El pasado 15 de junio celebramos un Congreso extraordinario para la prórroga de los cargos durante un año. Y aprovechamos el evento para debatir la ponencia sobre contexto histórico en la que analizábamos la evolución de la lucha de clases desde el anterior congreso en enero de 2020 hasta hoy y cuyo texto definitivo, tras los debates previos y las aportaciones del pleno del Congreso, publicamos a continuación.
Ponencia de contexto histórico
Analizábamos en el anterior Congreso el contexto histórico en el que se desarrollaba la vida, la economía, la política y los valores de los seres humanos en el periodo 2016-2020, caracterizándolo de la siguiente forma: aumento de la amenaza de guerra global; acorazamiento policial de los Estados; y la situación que este marco provocaba en la vida de andaluces y andaluzas. Señalando, además, la crisis de los valores de la democracia liberal representativa y la defunción del Estado del Bienestar.
Señalábamos también que este ciclo caracterizado por una nueva carrera armamentística y el fomento de fuerzas de ultraderecha, se iniciaba con el derrumbe de las Torres Gemelas, una vez concluida la Guerra Fría tras la victoria del capitalismo en la extinta Unión Soviética y el ascenso de China como potencia económica, política y militar, superando a la Unión Europea y poniendo en cuestión la hegemonía mundial única de los EEUU en todo el planeta.
¿En qué sentido se han desarrollado estas tendencias? ¿Se suavizan, se antagonizan, se transforman? ¿Cómo afecta a la vida y a las condiciones laborales de la clase obrera andaluza? Preguntas que debemos resolver para adecuar nuestra práctica de lucha sindical a la realidad que nos rodea o, al menos, estar lo más cercanos a la verdadera situación de la lucha de clases que va a enmarcar nuestro terreno de lucha obrera, para poder seguir avanzando en la organización y concienciación de la clase obrera andaluza hasta la derrota definitiva del sistema capitalista.
Vamos a estudiar estas tendencias en los diferentes campos en los que se desarrolla la lucha de clases: en la economía, en la política y en la cultura o campo ideológico. Y finalizaremos valorando el papel que ocupa el pueblo andaluz y la clase obrera andaluza y con ello poder tomar las mejores decisiones posibles para avanzar en la lucha contra la explotación capitalista.
Lucha económica.
China es el verdadero peligro para Occidente, visto desde las propias élites económicas y políticas anglo-norteamericanas y europeas. La República Popular, conducida por el Partido Comunista Chino, ha logrado en setenta y cinco años transformar todo su extenso territorio, esquilmado, colonizado y sometido por británicos y japoneses, con un altísimo grado de hambre, analfabetismo y una paupérrima industria, en un ejemplo de prosperidad y desarrollo humano.
La economía China en particular, en el comienzo del siglo XXI, mantiene un crecimiento diferencial superior y sostenido con respecto al de EEUU que año tras año va recortando las diferencias y que se consolida como tendencia, medida en PIB y Tasa de Crecimiento anual en porcentaje sobre el PIB y otros indicadores macroeconómicos cuya evolución también resulta favorable a China como exportaciones, balanza comercial, deuda total, porcentaje de deuda sobre el PIB, etc. Y que además se traduce en una mejora generalizada de las condiciones de vida de la población China y en que su clase media disfrute ya de un poder adquisitivo y nivel de vida superior a la clase media europea. Estos logros y avances económicos y sociales de China están fundamentados e impulsados por las políticas lideradas por el Partido Comunista Chino, orientadas, como ellos mismos definen, a un desarrollo centrado en el ser humano, en las personas para que puedan vivir con satisfacción. Unas políticas cuyo objetivo es la construcción de una sociedad de prosperidad común, en armonía y compensando los desequilibrios y las desigualdades sociales y territoriales, conservando el medio ambiente y sus recursos. Unas políticas que en el ámbito internacional están basadas y orientadas en el desarrollo, la cooperación, el beneficio mutuo y pacífico. Basado en la no injerencia en asuntos internos en sus relaciones con otros pueblos y estados del mundo.
Ese desarrollo está determinado por unas políticas de planificación económica desde el estado, basadas en el control de la economía nacional y orientada a los objetivos de desarrollo centrado en el ser humano mediante el control de las principales empresas estratégicas del país, de su sistema bancario financiero y gracias a la realización de planes estatales de desarrollo a largo y medio plazo, hasta cincuenta y cien años con etapas y objetivos intermedios.
Todo este desarrollo económico, social y humano chino cobra mayor valor, a nivel de hito nunca antes conseguido por ningún otro pueblo en la historia de la humanidad, teniendo en cuenta el escaso periodo de tiempo en que se ha realizado y el punto de partida de China; a mediados del siglo XX cuando en 1948 se produce el triunfo de la revolución comunista y se proclama y funda la República Popular de China, hace tan solo setenta y seis años, en un momento en el que el país estaba atrasado, dividido, esquilmado por años de colonización imperialista europea y japonesa, debilitado tras una larga guerra de liberación nacional y de clase contra esa colonización, con una economía eminentemente agrícola, sin industrialización y siendo la mayoría de su población campesina y pobre.
Las autoridades chinas parten de que su país no será un gran país próspero y desarrollado con bienestar si no contribuye al desarrollo y bienestar del resto de países del mundo. Esto parte del principio chino “todos bajo un mismo techo” que se materializa en una política de relaciones y alianzas con otros países de no injerencia cooperación y beneficio mutuo. Y concretando esas relaciones en una conectividad con los demás países mediante la llamada Nueva Ruta de la Seda con la que se desarrollan infraestructuras de conexión entre China y los países socios en todos los campos: economía, comunicaciones, medio ambiente, digitalización, diplomacia, política….
Los BRICS+ liderados por China y Rusia, es la asociación de países que mantienen relaciones económicas y políticas basadas en los principios antes expuestos “ganar-ganar” y “todos bajo un mismo techo” ya ensayados con éxito por China; la cooperación, beneficio mutuo, la paz y la no injerencia en los asuntos internos de otros estados para proveer desarrollo económico, prosperidad y seguridad mutuas. Tratan de asociarse países con economías complementarias que cuando entren los países que han solicitado su ingreso serán un grupo de la mayoría del territorio y población del mundo. Son y representan un mundo alternativo al occidente colectivo euro-céntrico, racista, colonialista, imperialista, expoliador y explotador de pueblos y de la clase obrera mundial, que cuestionan la hegemonía de los EEUU del mundo unipolar. Los BRICS+ ya tienen sus propias instituciones financieras. China y Rusia pagan en sus monedas el 90 % de sus intercambios comerciales. Esa asociación de economías y países emergentes, sus excelentes resultados y sus distintos valores y relaciones son sistemáticamente ignorados y silenciados por los medios de comunicación de masas del occidente colectivo.
Y frente a la productividad y competitividad de la economía china se encuentra la decadencia de la economía de Occidente. Crisis sistémica caracterizada por un aumento desproporcionado de las ganancias de las grandes fortunas y una carrera hacia la pobreza de la mayoría de la población cada vez más indefensa ante el desmantelamiento continuado del Estado del Bienestar. Mientras que los principales bancos del Ibex no han parado de obtener beneficios año tras año (sólo un 26% más en 2023), nuestro poder adquisitivo se reduce de forma drástica mientras que nos es más difícil acceder a cuidados sanitarios o vemos cómo la educación pública queda reducida a la fabricación de mano de obra barata y dócil.
La deuda pública en el Estado español se situaba en 2007 en un 60% del PIB, mientras en 2019 alcanzó el 100%, y su crecimiento continúa situándose ya en 2023 el 107,7 %, siendo de las mayores de los países de la Unión Europea, en concreto la cuarta en deuda más elevada, mientras en el déficit público España alcanza un 3,64 %, superando así los propios límites del 3% del PIB de déficit público y del 60 % del PIB de deuda pública que marcan las normas comunitarias. A ello hay que añadir la parte proporcional que nos corresponde de la deuda pública de la propia Unión Europea que en 2023 ya es un 81,7 % de su PIB y en tendencia ascendente. Algo similar le ocurre al resto de Estados del entorno y no sólo: Occidente se adentra a una nueva fase de desaceleración económica, en esta ocasión sin recuperación económica a la vista.
Las grandes fortunas occidentales, las élites económicas que rigen nuestros destinos no paran de enriquecerse, pero ya no lo pueden hacer desde los postulados del libre comercio. La concentración de capital se acelera cada vez en menos manos y cientos de pequeñas y medianas empresas van a la quiebra, siendo absorbidas sus actividades por los grandes monopolios, arrojando a cientos de miles de familias trabajadoras al paro y a la marginación. A la cabeza los EEUU con parques y polígonos convertidos en refugios de los sin techo y barrios enteros a los que han convertido en zombis a sus habitantes.
