema electoral no traduce directamente el voto popular o de la población en el parlamento, sino que lo distorsiona con la ley D’Hont de reparto de escaños, las circunscripciones electorales y los diferentes requisitos para el voto que establecen los diferentes países pero que nunca basta con vivir y trabajar en el país de manera que en realidad solo una parte de la población trabajadora tiene derecho a voto. Y finalmente un breve apunte sobre el libre mercado capitalista, donde ya es claro con los hechos y la evidencia histórica de más de cinco siglos desde su comienzo con la modernidad euro-céntrica, que no sirve para satisfacer las necesidades para la vida de las poblaciones de los pueblos bajo su funcionamiento. El objetivo del libre mercado capitalista es la acumulación de capital en una ínfima minoría como Karl Marx evidenció en El Capital. A éstas alturas de la historia vemos el nivel de desigualdad tan brutal que el capitalismo ha creado y que amenaza su propia viabilidad y de la humanidad con cada vez menos ricos cada vez más ricos frente a una inmensa mayoría de personas pobres cada vez más pobres. Sólo cabe pensar en las inmensas fortunas de los multimillonarios a nivel mundial, dueños de grandes tecnológicas y del capital financiero cuyas fortunas no paran de aumentar exponencialmente, algunos ejemplos, Elon Musk, Marc Zuckerberg, Bill Gates, Rothschild, etc. y de igual manera las grandes fortunas y capitales en España cada vez son menos y año a año aumenta más su capital, Ana Patricia Botín, Amancio Ortega, Juan Roig, algunos conocidos y otros más discretos. Frente al proyecto social de relaciones de dominación para la acumulación de capital de unos pocos ya sólo cabe oponer acabar con la explotación de unos seres humanos por otros con unas relaciones justas, equitativas, de cooperación, colaboración y beneficio mutuo cuyo objetivo sea la paz, el bienestar y la felicidad de los seres humanos. El andalucismo Los actuales grupúsculos andalucistas, una buena parte de ellos surgidos como resultado del cierre del PA, no son más que propuestas, en el mejor de los casos, socialdemócratas disfrazados de andalucismo, para intentar reconducir hacia dentro del sistema y sus mecanismos las conciencias, el malestar y las ansias de transformación social y nacional del pueblo andaluz, de quienes se sienten agraviados por nuestra condición de subalternidad e inferiorización de la identidad andaluza y nuestra situación socioeconómica tremendamente desfavorable en todos los aspectos e indicadores respecto a otros pueblos y territorios del Estado español. En definitiva, son las manifestaciones externas en los campos cultural, económico y político de ser Andalucía una colonia interior del estado español, de manera, que objetivamente el papel que desempeña el andalucismo actual no es más que impedir que esa conciencia andalucista derive o se encauce hacia una respuesta organizada revolucionaria y anticapitalista contribuyendo a que no haya oposición organizada al sistema. Las posiciones, programas, tesis del actual andalucismo se centran en Andalucía, luchan por Andalucía, por un poder andaluz, por construir un sujeto político andaluz, etc. todo por Andalucía, pero sin dirimir qué Andalucía: la de los señoritos y terratenientes o la de los jornaleros; la del Rocío o la de los trabajadores en los invernaderos debajo de los plásticos. Es decir, Andalucía sin distinción de clase, una visión interclasista que conecta con una socialdemocracia teñida de verdiblanco que no contribuye a la definición de objetivos de lucha claros del pueblo andaluz. Esos proyectos andalucistas dicen querer construir un sujeto político andaluz, pero se están refiriendo a una organización que represente al pueblo andaluz y resuelva sus problemas, no se plantean que sea el propio pueblo andaluz consciente quien en un proceso de lucha y liberación se constituya como sujeto político. El proyecto alternativo que pretenden se basa en tener un poder andaluz en Madrid y en Bruselas, es decir, en tener representación política andalucista en las instituciones españolas y de la Unión Europea, todo ello como si un partido o movimiento político en esas instituciones fuesen instrumentos útiles para liberación pueblo. No hay más que recordar la historia del andalucismo y los gobiernos de la Junta de Andalucía, donde ha gobernado el PSOE, el PSOE en coalición con los andalucistas, PSOE en coalición con IU, PSOE en coalición con ciudadanos y ahora el PP con el apoyo parlamentario de Vox y en ningún caso hemos superado nuestros males a que antes nos referíamos. La respuesta desde Andalucía, desde el pueblo andaluz y la clase obrera andaluza Decíamos en la anterior ponencia sobre Andalucía: "Siempre en la periferia de la semi-periferia, siempre en el Mediterráneo, que no es sólo un mar sino una gran nación de naciones descuartizadas, aplastadas, oprimidas y explotadas. Siempre botines de guerra. Naciones mediterráneas de trabajadores y trabajadoras aplastadas, oprimidas y explotadas. Siempre carnes de cañón. Por lo que el papel que asignan a Andalucía es la de productora de la clase jornalera y de servicios como camareras, chachas… mano de obra barata y madre que asigna a sus hijos e hijas que no encuentran un amo o ama para ser explotados, el papel de miembros de las fuerzas del orden y de los ejércitos. No para defenderse de extraños, sino para actuar contra sus semejantes, su propio pueblo o para ser las chachas de los ejércitos de las grandes potencias. Andalucía, como toda nación mediterránea: botín de guerra, plataforma de guerra (Rota, Morón, Gibraltar) y diana de guerra. Y su pueblo aún dormido, como dormida está la clase obrera. Quizás