Al carecer de la tecnología punta que desarrolla China, las grandes fortunas occidentales recurren al saqueo de las arcas públicas y a la sobre explotación de la clase obrera. La riqueza social que producimos con nuestros trabajos ya no están destinadas a cubrir nuestras necesidades vitales de sanidad, techo, educación o pensiones, sino para rescatar bancos hipotecando nuestro presente y futuro.
Por otro lado, la lucha contra China también es la lucha contra los socios o posibles socios de China en occidente. Las sanciones contra Rusia no son más que sanciones contra las empresas que se beneficiaban del comercio con Rusia frente al capital hegemónico europeo unido orgánicamente al capital hegemónico norteamericano. Mientras que estas sanciones no han causado el menor efecto al país sancionado, el daño al encarecimiento del nivel de vida en occidente va en aumento.
Occidente tiene tres caminos a elegir: o hacen fracasar el camino emprendido por el Partido Comunista Chino o se tendrán que contentar con poder negociar con el gigante asiático las nuevas condiciones de la producción y distribución de mercancías en todo el planeta. Pero las clases dominantes occidentales, las grandes fortunas euro-norteamericanas no están dispuestas, aún, a la negociación. La guerra es la salida elegida y como es por mantener el dominio de Occidente sobre toda la economía planeta, la guerra sólo puede ser global, aunque con diferentes frentes de guerra en cada continente.
Lucha política: del ambiente prebélico a la guerra abierta.
Hemos pasado del incremento de los presupuestos o gastos militares, como los EEUU exigen a sus socios subordinados de la OTAN, a presupuestos de guerra para intervenir debido a la guerra en Ucrania y resto de frentes de guerra a nivel mundial. Es decir, gasto militar a realizar en sistemas de armas, munición y material bélico que va a ser usado para intervenir en los distintos frentes de guerra abiertos y que se gasta continuamente bien porque sea munición disparada, armamento destruido o que necesita mantenimiento en combate, lo que lleva a un gasto militar permanente de reposición del material militar destruido o consumido y que por ello será mucho mayor que el gasto militar en tiempos de paz donde el material bélico que se compra no es destruido en la guerra. Y aunque por lo bajini se están mandando asesores militares y de inteligencia el paso que falta es mandar soldados y tener al pueblo preparado para recibir sus ataúdes.
Regiones más significativas del conflicto global:
1. Mar de China y Pacífico
Los puertos chinos son el origen de gran parte del comercio mundial, tanto de mercancías de bajo coste como de mercancías elaboradas con tecnología punta, convirtiendo al Mar de China en uno de los puntos donde el choque con los intereses de occidente se hace más evidente. Un estallido bélico en la región podría desatar una gran crisis en la economía del gigante asiático pues sin duda se obstaculizaría la producción y distribución de mercancías más importante del mundo, por delante de la producción y distribución de Occidente.
Las grandes fortunas occidentales invierten para hacer estallar el conflicto entre China y Taiwan en espera del estallido bélico que haga hundir la competitividad y productividad actuales de la economía china. De esta forma, en marzo de 2002 EEUU, Gran Bretaña y Australia suscriben un acuerdo para compartir tecnología avanzada de defensa por el cual Australia podrá construir submarinos nucleares para la “defensa del libre comercio” en el indopacífico. Un libre comercio supuestamente puesto en cuestión por las grandes inversiones chinas en infraestructuras en islas muy cercanas a Australia, pero que también son el cordón umbilical que une a Taiwan con la pequeña parte del mundo occidental que usa al país para la injerencia en China.
Australia podrá construir pronto esos submarinos nucleares con la tecnología norteamericana que unido a las ayudas económicas que recibe Taiwán directamente de los Estados Unidos que usa su influencia para boicotear cualquier proceso de entendimiento que se puedan producir entre China y Taiwán, en un intento de convertir a Taiwán en la Ucrania del pacífico.
2. África: el Sahel.
La Intervención imperialista en África se ha recrudecido en la región africana del Sahel. Una región rica en minerales preciosos y fuentes de energía, que fueron antiguas colonias jurídicas francesas (y actuales colonias de facto), de las que la Burguesía Monopolista francesa ha estado acumulando cantidades indecentes de capital mediante las herramientas de poder del Estado francés que, sin tener minas de oro en sus territorios, es el Estado que posee la mayor cantidad de oro en sus reservas. Limitar esta fuente de riqueza es el motivo que lleva a los EEUU a invertir en la propagación del Estado Islámico por la zona para el control de importantes reservas de petróleo y el mantenimiento de sus poblaciones en condiciones de esclavitud. Por otro lado, el Sahel atraviesa el centro del continente africano desde el Indico al Atlántico y por donde China está invirtiendo en infraestructuras para comunicar ambas orillas por ferrocarril y construyendo puertos en ambas costas como un brazo más de la Nueva Ruta de la Seda.
El comercio con el gigante asiático es más ventajoso para las élites locales que el comercio (saqueo), que sostienen con occidente. Que junto a una población que ven por primera vez un cierto desarrollo económico en sus países ponen en cuestión el poder de dominio que Francia ha estado ejerciendo hasta el momento. A los EEUU sólo les queda la infiltración y la subversión, continuar financiando el fundamentalismo como socio para impedir la independencia real de los países de la región y la preparación de golpes de Estado para continuar con el saqueo de las riquezas naturales y la esclavización de los trabajadores sometidos por el fundamentalismo.
3. Europa.
Cuando se aprueban paquetes de sanciones económicas a Rusia, éstas no solo perjudican o tienen consecuencias negativas sobre los pueblos europeos, en forma de inflación, subida de precios por pérdida de mercados y de suministros energéticos baratos, así como pérdida de competitividad de la economía europea, sino también perjudican a los sectores oligárquicos europeos con sus intereses económicos más vinculados a la economía rusa. Por ejemplo, la voladura del North Stream II es un ejemplo evidente de ello, de la lucha sin cuartel entre dos sectores de las clases dominantes europeas. Veamos, Schroeder, primer ministro alemán, nada más acabar su mandato en 2005 es elegido presidente de la empresa encargada de la construcción del gaseoducto North Stream y posteriormente se convierte en presidente de la principal empresa petrolera y gasista del Estado ruso. En 2022 el fiscal general de Alemania inicia procedimiento contra Schroeder por su supuesta complicidad en la comisión de crímenes contra la humanidad por sus cargos en las empresas rusas, al mismo tiempo que se inició un proceso para ser expulsado de su partido, el socialdemócrata alemán. De manera que Schroeder representa a un sector de la clase dominante alemana que vería incrementada su capacidad de concentración de capital estableciendo relaciones comerciales con Rusia. Pero esta La lucha fratricida entre sectores de las oligarquías se va resolviendo, por el momento, a favor de sus sectores más pro-yanquis y cuya existencia, poder y enriquecimiento por acumulación de capital está más imbricado y ligado a los capitales e intereses norteamericanos.
Parece ser que el sector hegemónico de las grandes fortunas europeas junto al de los EEUU están empeñados en volver reducir Europa a escombros para tener una nueva oportunidad de reconstrucción y enriquecimiento rápido como tras la II Guerra Mundial. Europa es dónde el choque de las placas tectónicas de la economía mundial, Occidente y China, se transforma en guerra abierta de occidente contra Rusia, el principal socio y apoyo internacional chino.
La guerra de la OTAN contra Rusia en Ucrania no empezó en febrero de 2022, ni la empezó Rusia con su “operación militar especial” con la entrada de tropas rusas en territorio ucraniano. La guerra tiene un antecedente inmediato previo en el golpe de estado pro-occidental del euro-maidán en 2013 que propicia la llegada al poder de un régimen de fundamento nazi que masacra a las poblaciones de la región ucraniana del Donbas de mayoría de población rusa. Otro antecedente de la guerra es el avance de la OTAN, sus bases militares, soldados y armamento nuclear hacia el Este, acercándose a las fronteras rusas con la incorporación paulatina de los antiguos países de la órbita soviética y, en particular, el intento de incorporación de Ucrania a la OTAN. Si la denominada crisis de los misiles en 1968 puso al mundo al borde de una guerra nuclear entre superpotencias nucleares porque a las puertas de la frontera de los EEUU, en Cuba, instalaron misiles nucleares soviéticos ¿cómo no va a provocar un conflicto que a las puertas de las fronteras rusas se puedan instalar bases y armamento nuclear norteamericano con la entrada de Ucrania en la OTAN?
Repasemos los antecedentes. En el año 2000 llega a la presidencia de la Federación Rusa Vladimir Putin con el proyecto de reconducir, estabilizar y recuperar la situación social y política y el estatus de Rusia como potencia. En esos momentos la propia Rusia encabezada por Putin solicitó su adhesión a la OTAN, partiendo de que la época de la guerra fría y la existencia de bloques antagónicos había concluido y que al tiempo se estaban realizando incorporaciones a la OTAN de países del antiguo bloque soviético, como la República Checa, Hungría y Polonia que entraron en 1999. La OTAN encabezada por los EEUU rechazó la solicitud rusa y siguieron una política de ampliación hacia el Este de Europa con la incorporación de más países del antiguo bloque soviético. Así entraron en la OTAN en 2004 Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania y Rumanía. La incorporación de países de la antigua órbita soviética a la OTAN llevaba al establecimiento de bases militares y tropas yanquis y de la OTAN en esos países para concluir con el establecimiento de armas nucleares en buena parte de esas bases, en definitiva, la OTAN hegemonizada por los EEUU lleva adelante un avance por el este y el norte que cerca a Rusia mostrando así una estrategia bélica ofensiva que sigue considerando a Rusia como un enemigo.
En este contexto y bajo esa estrategia de cercamiento a Rusia la entrada de Ucrania en la OTAN es un objetivo y objeto de deseo para el imperialismo anglo-norteamericano y la OTAN. Para ello instigaron en 2013 la Revolución Naranja y el euromaidán, unas protestas encabezadas por los sectores de la clase dominante ucraniana más reaccionarios pro-occidentales y apoyadas e infiltradas por los EEUU, aprovechando la excusa de que el presidente Víctor Yanukovic no había aceptado el acuerdo de asociación con la Unión Europa e iniciaba un proceso de acercamiento a Rusia. El golpe del euromaidán concluye en 2014 con el derrocamiento del presidente Yanukovic que estaba en el poder elegido democráticamente desde 2010. Tras el golpe de estado pro-occidental disfrazado de protesta popular los grupos reaccionarios y neonazis que lo encabezaron y habían tomado el poder instauraron una política de segregación, apartheid y negación de derechos a la parte de población ucraniana de origen ruso o ruso-parlante fundamentalmente ubicada en el oeste del país y en las zonas del Donbas, formado por las provincias ucranianas de Luhansk y Donetsk. La población de la península de Crimea de mayoría rusa se manifestó contra el golpe de estado del euromaidán y el gobierno regional promovió un referéndum de independencia. Rusia reacciono ante el golpe y estos hechos desplegando tropas en la península de Crimea y anexionándola, posteriormente convocaría un referéndum de anexión que la aprobó por amplísima mayoría.
Ese apartheid del nuevo régimen ucronazi escaló a una guerra abierta contra una parte de su propia población en el Donbas, bombardeándola y dando lugar a crímenes de guerra. La respuesta de las autoridades de las dos regiones de mayoría rusa, Luhansk y Donetsk, fue convocar sendos referéndums de autodeterminación en mayo de 2014 que ganaron por amplia mayoría, declarando a continuación la independencia respecto a Ucrania. En septiembre de ese mismo año se firmaron los acuerdos de Minsk entre las repúblicas recién formadas, Rusia y Ucrania con el objetivo de poner fin al conflicto. Sin embargo, Ucrania acabó por no implementar esos acuerdos a instancias de EEUU, Reino Unido y la Unión Europea pues en esos momentos Ucrania ya era su aliada subordinada. Posteriormente en 2022 la canciller alemana por entonces, Angela Merkel, declaró que los acuerdos de Minsk tan solo tenían el objetivo de ganar tiempo para que Ucrania pudiera fortalecerse y armarse.
El estado ucraniano y la columna vertebral de su ejército formado por grupos paramilitares de neonazis ucranianos desde que estos llegaron al poder con el euro-maidán, armados por los EEUU, continuaron su guerra y genocidio contra las poblaciones del Donbas. Entre tanto, una cumbre de la OTAN en Bruselas en junio de 2021 aprueba los planes para el proceso de convertir a Ucrania en miembro de la OTAN. En todo ese contexto en febrero de 2022 se inicia la intervención rusa en Ucrania, donde Rusia no solo se enfrenta al nuevo régimen nazi ucraniano sino a todo el occidente colectivo, a los EEUU y los países de la OTAN que le proporcionan armamento, asesoramiento militar, apoyo económico, político, diplomático, etc. al tiempo que aprueban sanciones económicas contra Rusia.
4. El Mediterráneo.
La región mediterránea está convertida en un frente permanente de guerra: Yugoslavia, Irán, Iraq, Libia, Egipto, Siria, Argelia, Marruecos, Palestina… son Estados desgajados, acosados, embargados, bloqueados o manejados por las maquinaciones de la Unión Europea, Gran Bretaña y los EEUU por el simple hecho de proteger y nacionalizar sus riquezas naturales y sociales. Andalucía junto a todos los pueblos del sur europeo también somos acosados, embargados, manejados y sometidos a los intereses de las grandes fortunas europeas y norteamericanas. Todos ellos, todos nuestros pueblos de todas las orillas de nuestro mar, desde el siglo XV hasta hoy siglo XXI convertidos en botín de guerra, convertidos en periferia del sistema-mundo y convertidos en plataforma de guerra para enfrentarnos pueblos unidos por una misma forma de vida, pueblos hermanos desde hace milenios para que esas grandes fortunas continúen rebosantes de más y más riquezas.
Mientras que en Siria se sigue luchando contra las bases terroristas financiadas por los EEUU, estalla Palestina. El genocidio en Gaza, Cisjordania y en toda Palestina sobre su pueblo es un hecho objetivo, materializado en el asesinato por el ejército israelí de decenas de miles de población palestina, la mayoría de ellos mujeres y niños, mediante el bombardeo a hospitales, ambulancias, escuelas, mezquitas, campos de refugiados y a las colas de población que intentan acceder al reparto de ayuda humanitaria y a la mayoría de las viviendas e infraestructuras de la franja de Gaza. Así como el impedimento, corte y posterior destrucción de los suministros básicos para la vida, electricidad, agua, alimentos… además de impedir la entrada a la franja de ayuda humanitaria, haciendo con todo ello insoportable la vida en la franja y empleando el hambre como arma de guerra, todo ello crimines de guerra y contra la humanidad de libro.
Este genocidio, asesinatos y destrucción que en realidad no empezó ni dura meses desde el 7 octubre de 2023 sino años en los que ya lleva gestándose y realizándose con diferentes guerras, estrategias y grados de intensidad desde hace más de cien años. Primero contra el imperio británico y luego contra el ente genocida sionista de Israel. Ahora tiene la peculiaridad de que es ya de una inhumanidad sin límites que nos degrada a todos como seres humanos si, al menos, no sentimos repudio y rechazo hacia él. Así es como lo ven, sienten y perciben buena parte de los pueblos del mundo que por millones se manifiestan en todos los continentes, así como los estudiantes de universidades norteamericanas y de otros países que se están manifestando y realizan acciones, acampadas, etc. en denuncia y exigencia del fin de este genocidio sobre el pueblo palestino del ente sionista israelí, a lo largo y ancho de todo el planeta.
La “solución” de los dos estados no es justa porque supone legitimar y aceptar una colonización imperialista y robo de la tierra al pueblo palestino. Ante el genocidio de un pueblo para la acumulación de capital y poder de una ínfima élite global, ante una agresión imperialista, colonialista y racista, no hay término medio; poner en pie de igualdad a agredidos y agresores, a víctimas y victimarios abogando por la “solución” de los dos estados niega sus derechos al pueblo palestino, no sirve más que para ganar tiempo al sionismo y que siga perpetrando el genocidio, es colaborar con a los agresores sionistas.
Israel está considerado como el único Estado en Oriente Próximo que representa los valores occidentales. Es decir, el negocio de las grandes fortunas en su lucha contra ese otro trayecto de la proyectada Nueva Ruta de la Seda. Un negocio para el que la vida humana no representa más que beneficios o pérdidas en las cuentas corrientes de los magnates occidentales.