los terremotos que se avecinan nos despierten, nos levantemos y venzamos los buenos". Ningún sindicato y muy pocos partidos hacen estos análisis para reorientar la lucha hacia los objetivos históricos de la clase obrera de acabar con la explotación capitalista, con los que intentamos profundizar el estudio y la comprensión de la situación que nos encontramos como clase y en qué situación se encuentran nuestros enemigos de clase. Es una característica de una organización que pretende ser independiente, no ser correa de transmisión de nadie, que sólo depende económicamente para su sustento de las cuotas de sus afiliados y afiliadas. Es una característica que molesta mucho a otras organizaciones el que un sindicato de clase y andaluz tenga pensamiento propio. Porque la conciencia general en las gentes de izquierda es que los sindicatos de clase no deben ser más que correa de transmisión de los partidos de clase. Somos una organización de clase andaluza, de toda persona sometida a la explotación capitalista en Andalucía independientemente de su lugar de origen, que quiere colaborar con las demás fuerzas anticapitalistas en la lucha de la liberación de nuestro pueblo y de nuestra clase. Y es en nuestro Congreso donde se establece límites, bases y orientaciones de actuación del sindicato en los siguientes años de mandato hasta el siguiente Congreso. La ínfima porción de pueblo andaluz y de clase obrera andaluza que estamos organizados en el Sindicato Unitario de Andalucía, debemos ser somos conscientes del marco histórico en el que se desarrolla en cada momento nuestra lucha por la mejora constante de nuestras condiciones de vida y de trabajo. Si pretendemos transformar la realidad de la explotación de la clase y del pueblo, de poner fin a los desmanes de los capitalistas, el tener un conocimiento lo más cercano a la realidad es condición indispensable para cualquier militante anti capitalista. Nuestro pueblo forma parte de la hermandad de pueblos que los azares de la evolución geológica reúnen en la región mediterránea. Una región que el capitalismo, el colonialismo, el imperialismo, el racismo... ha considerado como un área geográfica o geopolítica objeto de conquista y explotación, cuyo papel asignado es el de ser productores de riquezas para las grandes fortunas occidentales. Para lo que les es imprescindible que unos trabajadores y pueblos estén estigmatizados como enemigos para sus camaradas de otros pueblos hermanos, convirtiéndonos en plataformas y en dianas de las guerras de las que vive el sistema capitalista. Andalucía ni es, ni puede ser, ni queremos ser europeos, como insistía Blas Infante. Somos euroafricanos, euro-orientales. Quienes formamos parte de la lucha por una Andalucía libre y por una clase obrera andaluza libre de la explotación capitalista, el pueblo trabajador andaluz, formamos parte del conjunto de pueblos hermanos que luchan por los mismos objetivos de paz y libertad. Compartimos objetivos y compartimos enemigos y por ello también nos debemos considerar sujeto histórico de liberación, forjando herramientas comunes de lucha. Insistiendo en las afirmaciones de Infante, Europa es su método, el yo pienso, luego existo. El método que convirtió a seres humanos en robots, en máquinas, en herramientas, en un recurso económico del que disponer para agrandar las fortunas de las grandes fortunas. Somos sus recursos humanos. Y esta lucha, la lucha por convertirnos nuevamente en seres humanos, es la lucha que debe ser el sustrato de todo tipo de lucha social que diga defender a nuestro pueblo, que diga defender los intereses de la clase obrera andaluza, que diga defender los derechos y las libertades del pueblo trabajador andaluz. Este pienso luego existo fue definido por Descartes, filósofo francés del siglo XVI de familia noble educado por los jesuitas, que estudió derecho en Francia, viajó por Europa y se estableció en los Países Bajos. Él habla desde el corazón mismo de la Europa colonialista conquistadora, en un momento histórico en que la disputa por la hegemonía en el sistema mundo está entre la corona hispánica y Francia. Descartes con su filosofía y su yo pienso luego existo, proclama el pensamiento racionalista y científico euro-céntrico, racista que parte y justifica la superioridad cultural, filosófica, científica, etc. de los estados modernos colonialistas, del hombre europeo blanco propietario y cristiano, pensamiento que sirve para fundamentar su derecho de conquista, con el expolio, exterminio, asimilación, etc. que supone para los pueblos conquistados. Un pienso luego existo que, como afirmó Dusell, es el sucesor del yo conquisto. Sin las conquistas y colonización de Andalucia, Canarias y América, sin ese yo conquisto de las grandes fortunas europeas de Venecia, Génova, el Sacro Imperio Romano Germánico y las bendiciones papales, a través de las monarquías hispánicas de Castilla-Aragón y Portugal, sin ese yo conquisto previo no hubiera sido posible el nacimiento del Estado Moderno de la razón, la ilustración y las revoluciones liberales burguesas. Ese estado moderno a día de hoy hegemónico en todo el planeta que ha dado lugar a ese pensamiento hegemónico euro-céntrico del yo pienso…luego existo, para fundamentar y justificar las conquistas. Yo vivo porque pienso y siento, rectificaba Infante. La vida es sentir, lo humano es pensar. Para el pensamiento de la clase obrera andaluza, lo primero es el sentir, es estar vivo, es la vida para la que es indispensable disponer de los bienes necesarios, de los bienes materiales como seres vivos y de los bienes espirituales como seres humanos. Todo lo contrario a lo que nos ofrece el sistema de explotación capitalista. Un