Crisis de valores occidentales: del liberalismo y la democracia representativa a la extrema derecha neofascista
Asistimos al desmoronamiento y derrumbe de los valores morales occidentales, considerados superiores desde una visión euro-céntrica. Es la correlación de su crisis económica y política en el campo ideológico y cultural, manifestada en la caída de la careta de los estados occidentales supuestamente democráticos, garantes de las libertades, de los derechos humanos y del estado del bienestar al ir poniéndose de manifiesto la contradicción entre esos valores autoproclamados y sus acciones, su contradicción entre el decir y el hacer. En concreto, ante el genocidio del pueblo palestino retransmitido en directo, occidente sigue comerciando y con armas con Israel, no rompen relaciones diplomáticas ni comerciales, no realizan bloqueo económico o marítimo alguno, sino que la reacción de los países occidentales va de la complicidad al apoyo y ayuda activa de EEUU en todos los campos, poniendo de manifiesto que los derechos humanos no son más que los derechos de los humanos blancos propietarios y cristianos occidentales.
La propia Unión Europea que originariamente se fundó y nos vendieron como un proyecto de paz y para la paz y para que nunca volviera a ocurrir nada semejante a la II Guerra Mundial, hoy día ya es evidente que es un proyecto de guerra, como socio menor y subordinado del imperialismo yanqui en sus guerras en todo el planeta, más evidente en la actuación de la Unión Europea en Ucrania y Palestina.
Contraviniendo derechos humanos, la UE establece acuerdos para deportar a inmigrantes a Ruanda, previamente encerrados en barcos-cárceles sin haber cometido delito alguno, subcontratar la vigilancia de fronteras con terceros países, no dejar atracar a barcos de ONG con inmigrantes sufrientes en puertos italianos, patadas de periodistas a los migrantes que cruzan a pie las fronteras europeas, etc. La propaganda de la ultraderecha y sus líderes establece una vinculación directa asociando a la emigración con delincuencia y enfermedad, estigmatizando a todo un colectivo.
Así vamos descubriendo la contradicción en la responsabilidad de ese occidente colectivo en el ascenso y expansión de la ultra derecha en occidente y del fundamentalismo en Asia y África, en el auge del autoritarismo y el acorazamiento policial-represivo en sus propios Estados y en los que intervienen.
Tras ese desmoronamiento y caída de la careta de occidente, cada vez más van aflorando sus verdaderos valores que siempre tuvo Europa y el occidente colectivo (colonialista, racista, xenófobo, supremacistas imperialista, fascista…), con valores abiertamente reaccionarios, ultraderechistas, darwinismo social, individualismo, sálvese quien pueda, el penúltimo contra el último…
¿Por qué ocurre esta caída de la careta y “desmoronamiento” de valores occidentales y afloramiento de “nuevos valores” y de los neofascismo y ultraderechas?
En el 18 de Brumario de Luís Bonaparte, Marx escribía: “Y así como en la vida privada se distingue entre lo que un hombre piensa y dice de sí mismo y lo que realmente es y hace, en las luchas históricas hay que distinguir todavía más entre las frases y las pretensiones de los partidos y su naturaleza real y sus intereses reales, entre lo que imaginan ser y lo que en realidad son“.
Así que, veamos que es realmente el fascismo, la ultraderecha o la extrema derecha y cuál es su verdadera esencia común, cuáles son sus intereses, los intereses que defiende, salvando matices o diferencias concretos según países y épocas históricas.
Hemos analizado en el campo político un contexto histórico que ha evolucionado de un ambiente prebélico a guerra abierta global con distintos frentes, que a su vez es respuesta del imperialismo occidental, anglo-norteamericano y europeo al desarrollo económico de China que ya ha alcanzado y superado al de los países desarrollados europeos y que en pocas décadas según las tendencias, superará a los EEUU poniendo en cuestión su hegemonía como superpotencia global en todos los campos. Hemos analizado como las oligarquías capitalistas occidentales para seguir manteniendo sus tasas de ganancia, para poder competir con esa economía China en ascenso están, por un lado, en el campo económico recortando y eliminando derechos laborales y del estado del bienestar, sanidad, educación, pensiones, etc. mercantilizándolo todo y por otro lado, en el campo político, están recortando derechos y libertades, además de andar el camino hacia estar inmersos directamente en la guerra imperialista.
Las políticas de guerra y competencia económica basada en el mantenimiento de la tasa de ganancia a costa de la clase obrera y los pueblos nos están causando sufrimiento y empeorando nuestras condiciones de vida lo que se va traduciendo en conflictividad y malestar social. Es decir, las mencionadas contradicciones del capital causan guerras injustas contra los pueblos del mundo y la clase obrera que, a la vez, provocan como respuestas guerras justas de liberación y defensivas de los pueblos y la clase obrera. El neofascismo es la respuesta-reacción política e ideológica y preventiva de las clases dominantes, de las burguesías monopolistas occidentales contra esas rebeliones y luchas y guerras justas de los pueblos dominados y la clase obrera que se están produciendo o se puedan producir en el futuro próximo.
El neofascismo, la ultraderecha es la alternativa política e ideológica en este contexto social, político y económico coherente con los objetivos e intereses de las burguesías monopolistas occidentales para llevarlos adelante y defenderlos, para aplastar o desviar las luchas de liberación de pueblos, las luchas de la clase obrera por sus derechos, por la igualdad y por el socialismo. Es el fascismo, la extrema derecha, la alternativa de las clases dominantes occidentales para dificultar la respuesta organizada y liderazgos del pueblo, la clase obrera y en definitiva de todas las víctimas del sistema.
El fascismo, la ultraderecha o extrema derecha es la alternativa política e ideológica que adoptan las clases dominantes, las burguesías monopolistas en el capitalismo en fase decadente de crisis grave, cuando perciben riesgo de pérdida de su posición de poder y privilegio oligárquico, cuando perciben riesgo de colapso del sistema que fundamenta su dominación, recurriendo para ello al autoritarismo, la violencia y la mentira desde el Estado y sus organizaciones como forma de lucha política e ideológica. Así mismo, en estos momentos históricos, la extrema derecha europea son los nuevos agentes políticos adoptados y patrocinados por el imperialismo de los EEUU, a modo similar a como tras la segunda guerra mundial los EEUU patrocinaron a la socialdemocracia europea, dado el cambio en las condiciones históricas y de lucha de clases entre la Europa de postguerra y la actualidad. En definitiva, la ultraderecha y el neofascismo representan una salida a la crisis capitalista autoritaria, dictatorial, terrorista al servicio de los intereses del capital monopolista.
Detrás del fascismo están las clases dominantes, a nivel nacional e internacional, que la financian. Como los ejemplos históricos de la financiación del golpe de estado franquista por el fascismo italiano y la banca March y otros capitalistas españoles y europeos, o en Italia el fascismo cuando los ricos del norte se asustan ante la ocupación de fábricas por obreros y de tierras por los jornaleros y financian al fascismo, o primo de Rivera destruye en su dictadura al movimiento obrero revolucionario y organizado. Los capitalistas occidentales son quienes además refuerzan con ingentes cantidades de dinero no sólo a esos partidos de extrema derecha sino a una internacional de los mismos, así como también financian a grupos fundamentalistas religiosos, a los ultra católicos en Europa, a los evangélicos en los EEUU y Latinoamérica y los sionistas, mientras que en África y Asia financian a los fundamentalistas o terroristas islámicos en sus diferentes ramas que además les sirven al imperialismo occidental anglo-norteamericano y europeo para justificar sus intervenciones militares y la presencia de sus tropas en los países africanos y asiáticos y para desestabilizar a sus gobiernos cuando no son suficientemente sumisos y subordinados a sus intereses imperialistas.
La propaganda engañosa cuando no falsa, la guerra cultural es el complemento en el campo cultural e ideológico de la ultraderecha para contribuir a sus objetivos e intereses que defienden antes mencionados. En este punto resulta decisivo para el mantenimiento del sistema y el poder de sus clases dominantes que la clase obrera y el pueblo no identifiquen la verdadera causa de sus sufrimientos, de sus males y dolores, y aquí entra en juego el discurso, la política y el marco ideológico de la ultraderecha que oculta a los verdaderos responsables, las burguesías monopolistas oligárquicas occidentales y desvía la atención y la responsabilidad, resultando para ello útil el racismo, la xenofobia, el autoritarismo, la homofobia, el machismo, el anti-socialismo y el tinte anti-sistema, para que el pueblo identifique como causante de sus males y odie a los inmigrantes, los extranjeros, los pobres, las feministas, los gays, las minorías, las víctimas del sistema, los artistas, los intelectuales, los periodistas, los demócratas, los sindicalistas, los socialistas, los comunistas, los manifestantes a favor de la causa de los pueblos y la clase obrera, y también a la democracia representativa y a sus políticos o a aquellos quienes luchan contra el sistema. Así le presentan a la clase obrera y al pueblo un buen surtido de los culpables de sus sufrimientos, de sus dolores.
El aspecto de los recortes de derechos y libertades y el acorazamiento policial de los estados occidentales hace que todos esos sectores sociales y políticos sean encausados, condenados, encarcelados etc. por acciones propias de sus respectivos terrenos de actuación que el sistema considera que son críticas con su discurso y políticas hegemónicas y les suele colocar la etiqueta de radicales, anti-sistema, terroristas, etc. En el estado español hay bastantes ejemplos, pero señalemos que el simple hecho de exhibir una bandera Palestina, que es un símbolo que representa a un pueblo y su justa causa, en espectáculos públicos, partidos de futbol, manifestaciones etc. ya en el debate público los medios y posiciones más reaccionarias los califican de simpatizantes terroristas y son objeto de represión policial y en otros países europeos como Alemania o Francia causa de delito con acusación de antisemitismo.
De paso, también, el fascismo hace creer a los pobres y victimas del sistema y a toda la sociedad que los intereses y valores de las clases dominantes son los intereses generales de toda la sociedad, esto es el concepto de hegemonía que hablaba Gramsci. (Discurso ultra por ejemplo Milei contra la justifica social) Cuando la única clase cuyos intereses objetivos verdaderamente coinciden con los intereses generales del resto de la sociedad y la humanidad es la clase obrera.
En el terreno internacional la extrema derecha siempre da apoyo cerrado al imperialismo, fundamentado en la nostalgia de un pasado nacional colonial glorioso de sus respectivos países según su punto de vista y hacen una defensa cerrada de Israel y su genocidio sobre el pueblo palestino en nombre de una supuesta lucha contra el antisemitismo y contra el terrorismo.
Estas organizaciones y partidos políticos ultraderechistas se fundamentan en el odio y la violencia como herramienta política y de manera similar a como en los años treinta organizaron bandas mafiosas para practicar el pistolerismo para amedrentar y asesinar líderes obreros, hoy día vemos también practicas violentas de sus simpatizantes y militantes, incluso también asesinatos o intentos de asesinatos, violencia también con los mismos fines políticos de evitar la organización y lucha de las víctimas del sistema.
La derechización no es solo social, ideológica, económica o de los partidos políticos sino de las propias instituciones, por ejemplo, para muestra un botón, la reciente sentencia judicial declarando no culpables a la policía antidisturbios que en una manifestación disparo pelotas de goma a la cara de una manifestante reventándole un ojo y dejándola tuerta, siendo lo más sorprendente y reaccionario el motivo de dicho fallo, que la manifestante se había puesto en peligro ella misma acudiendo a la manifestación.
Y a todo esto, ¿qué hace la socialdemocracia? Ni está, ni se la espera, ni en la lucha antifascista ni en la lucha por las libertades y derechos democráticos, sociales, laborales, humanos, etc. en todo caso utilizan electoralmente el miedo a la ultraderecha como medio para acaparar voto. La socialdemocracia se caracteriza a lo largo de la historia por ser el mejor gestor de los intereses del capitalismo en épocas de crisis. La socialdemocracia es la alternativa ideológica y política capitalista, burguesa, en el seno del movimiento obrero. En el campo de la teoría la socialdemocracia subvierte, revisa todas las posiciones ideológicas y tesis teóricas revolucionarias, anticapitalistas, comunistas para dejarlas romas, sin filo revolucionario para que acaben sirviendo a justificar y defender al capitalismo.
Y como Lenin dijo, la socialdemocracia por una cara hace falsas promesas democráticas y de derechos al pueblo mientras que por la otra vende a la burguesía los derechos del pueblo. De esta manera genera decepción, frustración, destruye la conciencia de clase y revolucionaria en el movimiento obrero y el pueblo haciendo un inestimable servicio al capital y al orden social de explotación y dominación sobre todo cuando éste entra en crisis.
Algunos antecedentes y ejemplos históricos del papel de la socialdemocracia: votar en la Alemania imperial del Káiser los créditos de guerra para la I Guerra Mundial y mandar asesinar, cuando estaba en el gobierno, a los líderes del partido comunista alemán Rosa Luxemburgo y sus camaradas.
En España el partido Socialista Obrero Español de Felipe González tras su abrumadora victoria en las elecciones generales de 1982, una vez en el gobierno acabó haciendo y llevando una política opuesta en lo fundamental a lo que había dicho desde la oposición y en campaña electoral. Tal y como el imperialismo norteamericano necesitaba y exigía a España y a sus gobiernos, nos acabaron metiendo en la OTAN, desde su inicial “OTAN de entrada NO” hasta verse forzado por las luchas a convocar un referéndum “trampa” y defender en el mismo la permanencia de España en la OTAN con condiciones que nunca se ha cumplido posteriormente. Luego con el proceso de adhesión a la Unión Europea vino la destrucción de miles de puestos de trabajo con las reconversiones industriales, cerrando empresas estratégicas, astilleros, altos hornos, etc., así como en la agricultura y ganadería destruyendo capacidad productiva por exigencias para la entrada en la Unión Europea. También justificado por exigencia europea empezaron la privatización de grandes empresas públicas estratégicas, las joyas de la corona, más de ochenta empresas privatizadas y vendidas a capitales europeos y norteamericanos. Las más sonadas y punteras, Endesa, Repsol, Telefónica, Argentaria, Seat, etc. que iban seguidas de pérdidas de puestos de trabajo y empeoramiento, precarización de las condiciones de los mismos en esas empresas una vez privatizadas, además de la pérdida de ingresos del Estado por los beneficios de esas empresas y la pérdida de capacidad del Estado de influencia en la economía. Al mismo tiempo los gobiernos socialistas siguieron con la aprobación de reformas laborales que acabaron con derechos laborales conquistados por décadas de lucha del movimiento obrero contra el franquismo, destrucción de derechos, contra-reformas y recortes durísimos que no podrían haber hecho gobiernos de derechas sin una fortísima contestación social.
Y no era una cuestión de aquel líder socialdemócrata. Zapatero recién llegado al gobierno tras su victoria electoral, declaró ante su militancia y votantes, no os fallaré. Pero llegó la crisis capitalista financiera del 2008, respecto a la cual, líderes tanto socialdemócratas como conservadores declararon que el capitalismo después de esa crisis tenía que ser refundado. ¿Qué hizo Zapatero? ¿qué hizo la socialdemocracia, en este caso la española? Aplicar a raja tabla el programa y las exigencias del FMI y del Banco Mundial, instituciones financieras capitalistas en buena parte responsables de la crisis, aplicaron su programa de austericidio, recortes sociales salvajes, bajadas de salarios, de pensiones, etc. para pagar la deuda del estado antes que atender las necesidades sociales. Criterio de actuación que a propuesta del propio Zapatero acabó acordando con el PP una reforma constitucional para incluirlo en la constitución del 78. Zapatero acabó su mandato declarando que lo haría “me cueste lo que me cueste”, como efectivamente tras las elecciones le costó su pérdida de las mismas y del gobierno. Y un último apunte que no conviene olvidar es que cuando más dinero ha ganado la banca y los grandes capitales en España ha sido bajo gobiernos socialdemócratas.Incluimos en el concepto socialdemocracia a los viejos partidos comunistas europeos, también autodenominados eurocomunistas, que han ido adoptando posiciones reformistas y derechizándose, abandonando su carácter y objetivos de clase y a los nuevos partidos surgidos al calor de las protestas y movilizaciones sociales contra la última crisis del capital, la financiera de 2007 para acabar todos ellos siendo aliados menores en gobiernos de la socialdemocracia clásica, de los partidos socialistas gestionando el sistema.
La consecuencia de esa esencia de la socialdemocracia al presentarse como defensora de los intereses de los trabajadores y el pueblo, para acabar gestionando el sistema a favor de los intereses de la acumulación capital de las clases oligárquicas dominantes en contra de los intereses de la clase obrera y el pueblo, da como resultado, por una parte, un contexto social, ideológico, económico y político favorable al ascenso de la extrema derecha y, por otra parte, precariedad laboral, salarial y vital, amenaza permanente de ir al paro, despidos masivos por cierres empresariales, proletarización de la pequeña burguesía y clases medias, en definitiva, incertidumbre social y vital, y en consecuencia frustración, desencanto, desengaño, enfado, rechazo del significante socialismo identificándolo con sus males por parte de la clase obrera y el pueblo, hasta llegar al afloramiento de valores reaccionarios y ultraderechistas. Este proceso nos recuerda o remite o parece concordante con las afirmaciones de Stalin respecto a que la socialdemocracia es la antesala del fascismo.