sistema de muerte que vive arrebatando la vida de la madre naturaleza, arrebatando también vida humana en sus centros de trabajo, en sus guerras, en sus gobiernos... Recuperar nuestra memoria histórica es vital para oponernos al destino que nos tienen preparados quienes viven de nuestro trabajo y absorben nuestros jugos vitales. Para nuestros explotadores les es imprescindible el borrado de nuestra memoria histórica para así poder reescribir sobre nuestras conciencias el relato de nuestra inferioridad racial y, por lo tanto, la justificación de ser quienes entre supuestos iguales tengamos más parados, más índices de pobreza, menos desarrollo industrial, menos esperanza de vida, más emigración, los que perores hablamos, los más vagos... Y con ello poder convertirnos en mano de obra barata y sumisa y en la carne de cañón de los cuerpos de defensa y seguridad del Estado al ser para muchos la única salida posible de la pobreza. De un Estado que se defiende con tanquetas policiales de sus propios trabajadores cuando reivindicamos nuestros derechos, y de defensa de un Estado que lo que hacen en realidad atacar a otros Estados, a otros miembros de la clase obrera, a otros pueblos hermanos. Insistiendo con Blas Infante, Andalucía no le tiene que copiar nada a nadie a la hora de dotarnos de recursos para nuestra revolución. Nuestro pueblo y nuestras gentes han dado respuestas a nuestros intereses con sus luchas. Unos intereses aún no conquistados y unas luchas de las que hemos salidos derrotados, pero que de cada derrota hemos ido acumulando experiencias que, como decimos, estamos obligados a no permitir que entren en el olvido. De la época de la conquista de la zona occidental de Andalucía contamos con nuestro compatriota Ibn Jaldun, nacido en el exilio, en Tánger, en el siglo XIV. Historiador, sociólogo, filósofo, geógrafo, demógrafo, economista y funcionario andalusí, considerado padre o fundador de muchas de esas disciplinas. Nos legó la categoría del poder constituyente de los pueblos. Un derecho que sólo les corresponde a los pueblos y que no depende del origen de nacimiento, del color de la piel o de la religión sino de la propia voluntad de ese pueblo de constituirse en sujeto de su propia existencia, sin dependencias de poderes ajenos más que de la propia voluntad de esos pueblos. Esta idea del poder constituyente de los pueblos de Jaldun la enlaza Enrique Dusell desde la periferia del sistema capitalista, desde Latinoamérica, con las tesis marxistas sobre el poder. Para el autor la categoría de poder tiene dos acepciones: poder constituido y poder constituyente. Poder como dominación y poder como liberación, poder como mando y obediencia de otros y poder como medio para que la comunidad decida su destino y quienes lo ostentan manden obedeciendo, poder que parte de que reside en la institución en el cargo público y poder que parte que reside o que su fundamento está en la comunidad, poder para servirse de la comunidad por el grupo o individuo que lo ostenta y poder como servicio a la comunidad por quienes lo detentan, poder reaccionario, autoritario frente a poder revolucionario. En definitiva, la categoría de poder constituyente está relacionada con una concepción del mundo y de la política de liberación y de decisión de la comunidad, del pueblo en sus asuntos públicos, esa concepción del poder como liberación sirve para desarrollar herramientas e instituciones de liberación. Categoría política la de poder constituyente que, sin saberlo, compartirán los republicanos federales andaluces con su propuesta de constitución para Andalucía de 1883. Estos fueron los protagonistas de la revolución que puso fin al reinado de Isabel II y de la proclamación de la I República española. Y, además, por ser la fuerza política en la que militaban los dirigentes de la clase obrera andaluza, fueron los que introdujeron, por primera vez en la historia, las reivindicaciones obreras en las Cortes Generales. Su propuesta de constitución andaluza no es más que la puesta en papel de lo aprendido de la derrota de la revolución cantonal que también protagonizaron. Y en ella encontramos la determinación de una Andalucía soberana y cuyo poder constituyente, su pueblo, nunca deja de tener el control sobre quienes salen elegidos en las elecciones. Pero que, además, regula la planificación de la economía con la participación en primera línea de las organizaciones de trabajadoras y trabajadores y regula nuevas funciones de los sindicatos como agentes directores de la producción de las empresas públicas, dónde se prohíbe la privatización de los recursos públicos. Y por último, de este sucinto y brevísimo recorrido por nuestra memoria, tenemos que volver a nombrar a Infante para el que además de compartir en su pensamiento con todo lo expresado por Jaldún o por los republicanos federales, además añade que en la economía privada, capital y trabajo han de tener la misma consideración pues capital no es más que trabajo acumulado, por lo que en los consejos de administración de las empresas habrán de estar representados los trabajadores en un 50% y en otro tanto los representantes de los accionistas, de los propietarios del capital. Mientras que en la economía pública son los trabajadores y organizaciones sindicales quienes han de ser sus principales protagonistas. Son pensamientos similares que complementan o desarrollan los pensamientos de tantos otros luchadores y luchadoras de todo el planeta, pues, en definitiva, la lucha por la liberación de la explotación capitalista es la lucha por la vida y la libertad de toda la humanidad. Andalucía, puerta del Mediterráneo, condenada a ser plataforma de las guerras imperialistas, a ser sobre explotados trabajando más y como menos salarios y derechos. Como pueblo y como clase aún no hemos despertado a pesar el presente de guerra y reacción. Pero quienes desde la clase obrera andaluza y con nuestra herramienta de lucha el Sindicato Unitario de Andalucía debemos reforzar nuestros propios frentes de lucha con las siguientes: CONCLUSIONES Y PROPUESTAS DE ACCIÓN 1. Profundizar la apuesta de la clase obrera por la paz entre los pueblos. La no injerencia en los asuntos internos de cada país y la búsqueda de soluciones políticas en igualdad de condiciones de poder de decisión. Y profundizar la denuncia del recurso a la guerra, a la eliminación sangrienta de población sobrante, como somos los pobres, de los Estados imperialistas, colonialistas y capitalistas. 