En conclusión, de todo lo anterior, la lucha antifascista tiene que ser una lucha anticapitalista pues el fascismo es consecuencia o alternativa política e ideológica del capitalismo en crisis. Luego, la verdadera lucha antifascista, debe ser una lucha anticapitalista. Y esa lucha tampoco puede basarse en la unidad de la izquierda contra el fascismo o en una suerte de frente antifascista interclasista porque supone aliarse con la socialdemocracia que abonan el terreno para que germine el fascismo, objetivamente incuban el huevo de la serpiente.
Estamos llegando a un punto de la historia en que la contradicción principal ya no es reforma o revolución como discutían a principios del siglo XX en el movimiento obrero y revolucionario, ahora la contradicción principal es reacción e involución o revolución, la división fundamental ya es de clase entre quien defiende el sistema capitalista de dominación y quienes defendemos la liberación de la clase obrera de la explotación capitalista y por tanto la liberación de todos los pueblos esclavizados del dominio imperialista. Ya no cabe la reforma o refundación del capitalismo pues la bancarrota y el fracaso histórico de la socialdemocracia y su proyecto de reforma del capitalismo de rostro humano tras un siglo ha sido constatado en los hechos históricamente.
- La crisis de los principios de la democracia liberal representativa y el libre mercado capitalista
Las democracias liberales europeas de entreguerras estuvieron siempre, en lo fundamental, con el nazismo, el fascismo y el franquismo. Los grandes capitales europeos los financiaron. Como hemos desarrollado, no eran más que alternativas políticas e ideológicas del capitalismo en crisis. Los sistemas de valores “democráticos” occidentales no son más que la cara o alternativa “amable” de dominación ideológica y política del capital sobre los pueblos y la clase obrera. Un ejemplo, las políticas de neutralidad de las democracias europeas ante el golpe de estado y la guerra civil contra la II República Española, facilitaron que el fascismo y el nazismo armaran a los golpistas que cometían crímenes de guerra como el de Guernika o la desbandá en Andalucía, al tiempo que impedían a la república armarse para defenderse. Objetivamente no fueron más que un apoyo al franquismo y las clases dominantes y reaccionarias españolas. Esas democracias liberales tan sólo cuando el nazismo comenzó a ser derrotado por el ejército y el pueblo soviéticos y fueron evidentes las atrocidades y crímenes nazi-fascistas y los pueblos europeos empezaron a ser conscientes de las mismas, sólo entonces y de manera oportunista estas democracias liberales y sus líderes se pusieron a la cabeza de la lucha y promovieron los juicios contra los criminales nazis, para desmarcarse de su complicidad histórica y confluencia de intereses con los mismos. Como botón de muestra, al acabar la II Guerra Mundial, muchos generales y criminales de guerra nazis acabaron reconvertidos y colocados por esas democracias occidentales en generales de la OTAN.
La crisis de las democracias liberales burguesas europeas es también, en los campos político y económico, la crisis del Estado del Bienestar y la crisis de los principios del estado social que lo sustentan. Por una parte, ya no se dan las condiciones históricas que permitieron su surgimiento. El origen del Estado del Bienestar europeo, bandera ideológica y política de la socialdemocracia, está en unas burguesías atemorizadas por la victoria y consolidación de la Revolución de Octubre y por la posterior victoria sobre los nazis de la URSS en la II Guerra Mundial, que se ven obligadas por ello, como estrategia, a ceder derechos sociales, laborales y libertades a los trabajadores para contrarrestar la influencia ideológica y política de la URSS en el movimiento obrero europeo y sus partidos comunistas y así neutralizar y servir de dique de contención al riesgo no ya de revolución, que también, sino a evitar que tan siquiera partidos comunistas de países europeos llegasen al gobierno de sus democracias liberales burguesas. Una vez eliminado el peligro el Estado de Bienestar se convierte en un lastre en la competencia de la Unión Europea contra la economía China.
Las democracias liberales no traducen la voluntad de sus pueblos en sus poderes e Instituciones políticas como parlamentos, gobiernos y sistema judicial, sino todo lo contrario. Asistimos impotentes y frustrados viendo como el sistema representativo de las supuestas democracias liberales occidentales es incapaz de traducir en decisiones políticas los anhelos, objetivos y deseos de sus pueblos de paz y solidaridad con el pueblo Palestino ante el genocidio imperialista sionista del que está siendo objeto. Recordamos la misma sensación y situación de hace algunos años con la guerra de Irak, cuando mientras la mayoría de los pueblos, por encima del 80 % según las encuestas y con masivas manifestaciones por toda la geografía española bajo el lema ¡No a la guerra! exigía justo la política contraria que el gobierno Aznar llevó adelante de meter a España en aquella guerra injusta, ilegítima y hasta ilegal según la propia legalidad internacional burguesa.
Todos los gobiernos españoles desde la transición de todos los partidos PP y PSOE, con mayoría absoluta o en coalición, con todos los presidentes sistemáticamente han prometido una cosa en la oposición y en campaña electoral y una vez que llegaban al gobierno, hacían exactamente lo contrario, ejemplo lo que anteriormente hemos desarrollado respecto a los gobiernos socialdemócratas.
Estas democracias liberales disponen de infinidad de mecanismos de distorsión de la voluntad popular. Bancos y grandes capitales son propietarios mayoritarios de los grandes medios de comunicación que forman un oligopolio, bancos propiedad del gran capital que financian partidos políticos, con ausencia de mecanismos de control y poder del pueblo sobre sus representantes entre elección y elección en caso de incumplimiento flagrante y sin justificación de sus propuestas políticas al ser elegidos, lobby legal donde las grandes corporaciones multinacionales y los grandes capitales financian a partidos políticos para que saquen adelante leyes y decisiones políticas de acuerdo a sus intereses. Lobby a legal de las puertas giratorias, donde los líderes políticos, una vez terminan su mandato, son colocados en consejos de administración y puestos jugosamente retribuidos de grandes empresas a las que favorecieron con sus decisiones políticas cuando estaban en el cargo Y lobby ilegal, directamente soborno y corrupción, los grandes capitales y empresas compran a políticos, les pagan para que tomen decisiones favorables a sus intereses mientras están en el cargo, bueno esto en Europa, porque en EEUU es perfectamente legal que las grandes corporaciones no sólo pagan las campañas electorales de partidos y de políticos sino que les dan directamente dinero para que lleven adelante los proyectos legislativos que favorecen a sus intereses. Por si todo ello no fuera suficiente para asegurar que las instituciones de poder del Estado van a gobernar y legislar a favor del capital de las élites oligárquicas capitalistas, el sistema electoral no traduce directamente el voto popular o de la población en el parlamento, sino que lo distorsiona con la ley D’Hont de reparto de escaños, las circunscripciones electorales y los diferentes requisitos para el voto que establecen los diferentes países pero que nunca basta con vivir y trabajar en el país de manera que en realidad solo una parte de la población trabajadora tiene derecho a voto.
Y finalmente un breve apunte sobre el libre mercado capitalista, donde ya es claro con los hechos y la evidencia histórica de más de cinco siglos desde su comienzo con la modernidad euro-céntrica, que no sirve para satisfacer las necesidades para la vida de las poblaciones de los pueblos bajo su funcionamiento. El objetivo del libre mercado capitalista es la acumulación de capital en una ínfima minoría como Karl Marx evidenció en El Capital. A éstas alturas de la historia vemos el nivel de desigualdad tan brutal que el capitalismo ha creado y que amenaza su propia viabilidad y de la humanidad con cada vez menos ricos cada vez más ricos frente a una inmensa mayoría de personas pobres cada vez más pobres. Sólo cabe pensar en las inmensas fortunas de los multimillonarios a nivel mundial, dueños de grandes tecnológicas y del capital financiero cuyas fortunas no paran de aumentar exponencialmente, algunos ejemplos, Elon Musk, Marc Zuckerberg, Bill Gates, Rothschild, etc. y de igual manera las grandes fortunas y capitales en España cada vez son menos y año a año aumenta más su capital, Ana Patricia Botín, Amancio Ortega, Juan Roig, algunos conocidos y otros más discretos.
Frente al proyecto social de relaciones de dominación para la acumulación de capital de unos pocos ya sólo cabe oponer acabar con la explotación de unos seres humanos por otros con unas relaciones justas, equitativas, de cooperación, colaboración y beneficio mutuo cuyo objetivo sea la paz, el bienestar y la felicidad de los seres humanos.
Los actuales grupúsculos andalucistas, una buena parte de ellos surgidos como resultado del cierre del PA, no son más que propuestas, en el mejor de los casos, socialdemócratas disfrazados de andalucismo, para intentar reconducir hacia dentro del sistema y sus mecanismos las conciencias, el malestar y las ansias de transformación social y nacional del pueblo andaluz, de quienes se sienten agraviados por nuestra condición de subalternidad e inferiorización de la identidad andaluza y nuestra situación socioeconómica tremendamente desfavorable en todos los aspectos e indicadores respecto a otros pueblos y territorios del Estado español. En definitiva, son las manifestaciones externas en los campos cultural, económico y político de ser Andalucía una colonia interior del estado español, de manera, que objetivamente el papel que desempeña el andalucismo actual no es más que impedir que esa conciencia andalucista derive o se encauce hacia una respuesta organizada revolucionaria y anticapitalista contribuyendo a que no haya oposición organizada al sistema.
Las posiciones, programas, tesis del actual andalucismo se centran en Andalucía, luchan por Andalucía, por un poder andaluz, por construir un sujeto político andaluz, etc. todo por Andalucía, pero sin dirimir qué Andalucía: la de los señoritos y terratenientes o la de los jornaleros; la del Rocío o la de los trabajadores en los invernaderos debajo de los plásticos. Es decir, Andalucía sin distinción de clase, una visión interclasista que conecta con una socialdemocracia teñida de verdiblanco que no contribuye a la definición de objetivos de lucha claros del pueblo andaluz.
Esos proyectos andalucistas dicen querer construir un sujeto político andaluz, pero se están refiriendo a una organización que represente al pueblo andaluz y resuelva sus problemas, no se plantean que sea el propio pueblo andaluz consciente quien en un proceso de lucha y liberación se constituya como sujeto político. El proyecto alternativo que pretenden se basa en tener un poder andaluz en Madrid y en Bruselas, es decir, en tener representación política andalucista en las instituciones españolas y de la Unión Europea, todo ello como si un partido o movimiento político en esas instituciones fuesen instrumentos útiles para liberación pueblo.
No hay más que recordar la historia del andalucismo y los gobiernos de la Junta de Andalucía, donde ha gobernado el PSOE, el PSOE en coalición con los andalucistas, PSOE en coalición con IU, PSOE en coalición con ciudadanos y ahora el PP con el apoyo parlamentario de Vox y en ningún caso hemos superado nuestros males a que antes nos referíamos.
La respuesta desde Andalucía, desde el pueblo andaluz y la clase obrera andaluza
Decíamos en la anterior ponencia sobre Andalucía:
"Siempre en la periferia de la semi-periferia, siempre en el Mediterráneo, que no es sólo un mar sino una gran nación de naciones descuartizadas, aplastadas, oprimidas y explotadas. Siempre botines de guerra. Naciones mediterráneas de trabajadores y trabajadoras aplastadas, oprimidas y explotadas. Siempre carnes de cañón. Por lo que el papel que asignan a Andalucía es la de productora de la clase jornalera y de servicios como camareras, chachas… mano de obra barata y madre que asigna a sus hijos e hijas que no encuentran un amo o ama para ser explotados, el papel de miembros de las fuerzas del orden y de los ejércitos. No para defenderse de extraños, sino para actuar contra sus semejantes, su propio pueblo o para ser las chachas de los ejércitos de las grandes potencias. Andalucía, como toda nación mediterránea: botín de guerra, plataforma de guerra (Rota, Morón, Gibraltar) y diana de guerra.
Y su pueblo aún dormido, como dormida está la clase obrera. Quizás los terremotos que se avecinan nos despierten, nos levantemos y venzamos los buenos".
Ningún sindicato y muy pocos partidos hacen estos análisis para reorientar la lucha hacia los objetivos históricos de la clase obrera de acabar con la explotación capitalista, con los que intentamos profundizar el estudio y la comprensión de la situación que nos encontramos como clase y en qué situación se encuentran nuestros enemigos de clase. Es una característica de una organización que pretende ser independiente, no ser correa de transmisión de nadie, que sólo depende económicamente para su sustento de las cuotas de sus afiliados y afiliadas. Es una característica que molesta mucho a otras organizaciones el que un sindicato de clase y andaluz tenga pensamiento propio. Porque la conciencia general en las gentes de izquierda es que los sindicatos de clase no deben ser más que correa de transmisión de los partidos de clase.
Somos una organización de clase andaluza, de toda persona sometida a la explotación capitalista en Andalucía independientemente de su lugar de origen, que quiere colaborar con las demás fuerzas anticapitalistas en la lucha de la liberación de nuestro pueblo y de nuestra clase. Y es en nuestro Congreso donde se establece límites, bases y orientaciones de actuación del sindicato en los siguientes años de mandato hasta el siguiente Congreso.
La ínfima porción de pueblo andaluz y de clase obrera andaluza que estamos organizados en el Sindicato Unitario de Andalucía, debemos ser somos conscientes del marco histórico en el que se desarrolla en cada momento nuestra lucha por la mejora constante de nuestras condiciones de vida y de trabajo. Si pretendemos transformar la realidad de la explotación de la clase y del pueblo, de poner fin a los desmanes de los capitalistas, el tener un conocimiento lo más cercano a la realidad es condición indispensable para cualquier militante anti capitalista.
Nuestro pueblo forma parte de la hermandad de pueblos que los azares de la evolución geológica reúnen en la región mediterránea. Una región que el capitalismo, el colonialismo, el imperialismo, el racismo... ha considerado como un área geográfica o geopolítica objeto de conquista y explotación, cuyo papel asignado es el de ser productores de riquezas para las grandes fortunas occidentales. Para lo que les es imprescindible que unos trabajadores y pueblos estén estigmatizados como enemigos para sus camaradas de otros pueblos hermanos, convirtiéndonos en plataformas y en dianas de las guerras de las que vive el sistema capitalista.
Andalucía ni es, ni puede ser, ni queremos ser europeos, como insistía Blas Infante. Somos euroafricanos, euro-orientales. Quienes formamos parte de la lucha por una Andalucía libre y por una clase obrera andaluza libre de la explotación capitalista, el pueblo trabajador andaluz, formamos parte del conjunto de pueblos hermanos que luchan por los mismos objetivos de paz y libertad. Compartimos objetivos y compartimos enemigos y por ello también nos debemos considerar sujeto histórico de liberación, forjando herramientas comunes de lucha.
Insistiendo en las afirmaciones de Infante, Europa es su método, el yo pienso, luego existo. El método que convirtió a seres humanos en robots, en máquinas, en herramientas, en un recurso económico del que disponer para agrandar las fortunas de las grandes fortunas. Somos sus recursos humanos. Y esta lucha, la lucha por convertirnos nuevamente en seres humanos, es la lucha que debe ser el sustrato de todo tipo de lucha social que diga defender a nuestro pueblo, que diga defender los intereses de la clase obrera andaluza, que diga defender los derechos y las libertades del pueblo trabajador andaluz.
Este pienso luego existo fue definido por Descartes, filósofo francés del siglo XVI de familia noble educado por los jesuitas, que estudió derecho en Francia, viajó por Europa y se estableció en los Países Bajos. Él habla desde el corazón mismo de la Europa colonialista conquistadora, en un momento histórico en que la disputa por la hegemonía en el sistema mundo está entre la corona hispánica y Francia. Descartes con su filosofía y su yo pienso luego existo, proclama el pensamiento racionalista y científico euro-céntrico, racista que parte y justifica la superioridad cultural, filosófica, científica, etc. de los estados modernos colonialistas, del hombre europeo blanco propietario y cristiano, pensamiento que sirve para fundamentar su derecho de conquista, con el expolio, exterminio, asimilación, etc. que supone para los pueblos conquistados.
Un pienso luego existo que, como afirmó Dusell, es el sucesor del yo conquisto. Sin las conquistas y colonización de Andalucia, Canarias y América, sin ese yo conquisto de las grandes fortunas europeas de Venecia, Génova, el Sacro Imperio Romano Germánico y las bendiciones papales, a través de las monarquías hispánicas de Castilla-Aragón y Portugal, sin ese yo conquisto previo no hubiera sido posible el nacimiento del Estado Moderno de la razón, la ilustración y las revoluciones liberales burguesas. Ese estado moderno a día de hoy hegemónico en todo el planeta que ha dado lugar a ese pensamiento hegemónico euro-céntrico del yo pienso…luego existo, para fundamentar y justificar las conquistas.