2. Reforzar los lazos con las organizaciones políticas que busquen un nuevo orden político democrático y socialista, donde la población pueda ejercer el derecho a decidir su presente y su futuro. Y que, por ello, actúen en ruptura del Régimen del 78 desde el deseo de hegemonizar un nuevo proceso constituyente desde abajo y por los de abajo. En nuestro caso en concreto, por ser trabajadores y trabajadoras de Andalucía, hacer efectivo el artículo 1 de la Constitución andaluza: “Andalucía es soberana y autónoma; se organiza en una democracia republicana representativa, y no recibe su poder de ninguna autoridad exterior al de las autonomías cantonales que la instituyen por este Pacto”. 3. Desde el Poder Constituido nuestro sindicato sirve a los intereses de ese poder. Actuar bajo la legalidad del actual Estado de Derecho ya sabemos que es actuar bajo la avaricia del Estado de Derecho de la Oligarquía española y europea. Desde el Poder Constituido sólo podemos mal defendernos en una guerra perdida de antemano en la que todas las Instituciones del Estado (Inspecciones de Trabajo, Juzgados de lo Social…) actúan para asegurar la acumulación de Capital y la explotación capitalista. En este sentido, aún debemos, en cada rincón de Andalucía donde tengamos compañeros y compañeras, extender nuestra actividad sindical, el asesoramiento laboral y jurídico para que puedan utilizarlo cada vez más trabajadoras y trabajadores. 4. Pero tal y como van desarrollándose las tendencias seculares que hemos referido, a la vez que hacemos lo anterior, es decir, suavizar la explotación capitalista, debemos convertirnos en herramienta del poder constituyente democrático, feminista, socialista y andaluz, en herramienta para acabar con la explotación capitalista mediante el control democrático y obrero de la producción. 5. Y también reforzar nuestra participación en todos los foros culturales en los que participamos para la extensión de nuestros planteamientos, en lucha por la hegemonía frente a los planteamientos reformistas, de aquellos que pretenden mejorar el sistema, pero no abrir el paso a la libertad y la felicidad de la humanidad. Reforzando la organización, la participación y las convocatorias de charlas, debates, teatros, presentación de libros, seminarios…
Por Secretaría Federal Colegiada 1 de mayo de 2024
Con nuestra precariedad pagáis vuestras guerras “La lucha de clases existe y la estamos ganado los ricos” Warren Buffett Warren Buffett es una de las personas más ricas del mundo que no sólo es consciente de la existencia de la lucha de clases, sino que también es consciente de estar ganando esta guerra por goleada. Una lucha cuyo objetivo fundamental es la apropiación, el robo del producto de nuestro trabajo por los propietarios de los medios de producción. A los hechos nos podemos remitir. La crisis que se inició en 2008 en Europa provocó en los estados del sur europeo la pérdida de soberanía económica que les quedaba. A partir de esos momentos será Bruselas y no los parlamentos nacionales, quienes darán luz verde o no a los presupuestos generales de los estados. En concreto en el Estado español, Zapatero, Rajoy y compañía parlamentaria cambiaron la intocable Constitución Española del 78 para asegurar el pago de la deuda externa antes que el mantenimiento de los derechos sociales. Además se congelaron las pensiones y se dio fin a la negociación colectiva con la correspondiente reforma laboral. También se redujeron las competencias sindicales e incluso de la Inspección de Trabajo, dejando a trabajadores y trabajadoras a pecho descubierto ante los abusos físicos y morales de la patronal. Hemos pasado del Estado del Bienestar al bienestar del Estado, gracias a la alternancia de gobiernos ya sean de los socialistas, de los populares o de coalición con la izquierda o con nacionalistas de derecha o izquierda... En todo el mundo “civilizado” el dinero público, producto del trabajo y el sacrificio de la clase obrera, no es utilizado para proteger la salud, la educación, la vivienda, las pensiones… sino para ayudar a los ricos a serlo más y a acumular más capital. Ahora, el principal destino de la riqueza social que producimos con nuestro trabajo para los capitalistas sirve para rescatar bancos, para salvar grandes empresas en quiebra, ofrecerles negocios con beneficios seguros a cargo de los presupuesto público y para planificar el genocidio de las trabajadoras, los trabajadores y las hijas e hijos de otros pueblos. Mientras que todo esto ocurre, nuestro poder adquisitivo no ha hecho más que retroceder. Por mucho que suban los convenios o el salario mínimo interprofesional, cada vez tenemos más dificultad para adquirir los bienes necesarios para la vida. Nos van empobreciendo a marchas forzadas al tiempo que las grandes fortunas occidentales no han hecho más que enriquecerse. Elon Musk de Twitter comenzaba en 2012 con una riqueza valorada en 2.000.000.000 de dólares que en 2024 se cifra en 204.500.000.000 de dólares. Jeff Bezos de Amazon pasó en ese lapso de tiempo de 184.000.000.000 a 196.000.000.000 y Mark Zuckerberg de Facebook de 17.500.000.000 a 170.000.000.000 de dólares. La clase dominante nacional-patriótica-española no es ajena a este brusco enriquecimiento de capitales privados. Así, Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Banco Sabadell y Bankinter ganaron 26.088,1 millones de euros en 2023, un 25,96% más que el año anterior. A pesar de estos escandalosos beneficios, las clases dominantes occidentales no pueden hacer frente, no pueden competir en productividad y competitividad frente a las economías emergentes capitaneadas por el nuevo gigante chino. Han optado por intentar sobrevivir aumentando la explotación sobre la clase obrera y la guerra imperialista antes que pactar las nuevas condiciones que impone el desarrollo de la lucha de clases en el mundo. Porque los Estados capitalistas no sólo permiten, facilitan o promueven la lucha de clases de los propietarios de medios de producción contra sus trabajadores, sino contra los propietarios de los medios de producción y los trabajadores de otros Estados. Este es el origen de las guerras imperialistas, que no creamos que van a pagar quienes se van a beneficiar de las mismas, sino que las estamos pagando los trabajadores y trabajadoras de los Estados agresores, los trabajadores y trabajadoras de EEUU y de la UE. Tenemos a miles de compañeros y compañeras convertidos en zombis, tirados por las calles norteamericanas, miles en las colas del hambre con tiendas de campaña como sus únicos hogares. O aquí en Europa restringiendo los derechos conquistados en otros tiempos, privatizando todos los servicios públicos, convirtiendo en negocio la prestación de nuestros derechos: vivirán, estudiarán, tendrán casa, pensiones o comida quienes puedan pagar. O como en Palestina, fomentando, financiando y legitimando el genocidio del pueblo. Así pagan sus guerras, apoderándose de nuestros cuerpos, de nuestras almas y de nuestros pueblos. El Estado moderno surgió con la conquista y la dominación de los Estados sobre los pueblos. Como Andalucía todos los pueblos del Mediterráneo hemos sido convertidos en botín de guerra y en plataforma para las guerras imperialistas contra nuestros pueblos hermanos. Los jugos vitales de nuestros pueblos terminan en las cuentas corrientes de las grandes fortunas del mundo occidental y nos convierten en piezas de ajedrez del macabro sistema capitalista. Mucha gente piensa que cambiar este estado de cosas no depende de nuestras fuerzas y que no lo podemos cambiar. Desde el Sindicato Unitario de Andalucía y a pesar del entorno desfavorable hemos mantenido una línea sindical de clase anticapitalista. Hemos resistido la etapa de la desindustrialización y el desencanto que se produjo tras la victoria socialista de 1982. Resistimos al acoso permanente que ejerce la patronal sobre nuestros compañeros y nuestras compañeras sindicalistas por su lucha por los derechos de todos. Incluso habiendo sidos despedidos como recientemente los cinco de Duplach de Córdoba, afiliados al recién nacido Sindicato Unitario de Córdoba, por el crimen de exigir que se cumplan las leyes laborales burguesas y los convenios en sus centros de trabajo. Los enemigos de la clase obrera no han logrado hacernos desaparecer o renunciar a nuestros principios en estos casi cincuenta años de lucha contra las mismas bestias, sino que seguimos creciendo y difundiendo nuestra línea sindical anticapitalista por toda Andalucía. Hemos vuelto a tener presencia sindical en sectores de los que nos habían desplazado otras alternativas sindicales y estamos surgiendo en sectores, empresas y localidades andaluzas donde antes no estábamos. Se están incorporando a nuestras filas nuevas generaciones de compañeros y compañeras que por juventud y conciencia nos dan relevo para otros cincuenta años más de lucha. Y esto, porque a pesar de las dificultades, en el campo económico hemos seguido luchando por la liberación de la clase obrera de este sistema de explotación y dominacióin capitalista y en el campo político, junto a otras organizaciones anticapitalistas, hemos seguido luchando por la liberación de Andalucía y el pueblo trabajador andaluz, así como participando en la lucha antiimperialista de nuestro pueblo contra la OTAN y las bases militares extranjeras en Andalucía. En definitiva, nuestra lucha y objetivo es una vida mejor para todas, opuesta a la que tenemos y a la que nos encaminan. Otra vida mejor y en paz que solo será posible cuando seamos los trabajadores y trabajadoras quienes decidamos qué, cuánto y cómo producimos y a donde se destinan los beneficios, la riqueza que creamos con nuestro trabajo; para emplearlos en la satisfacción completa de nuestras necesidades materiales y espirituales para la vida: salud, educación, cultura, pensiones, vivienda, derechos, etc. dejando así de dedicar la riqueza que generamos al enriquecimiento de unos pocos, a la guerra y en definitiva a la muerte. La lucha de clases la estarán ganando los ricos, pero, precisamente por esto, las filas de quienes luchamos por otro mundo posible sin víctimas, sin exclusión, sin dolores sociales se van ampliando en número y en contundencia. Y esto podrá hacer que en un futuro no muy lejano, seamos los pobres quienes ganemos la lucha de clases contra los ricos y con ello establecer una patria para los trabajadores y las trabajadoras donde impere el principio de la igualdad social. Aquella igualdad que proclama la constitución andaluza de 1883 consistente en la conquista de la independencia económica del pueblo y como Blas Infante la proclama: la igualdad social es el derecho natural de todos y todas al libre acceso a todos los bienes necesarios para la vida material y espiritual de todo el pueblo. La única clase de igualdad que nos hace a los seres humanos libres. Camaradas, el futuro es de liberación de la explotación de los seres humanos, de los pueblos y de la naturaleza. El futuro se construye en el presente con organización y lucha. Este es el sentido vital de las organizaciones de la clase obrera y por eso es también el sentido de la existencia del Sindicato Unitario de Andalucía. Viva el 1º de mayo Viva la lucha de la clase obrera Viva Andalucía libre Secretaría Federal Colegiada