Yo vivo porque pienso y siento, rectificaba Infante. La vida es sentir, lo humano es pensar. Para el pensamiento de la clase obrera andaluza, lo primero es el sentir, es estar vivo, es la vida para la que es indispensable disponer de los bienes necesarios, de los bienes materiales como seres vivos y de los bienes espirituales como seres humanos. Todo lo contrario a lo que nos ofrece el sistema de explotación capitalista. Un sistema de muerte que vive arrebatando la vida de la madre naturaleza, arrebatando también vida humana en sus centros de trabajo, en sus guerras, en sus gobiernos...
Recuperar nuestra memoria histórica es vital para oponernos al destino que nos tienen preparados quienes viven de nuestro trabajo y absorben nuestros jugos vitales. Para nuestros explotadores les es imprescindible el borrado de nuestra memoria histórica para así poder reescribir sobre nuestras conciencias el relato de nuestra inferioridad racial y, por lo tanto, la justificación de ser quienes entre supuestos iguales tengamos más parados, más índices de pobreza, menos desarrollo industrial, menos esperanza de vida, más emigración, los que perores hablamos, los más vagos... Y con ello poder convertirnos en mano de obra barata y sumisa y en la carne de cañón de los cuerpos de defensa y seguridad del Estado al ser para muchos la única salida posible de la pobreza. De un Estado que se defiende con tanquetas policiales de sus propios trabajadores cuando reivindicamos nuestros derechos, y de defensa de un Estado que lo que hacen en realidad atacar a otros Estados, a otros miembros de la clase obrera, a otros pueblos hermanos.
Insistiendo con Blas Infante, Andalucía no le tiene que copiar nada a nadie a la hora de dotarnos de recursos para nuestra revolución. Nuestro pueblo y nuestras gentes han dado respuestas a nuestros intereses con sus luchas. Unos intereses aún no conquistados y unas luchas de las que hemos salidos derrotados, pero que de cada derrota hemos ido acumulando experiencias que, como decimos, estamos obligados a no permitir que entren en el olvido.
De la época de la conquista de la zona occidental de Andalucía contamos con nuestro compatriota Ibn Jaldun, nacido en el exilio, en Tánger, en el siglo XIV. Historiador, sociólogo, filósofo, geógrafo, demógrafo, economista y funcionario andalusí, considerado padre o fundador de muchas de esas disciplinas. Nos legó la categoría del poder constituyente de los pueblos. Un derecho que sólo les corresponde a los pueblos y que no depende del origen de nacimiento, del color de la piel o de la religión sino de la propia voluntad de ese pueblo de constituirse en sujeto de su propia existencia, sin dependencias de poderes ajenos más que de la propia voluntad de esos pueblos.
Esta idea del poder constituyente de los pueblos de Jaldun la enlaza Enrique Dusell desde la periferia del sistema capitalista, desde Latinoamérica, con las tesis marxistas sobre el poder. Para el autor la categoría de poder tiene dos acepciones: poder constituido y poder constituyente. Poder como dominación y poder como liberación, poder como mando y obediencia de otros y poder como medio para que la comunidad decida su destino y quienes lo ostentan manden obedeciendo, poder que parte de que reside en la institución en el cargo público y poder que parte que reside o que su fundamento está en la comunidad, poder para servirse de la comunidad por el grupo o individuo que lo ostenta y poder como servicio a la comunidad por quienes lo detentan, poder reaccionario, autoritario frente a poder revolucionario. En definitiva, la categoría de poder constituyente está relacionada con una concepción del mundo y de la política de liberación y de decisión de la comunidad, del pueblo en sus asuntos públicos, esa concepción del poder como liberación sirve para desarrollar herramientas e instituciones de liberación.
Categoría política la de poder constituyente que, sin saberlo, compartirán los republicanos federales andaluces con su propuesta de constitución para Andalucía de 1883. Estos fueron los protagonistas de la revolución que puso fin al reinado de Isabel II y de la proclamación de la I República española. Y, además, por ser la fuerza política en la que militaban los dirigentes de la clase obrera andaluza, fueron los que introdujeron, por primera vez en la historia, las reivindicaciones obreras en las Cortes Generales. Su propuesta de constitución andaluza no es más que la puesta en papel de lo aprendido de la derrota de la revolución cantonal que también protagonizaron. Y en ella encontramos la determinación de una Andalucía soberana y cuyo poder constituyente, su pueblo, nunca deja de tener el control sobre quienes salen elegidos en las elecciones. Pero que, además, regula la planificación de la economía con la participación en primera línea de las organizaciones de trabajadoras y trabajadores y regula nuevas funciones de los sindicatos como agentes directores de la producción de las empresas públicas, dónde se prohíbe la privatización de los recursos públicos.
Y por último, de este sucinto y brevísimo recorrido por nuestra memoria, tenemos que volver a nombrar a Infante para el que además de compartir en su pensamiento con todo lo expresado por Jaldún o por los republicanos federales, además añade que en la economía privada, capital y trabajo han de tener la misma consideración pues capital no es más que trabajo acumulado, por lo que en los consejos de administración de las empresas habrán de estar representados los trabajadores en un 50% y en otro tanto los representantes de los accionistas, de los propietarios del capital. Mientras que en la economía pública son los trabajadores y organizaciones sindicales quienes han de ser sus principales protagonistas.
Son pensamientos similares que complementan o desarrollan los pensamientos de tantos otros luchadores y luchadoras de todo el planeta, pues, en definitiva, la lucha por la liberación de la explotación capitalista es la lucha por la vida y la libertad de toda la humanidad.
Andalucía, puerta del Mediterráneo, condenada a ser plataforma de las guerras imperialistas, a ser sobre explotados trabajando más y como menos salarios y derechos. Como pueblo y como clase aún no hemos despertado a pesar el presente de guerra y reacción. Pero quienes desde la clase obrera andaluza y con nuestra herramienta de lucha el Sindicato Unitario de Andalucía debemos reforzar nuestros propios frentes de lucha con las siguientes:
CONCLUSIONES Y PROPUESTAS DE ACCIÓN
1. Profundizar la apuesta de la clase obrera por la paz entre los pueblos. La no injerencia en los asuntos internos de cada país y la búsqueda de soluciones políticas en igualdad de condiciones de poder de decisión. Y profundizar la denuncia del recurso a la guerra, a la eliminación sangrienta de población sobrante, como somos los pobres, de los Estados imperialistas, colonialistas y capitalistas.
2. Reforzar los lazos con las organizaciones políticas que busquen un nuevo orden político democrático y socialista, donde la población pueda ejercer el derecho a decidir su presente y su futuro. Y que, por ello, actúen en ruptura del Régimen del 78 desde el deseo de hegemonizar un nuevo proceso constituyente desde abajo y por los de abajo. En nuestro caso en concreto, por ser trabajadores y trabajadoras de Andalucía, hacer efectivo el artículo 1 de la Constitución andaluza: “Andalucía es soberana y autónoma; se organiza en una democracia republicana representativa, y no recibe su poder de ninguna autoridad exterior al de las autonomías cantonales que la instituyen por este Pacto”.
3. Desde el Poder Constituido nuestro sindicato sirve a los intereses de ese poder. Actuar bajo la legalidad del actual Estado de Derecho ya sabemos que es actuar bajo la avaricia del Estado de Derecho de la Oligarquía española y europea. Desde el Poder Constituido sólo podemos mal defendernos en una guerra perdida de antemano en la que todas las Instituciones del Estado (Inspecciones de Trabajo, Juzgados de lo Social…) actúan para asegurar la acumulación de Capital y la explotación capitalista. En este sentido, aún debemos, en cada rincón de Andalucía donde tengamos compañeros y compañeras, extender nuestra actividad sindical, el asesoramiento laboral y jurídico para que puedan utilizarlo cada vez más trabajadoras y trabajadores.
4. Pero tal y como van desarrollándose las tendencias seculares que hemos referido, a la vez que hacemos lo anterior, es decir, suavizar la explotación capitalista, debemos convertirnos en herramienta del poder constituyente democrático, feminista, socialista y andaluz, en herramienta para acabar con la explotación capitalista mediante el control democrático y obrero de la producción.
5. Y también reforzar nuestra participación en todos los foros culturales en los que participamos para la extensión de nuestros planteamientos, en lucha por la hegemonía frente a los planteamientos reformistas, de aquellos que pretenden mejorar el sistema, pero no abrir el paso a la libertad y la felicidad de la humanidad. Reforzando la organización, la participación y las convocatorias de charlas, debates, teatros, presentación de libros, seminarios…