Por Secretaría Federal Colegiada 30 de marzo de 2024
La clase obrera andaluza organizada en el Sindicato Unitario, junto a otras organizaciones de lucha de nuestro pueblo, hemos retomado la convocatoria de la marcha contra la base militar norteamericana de Rota, después que las organizaciones de izquierda, que tradicionalmente la convocaban, la abandonaran una vez que pasaron a formar parte del gobierno del Estado. Desde la crisis económica en Europa desde el inicio en 2008, la pandemia y, ahora, la guerra contra Rusia en Ucrania y el genocidio del pueblo palestino, la Oligarquía española a través de los diferentes gobiernos surgidos de las urnas no ha cejado de saquearnos en dinero y en derechos. El dinero público, producto del trabajo y el sacrificio de la clase obrera, no es utilizado para proteger la salud, la educación, la vivienda, las pensiones… Ahora, el principal destino de la riqueza social que producimos con nuestro trabajo para los capitalistas sirve para rescatar bancos, para salvar grandes empresas en quiebra y para matar a las trabajadoras, los trabajadores y a sus hijas e hijos de otros pueblos. El Capital de la oligarquía española junto al de los diferentes Estados de la Unión Europea, unidos en ´Santa Alianza” con el Capital norteamericano han entrado en un periodo de crisis múltiples y simultáneas (económicas, políticas, cultural o de valores…) de muy difícil resolución por no decir de imposible resolución. Las ventajas tecnológicas chinas acumuladas durante años y la planificación de la economía en manos del Partido Comunista de China han dado su fruto, convirtiendo al Estado chino en la primera potencia mundial. La poca o nula productividad y competitividad de la economía anglosajona frente al ininterrumpido crecimiento económico chino ha sido la estocada de muerte a la hegemonía de Occidente sobre el resto del planeta. Y es por ello, por salvar sus capitales, por salvar su propia existencia como clase dominante, que la oligarquía española no puede hacer otra cosa que aumentar la explotación de la clase obrera (aumentando las horas de trabajo, los ritmos de trabajo, reduciendo las medidas de seguridad de nuestras vidas…), tomando en sus manos la gestión de la inmensa mayoría de los servicios públicos gracias a las continuas privatizaciones y aventurándose en la guerra contra pueblos hermanos y contra camaradas de nuestra clase de otros pueblos y países. Pero la reducción de la capacidad de ejercer la soberanía sobre la economía, la política y el pensamiento en todo el planeta, la escasa competitividad y productividad de la economía de Occidente no reduce la capacidad de enriquecimiento de sus clases dominantes. Elon Musk de Twitter comenzaba en 2012 con una riqueza valorada en 2.000.000.000 de dólares que en 2024 se cifraba en 204.500.000.000 de dólares. Jeff Bezos de Amazon pasó en ese lapso de tiempo de 184.000.000.000 a 196.000.000.000 y Mark Zuckerberg de Facebook de 17.500.000.000 a 170.000.000.000 de dólares. Nuestra clase dominante patria no es ajena a este brusco enriquecimiento de capitales privados individuales. Así, Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Banco Sabadell y Bankinter ganaron 26.088,1 millones de euros en 2023, un 25,96% más que el año anterior. Aunque las empresas del Ibex “sólo” alcanzaron en ese año 51.120 millones de beneficios, cerca de un 10% menos que en 2022. Y ¿qué ha pasado con el poder adquisitivo de las clases trabajadoras? No voy a contestar porque todas conocemos la respuesta. Gobierne quien gobierne siempre lo hace sirviendo los intereses de la clase dominante. Gobiernos de uno u otro signo, con unos u otros apoyos, siempre al servicio de la acumulación capitalista. Siempre legislando a favor de los explotadores, aunque eso signifique imponer dictaduras nazis-liberales como en Ucrania u ordenar el genocidio de todo un pueblo a través de Estados nazis-liberales como el Estado sionista de Israel, entre otras aberrantes acciones contra la Humanidad y a favor del Capital. Desde el Sindicato Unitario no podemos hacer otra cosa que apoyar y/o participar en todas las iniciativas de lucha cuyo objetivo sea el poner fin a esta situación de sobre explotación y de servir de carne de cañón para mantener el crecimiento económico de quienes nos explotan y explotan a otros pueblos. Porque sin la participación activa de la inmensa mayoría de nuestra clase, estén afiliadas a sindicatos o no estando afiliadas a sindicato alguno, será imposible el salto revolucionario necesario para poner fin al sistema capitalista que nos explota y nos manda a morir para defender las cuentas bancarias de los poderosos. La base militar de Rota sólo sirve para mantener el orden y las normas que aseguran la explotación capitalista contra la clase obrera andaluza y contra la clase obrera de los pueblos hermanos del Mediterráneo. La marcha contra la presencia de bases militares en Andalucía forma parte de la lucha de la clase obrera por la superación del sistema capitalista y la construcción de un nuevo sistema que no produzca sufrimiento ni víctimas, por un nuevo sistema que de defienda la Vida. Andalucía, 30 de marzo de 2024 Secretaría Federal Colegiada
Por varios 12 de febrero de 2024
No encontramos palabras que puedan describir los sentimientos que nos produce ser conscientes de la ejecución del genocidio contra Palestina. Y menos aún, palabras que describan la amarga sensación de la impotencia que nos produce como individuos, como pueblo andaluz y como clase obrera, pese a las continuas movilizaciones de millones de personas en todo el planeta exigiendo el fin del genocidio y la reparación de la justicia para las víctimas. Los ejecutores de tal crimen, de lesa humanidad, hacen oídos sordos. No pueden rectificar sin poner en peligro su modo de vida, el que consiste en ser poseedores de forma privada de los bienes necesarios para la vida de todos, nutriéndose de la explotación humana y de la misma fuente de vida, la naturaleza. Pero ese modo de vida, el de las gigantes compañías capitalista occidentales, está en peligro por dos cuestiones fundamentales: los Estados Unidos y las organizaciones supra-estatales de los EEUU y la Unión Europea no consiguen superar en productividad y competitividad al gigante asiático, la República Popular China, desde hace más de veinte años, y el fin de la venta a saldo de los bienes soviéticos en la época de Yeltsin con la política nacionalista de Putin, que impide el robo de las riquezas nacionales por compañías capitalistas no rusas. Cuestiones que están provocando el colapso de todo el sistema de Occidente. Crisis económica unida a la crisis política de los regímenes occidentales, pues ya no pueden dar respuestas desde el pensamiento liberal, y provocando, a su vez, crisis del sistema de los valores que las altas instituciones exponían al mundo como conquistas europeas, la democracia (liberal) y el Estado del Bienestar. Sufrimos una crisis integral del sistema capitalista y del régimen político liberal, en un Occidente que se resiste a dejar paso a otras economías, a otros sistemas, a otros regímenes políticos, mucho más productivos y equitativos. Y para ello, las grandes formaciones políticas que se turnan en los gobiernos europeos, que si son grandes e influyentes es porque están protegidas por los grandes capitales, no pueden hacer otra cosa para seguir viviendo del trabajo de los demás que favorecer las privatizaciones, salvar bancos y empresas ruinosas endeudándonos por siglos, intentar salvar el orden político y la paz social complementando los salarios que no pagan los empresarios con derechos sociales que también sirven para aumentar la losa de la deuda pública... y el sanguinario recurso de la guerra. La crisis es tan profunda que el aumento de la explotación de los pueblos y de la clase obrera no es suficiente para evitar la caída euro-norteamericana a la segunda división de las naciones del planeta. La guerra es la solución contra quienes ponen en cuestión la hegemonía mundial de Occidente. No dudaron en promocionar el golpe de Estado en Ucrania y la instalación de un gobierno de corte nazi al objeto de acercar la OTAN a la frontera rusa, financiando el exterminio de la población opositora hasta que la operación militar especial de Rusia ha supuesto una lenta y agónica derrota. O como es el caso, nuevamente, en el Oriente Próximo países y regímenes democráticos han sido reducido a cenizas como Libia o Iraq, intervenidos como Egipto, acosados como Irán…, hasta que la ayuda rusa puso fin a la agresión contra Siria. La actual ejecución del genocidio de la nación palestina por el Estado de Israel, no podría ser llevada a cabo si no formara parte de la respuesta que los grandes capitales europeos y norteamericanos junto a sus respectivos gobiernos e instituciones, tienen que dar en un último intento de salvar sus capitales y su poder. Las oligarquías clases dominantes euro-norteamericanas han actuado siempre con el mismo método. La guerra de conquista, la colonización, el genocidio, el etnocidio... y la asimilación racista de la población conquistada sobreviviente mediante una instrucción pública orientada hacia el borrado de la memoria histórica. Andalucía fue la primera tierra conquistada por la Modernidad europea. Las tropas europeas capitaneadas por el reino de Castilla conquistaron lo que después serán los reinos de Córdoba y Jaén entre 1236 y 1246. El reino de Sevilla fue conquistada entre los años 1248 y 1262 y del que saldrán las actuales provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz. Y entre 1487 y 1492 fue conquistado el sultanato nazarí de Granada, convertido en un reino de Granada asimilado -como los demás andaluces- a la corona castellana y dividido posteriormente en las provincias de Málaga, Granada y Almería. Todas estas oleadas conquistadoras se inician con guerra para que tras la derrota andaluza se proceda a la conquista, colonización, deportaciones, borrado… del pueblo originario andaluz, del que sus capas más pobres constituirán los primeros parias del Estado Moderno que se gestó tras la conquista de Andalucía. Durante los más de cinco siglos transcurridos desde entonces, las potencias europeas han seguido el mismo itinerario colonizador. Toda la riqueza obtenida por las economías occidentales está manchada de la sangre de las víctimas y del sufrimiento que han producido en todos los rincones del planeta. Pero nunca han podido eliminar por completo a la resistencia a la ocupación. Una pequeña y dispersa fracción de nuestro pueblo mantiene la esperanza en la futura liberación andaluza de nuestro pueblo de las garras sanguinarias de la Unión Europea. Pequeña y dispersa pero fortalecida por la experiencia de la lucha de quienes nos precedieron y con nuestra propia experiencia. La Andalucía originaria no es europea, no puede ser europea. Blas Infante insiste en esto y termina diciendo que quienes vivimos y trabajamos en Andalucía no podemos querer ser europeos. El método europeo-capitalista es el que nos ha convertido a las clases trabajadoras en máquinas o en piezas de máquinas, de robots. Nos han arrebatado nuestra alma humana y nos han convertido en fuerza de trabajo, en una simple mercancía que compran, usan y desechan cuando sus cuentas de resultado se lo exigen. Para lo que cuentan con todas las instituciones nobiliario-burguesas del Estado que nos impusieron como amo de Andalucía, el Estado español, con el que se aseguran del traspaso de las riquezas que creamos con nuestro trabajo. También como planteó Infante, nos sentimos euro-africanos y euro-asiáticos. Una buena porción de pensamiento semita recorre el ADN del pueblo originario andaluz que continúa luchando por la conquista de su libertad. Sólo deseamos que esta fase de la conquista de Palestina sea el último acto de esa Europa asesina de seres humanos. Que la actual fase de la lucha palestina de liberación contagie las ansias de libertad a todas las naciones explotadas y oprimidas del Mediterráneo, convertidas por el imperialismo en colonias del centro euro-norteamericano capitalista. Quienes suscribimos este manifiesto: 1 Condenamos la actual agresión genocida contra el pueblo palestino y luchamos por el restablecimiento de la justicia en todos los pueblos colonizados y explotados por el actual sistema inhumano capitalista. Para lo que hemos organizado o participado en todas las manifestaciones, concentraciones y debates en solidaridad con el pueblo palestino convocadas en Andalucía. Acciones que seguiremos reproduciendo hasta el fin de este demencial episodio genocida. 2 Como parte del pueblo andaluz y de su clase obrera, condenamos la posición del gobierno del Estado (central, autonómico y municipal), por formar parte de los agresores genocidas. 3 Apoyamos la creación del Estado palestino y que éste abarque todos los territorios históricos de la nación palestina antes de la creación del Estado sionista israelí por el imperialismo occidental, desde el río hasta el mar. 4 Nos proponemos construir en todos los municipios andaluces nuestras propias instituciones populares que impidan el secuestro de la voluntad popular de apoyo a todas las luchas de liberación nacional y social de los pueblos. Por todo ello, al pueblo andaluz, a las trabajadoras y trabajadores de Andalucía, a todas y todos que vivimos y trabajamos en Andalucía SOLICITAMOS os unáis a nuestra lucha de liberación de la guerra y de la explotación capitalista. Vivan Andalucía y Palestina libres, por los pueblos y la Humanidad.
Por Dolores Salas Rodriguez 10 de diciembre de 2023
Somos mujeres y hombres de Andalucía, conscientes de los dolores que sufre nuestro pueblo y todos los pueblos, que como el nuestro, han sido invadidos, colonizados y explotados por el imperialismo occidental. En estos momentos especialmente nos sentimos incapaces de poder ayudar de forma efectiva a nuestras hermanas y hermanos de Palestina. Ante la situación de genocidio que está padeciendo nuestro pueblo hermano palestino, las autoridades occidentales apoyan manifiestamente al agresor. Forman parte, por lo tanto, de los enemigos de los pueblos que luchan por su existencia en libertad. Por lo que no será posible la paz entre los pueblos sin que los mismos pueblos nos dotemos de sistemas verdaderamente democráticos en los que nuestros gobiernos sean los representantes de la paz, la solidaridad y la cooperación que desde Andalucía deseamos con todos nuestros pueblos hermanos del Mediterráneo y con toda la Humanidad. Es por esto que nos volvemos a congregar por las calles de Andalucía gentes de diferentes partidos y gentes sin partido, trabajadoras y trabajadores de diferentes sindicatos y trabajadoras y trabajadores de ningún sindicato, pero todas con una disciplina común: hacer efectivo el Ideal Andaluz. Para que la nación resultante de cumplir nuestro Ideal cuente con representantes de la voluntad popular y de los deseos de nuestro pueblo de amor y solidaridad con todos los pueblos hermanos y con toda la Humanidad. Para el Padre de la Patria andaluza, Blas Infante, en Andalucía no existen extranjeros. Toda persona que viva o trabaje en Andalucía y que se sienta dolorida por la complicidad de nuestras autoridades con el Estado sionista de Israel, puede formar parte de nuestra lucha, la lucha por una Andalucía libre, única forma de hacer efectiva nuestra solidaridad con la lucha del pueblo palestino por una Palestina libre. Y al igual que Infante, no nos sentimos europeos. No somos europeos, no podemos ser europeos, no queremos ser europeos. Somos andaluces y andaluzas euro africanos y euro orientales. Europa no nos representa. Esa Unión europea que se vende a sí misma como máximo exponente de los derechos humanos pero que ha sembrado y siembra de cadáveres todas las calles de todas las ciudades del planeta. A los pueblos del Mediterráneo nos han convertido en botines de guerra y en plataforma de guerra entre pueblos hermanos. Por todo esto, la lucha por la liberación de Palestina forma parte de la lucha por la liberación de Andalucía. Luchas ambas que forman parte de la lucha por la liberación de todo el Mediterráneo de las garras del colonialismo, el imperialismo y el capitalismo. Organicemos la revolución andaluza y que empiece la rebelión de los pueblos, por la Humanidad. Viva Palestina libre Viva Andalucía libre Huelva 10 de diciembre de 2023
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